El pueblo.

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7.

Hoy habíamos tenido suerte, hoy era el tal baile de bienvenida y nos habían dejado salir de aquella cárcel llamada internado. Los chicos y yo íbamos en un hermoso auto convertible y iríamos al pueblo más cercano para comprar "ropa" la verdad es que no iríamos solamente a comprar ropa, los chicos ya tenían hasta una lista de los diferentes tipos de licor que llevarían.

-¿Anotaste en la lista el Vodka? -pregunto mirando a Martijn quien es el que tiene la lista.

-Si lo anote Nessa, ya es la tercera vez que me lo preguntas. - responde.

-No quiero que se te olvide, porque si no me llevas Vodka te voy a matar. - digo seriamente.

Martijn ríe, saca un lápiz y empieza a anotar.

-Comprar urgentemente Vodka para Vanessa porque si no me mata. - dice anotando y los chicos empiezan a reír. - listo, ya lo anote.

Rápidamente llegamos al pueblo, era pintoresco y tranquilo. Como esos pueblos que aparecen en las típicas películas de amor, en las que la chica se va a él pueblo de su infancia y se encuentra con el chico que siempre amo y bla bla bla, lo típico.

Adam estaciona el auto y nos bajamos, tenía que comprar un vestido para hoy y no creo que aquí encuentre a un modelo de Oscar de la renta o mucho menos un Chanel.

-Oigan.¡Chicos! - grite.

Los chico ya no estaban a mi lado estaban a punto de desaparecer de mi vista. Idiotas.

-Apurate Vanessa! - me grita Cooper.

Empiezo a correr por la carretera de piedras, joder. ¿Por que me puse tacones hoy?

-Por fin llegas mujer. - dice Martijn.

-Ja Ja Ja, corre tú en tacones en un pisó de estos. - le reto.

Los chicos ríen, todos menos Martijn.

-Bueno ¿Quienes irán a por el alcohol? - pregunto.

-Pues necesitamos refuerzos por si no nos quieren vender. - dice Peter.

-Bueno, vamos. Luego me acompañan a comprarme el vestido.

Los chicos esbozan una sonrisa pícara.

-Que les den, ya se lo que es tan pensando. Cerdos. - comento y ellos empiezan a reír.

Caminamos hasta una tienda de licores, entramos y vemos a un señor de mayor edad con uno de unos 20 o 19 años. El señor de más edad le dice algo al más pequeño y luego se marcha. Los chicos buscan un carrito y empiezan a meter todo lo que se encuentra en su camino.

-El vodka Martijn, el vodka. - digo.

-Ya lo metí mujer, eso fue lo primero que cogí. - me responde.

Yo sonrió y empiezo a elegir un montón de chuches que hay para elegir. Cuando terminamos tenemos el carrito todo lleno, hora de pagar, nos acercamos al chico de la caja y este tenía sus audífonos puestos al verme se los quita y me mira ligeramente de arriba a abajo.

-¿En que te puedo ayudar preciosa? - dice él en un tono sensual.

Y la verdad es que el chico no era nada feo, tenía los ojos color azul y su cabello era rubio. Alto y algo musculoso.

-¿Podrías cobramos de una vez? - dice Martijn algo ¿molesto?

-Si, no tenemos todo el día. - acota Julian mirando mal al chico.

-Son menores de edad. No les puedo vender el alcohol. - dice sonriente el chico.

-Oye, estoy con ellos. Es nuestra fiesta de bienvenida y lo único que servirán será un feo y aburrido cóctel. - digo sonriente. -Anda, estaré eternamente agradecida si me haces este pequeño favor.

El chico lo piensa y luego asiente.
-Lo hago por ti lindura, no por estos niñatos.

Sonrió victoriosamente y miro a Martijn y a Julian, vaya. Si que están molestos, supongo que es porque les acaban de llamar niñatos. Ryan y Cooper pagan y antes de salir del lugar el chico me detiene.

-Ten, lo paga la casa. - dice dándome dos botellas más de Vodka. - escuche como le gritabas a uno de esos niñatos por el vodka.

La sonrió y acepto la bolsa con las dos botellas a dentro.

-Además adentro esta mi número, por si quieres salir algún día.- dice sonriente.

-Muchas gracias. - le respondo despidiéndome de él con la mano y con una sonrisa en mi rostro.

Los chicos estaban afuera esperándome.

-¿Y eso? - pregunta Christian.

-El chico me regalo dos botellas de vodka. - respondo sonriente.- y me dio su número también.

Martijn y Julian desvían su mirada.

-Creo que tendremos que salir contigo más seguido. - dice Cooper.

-Si no fuera por ti, ese capullo no nos vendería nada. - acota Adam a la conversación.

-Venga, ahora me tienen que acompañar a elegir mi vestido.

Entramos a lo que se ve es la única tienda de vestidos en el pueblos, buscamos, buscamos y buscamos y al final nada me gustó a si que decidimos regresar a él internado.

-¿Entonces no iras al baile? - dice Peter. -No tienes vestido.

-Pues no lo se, nada me gustó. Tengo un vestido guardado pero no me gusta para hoy así que creo que iré en un short. - respondo restándole importancia.

Los chicos empiezan a hablar de sus cosas y yo me concentró en el paisaje. Rápidamente llegamos y la directora Harris nos está esperando en la entrada, la cara de terror de mis compañeros y amigos se nota. Nos bajamos y veo que ella no está sola, a su lado está mi madre.

Salgo en carrera a donde ella esta y me detengo en seco.

-Hola hija. - dice abrazandome.

Yo no le correspondo al abrazo y espero a que ella se separe de mi.
-Te traje esto. - dice sonriente mientras me entrega unas cajas blancas.

-Gracias madre. - respondo.

-Me quedaré aquí hoy para el baile.- dice sonriendo.

-Que genial madre.- respondo cortante.

Tomo las cajas y subo a mi habitación. Ya en mi habitación cerré la puerta con seguro y abrí las cajas. En una había un hermoso vestído y me atrevería a decir que es casi de bodas, era blanco, con escote de corazón y pomposo. También venía con este unos hermosos tacones plateados y unos accesorios a juego. A decir verdad me emocione al ver que tenía algo que usar para hoy, no perdí el tiempo y me fui directamente al baño. Estuve ahí todo el tiempo del mundo y ya los chicos habían empezado a molestarme para que saliera.

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Holii mis amores! ¿Como están? Espero que bien.

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Las quiero ♥♥


Gold Skies. |Martin Garrix and Julian Jordan| TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora