Capítulo 1

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— ¿Eso es una apuesta digna? Pfff, por favor. Puedo hacer eso y más.

Mark se puso de pie, mostrando una vez ante los muchachos su asombrosa capacidad de "dar vuelta las piernas", acto que solía hacer que más de uno se tapara los ojos.

— ¡Demasiado, demasiado! —gritó Félix entre risas.

El contexto era de alegría entre los amigos que se reunían cada mucho, mucho tiempo. Ciertamente, la razón de su juntada en la casa de Mark era por la víspera de año nuevo. El reloj aún no había marcado la hora para que se diera el salto al próximo año, y aquellos ya estaban con algunas copas encima pero se mantenían cuerdos dentro de todo, aunque más alegres de lo normal.

En el lugar se encontraban el ya mencionado sueco, Bob y Wade, cada uno con sus respectivas parejas, exceptuando a Mark, que hacía algunos meses que había cortado toda relación con su antigua novia.

¿La razón de la ruptura? Bueno, digamos que el hawaiano había tenido algunos cruces en su cabeza que lo hicieron tambalear bastante. Pero ya se encontraba bien; separarse de ella no fue la gran cosa después de todo.

—Vamos, si dices que eso no es una apuesta digna, ¿qué otra cosa podemos hacer? —preguntó Bob.

Los tres amigos se pusieron a pensar con malicia. Mark los observaba, rezando que pronto sea la hora para brindar y que se olviden del estúpido juego que el mismo había recomendado para "pasar el rato".

Para su desgracia, faltaban veinte minutos.

—Chicos, en serio, ya dejen esto de lado —se quejó Marzia no tan seriamente, pero con cierto hartazgo tras sus palabras. Mark esperaba que su novio escuchara la queja.

— ¡Marzia, esto es algo serio! —contestó Félix en un tono chistoso, haciendo que los presentes rieran—. Oh, oh, ¡lo tengo!

Le susurro la idea a los otros dos, poniendo aún más incómodo al que recibiría el reto. La novia del sueco lo observaba, compartiendo el sentimiento sabiendo de lo que era capaz el rubio cuando se ponía algo en mente.

Al terminar de hablar, Bob y Wade se giraron.

La mirada que le dieron a Mark hizo que este tuviera escalofríos.

—Querido Mark... —comenzó a decir el sueco, juntando sus manos como un villano digno de aparecer en una película de Disney—. Sabemos bien de tu ruptura con tu novia...

—Por supuesto que lo saben, yo mismo se los dije cuando—

— ¡Cállate! —Mark se hizo "bolita" arriba de su silla, haciendo que el rubio salga de su papel por un segundo para reír tontamente. Suspiró para lograr mantener su perfil predeterminado de seriedad— Bueno, como te decía... Sabemos de eso, y como eres el único en esta casa que no tiene ningún lazo amoroso con nadie... Eres el indicado.

Todos los que no sabían de qué demonios se trataba aquello se miraron consternados. Wade y Bob sonreían, al margen de la situación.

— ¿El indicado para qué? —preguntó finalmente Mark, para terminar con la duda.

Félix se puso de pie, para luego sacar del bolsillo derecho de la chaqueta su billetera. Tiro varios dólares sobre la mesa.

—Deben haber unos cuantos miles ahí —mencionó, dirigiéndose directamente a él—. Mark: eres el indicado para ser la pareja de Jack.

— ¡¿Qué?!

El de pelo rojo reía sin parar, pero al notar que evidentemente nadie más lo hacía, comenzó a acallar sus carcajadas hasta finalmente preguntar si lo que había dicho era con intenciones verdaderas.

—Sí, así es. Digamos que, si logras hacer que Jack sea tu novio, o lo que sea, yo te daré todo ese dinero. Sin excusas.

—No puedes estar diciéndolo en serio —contestó el hawaiano, aún no creyéndolo del todo.

Predecía hacía donde irían las cosas, pero era algo totalmente diferente de lo que pensaba.

—Es en serio.

—Félix, sabes que Jack tiene novia, ¿verdad?

—Quién no lo sabe. Él vendrá dentro de unos días hacía aquí completamente solo, ¿no es cierto? —comenzó a ordenar los billetes, evitando hacer contacto visual con Marzia. Sabía que en ese preciso instante lo estaba viendo con una mirada asesina—. También sé que se quedará en tu casa.

— ¡Yo no dije nada de eso!

—Oh, pero lo dirás. Jack mencionara que "no quiere ser un estorbo" y que "puede quedarse en un hotel" pero tú, como su buen amigo, le dirás "Sean, quédate en mi casa. No hay problema".

—Ni siquiera he aceptado la apuesta aún —dijo con seriedad. Los delgados papeles con un inmenso valor se deslizaban entre los dedos del sueco.

Mark tenía principios muy marcados. La codicia y lujuria no eran sus grandes atributos precisamente, aunque de todas maneras, dentro de sí, había bastante orgullo.

Más si se trataba de algo así.

—Bien, entonces, ¿qué esperas? —le tendió el dinero, dejándolo justo enfrente de sus narices—. ¿Sí o no?

Observó a sus amigos. Ambos esperaban con ansias la respuesta. Para ellos era como un juego, cosa que no lo era para Félix.

Sonrió con convicción.

—Está bien, hagámoslo.

[Notas]

FINALLY

No podía esperar por subir esto, en serio JAJAJA Pero acá está, por fin~

Espero que les guste este comienzo que dará paso a, bueno, todo lo demás en sí c;

Gracias <3

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