Capítulo 6

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El irlandés terminó con la llamada, quedándose con varias cosas que desearía haberle dicho y más en su garganta, ahogándolo de a poco. Respiro hondamente para calmarse, y así afrontar nuevamente con cara de "aquí no ha pasado nada" a su buen amigo Mark.

Dirigiéndose al cálido interior del hogar, se percató a través del vidrio de la puerta corrediza que alguien estaba de pie en la cocina, y no se trataba del hawaiano a juzgar por su estatura. Al acercarse, percibió de una buena vez de quién se trataba.

— ¡Félix! —exclamó al verlo, para luego darle un fuerte abrazo.

Mark solo observaba desde otro plano.

— ¡Hola, Jack! ¿Cómo has estado? Hace mucho tiempo que no nos veíamos —dijo el sueco, sonriéndole.

—Bien, bien —se vio obligado a decir cuando hace solo unos minutos estaba a punto de romper en llanto—. ¿Viniste hasta aquí solo para saludarme?

—Así es. Bueno, también para arreglar algunas cosas con Mark —le lanzó una mirada cómplice al mencionado. El otro ni parpadeo—. Queríamos ir a un parque de diversiones cercano, uno que creo que tú no conoces. ¿Nos acompañas?

No hizo falta que el sueco terminara la frase para que Jack estuviera dando saltitos de alegría como un niño pequeño.

El dueño de la casa, por dentro, reprochaba el hecho de haber dejado que su querido amigo entrara a su casa. Debía haberlo mandado a volar cuando pudo.

Pero ahora ya era tarde.

—Bueno, chicos, los espero a esa hora en el parque, ¿entendido? —dijo Félix, despidiéndose.

— ¡Claro que sí! Estaremos allí antes de que te lo imagines —contestó el irlandés, dándole un sutil codazo a Mark para que él también responda.

—S-Sí, allí estaremos...

Cuando el otro finalmente se retiro, ambos volvieron a quedar solos en el hogar (sin olvidarnos de los perros del más fornido, claro está).

—No pareces muy convencido de ir —comentó Jack, mirándolo de reojo mientras que preparaba más café.

Siempre se preguntaba cómo hacía para saber exactamente lo que estaba sucediéndole. No sabía si se trataba de que su rostro fuera muy propenso a mostrar sus sentimientos o si aquel hombrecito tenía algún poder más allá de su entendimiento.

—Realmente no me estoy sintiendo muy bien, eso es todo —respondió, haciéndose el desinteresado.

—Podría decirse que yo tampoco.

—Pero te mostraste muy emocionado cuando te lo dijo Félix.

—Sí, es verdad —sus palabras se camuflaron con el sonido de la máquina haciendo el trabajo de hervir el agua—. Más que nada porque era una de las cosas que quería hacer apenas llegara: pasar tiempo con ustedes y divertirnos. Aunque hay otras cosas que están ocurriendo en mi vida, sabes...

—Puedes contármelo —le dijo con sinceridad, otorgándole la confianza de la amistad, o lo que fuere, más allá del juego que él estaba llevando a cabo.

El irlandés dudo en decírselo o no. Mark era un buen amigo, se habían apoyado siempre, lo tomaba como un modelo a seguir y admiraba su voluntad en la vida y la fuerza que tuvo cuando paso por momentos difíciles. Pero ciertamente, nunca habían hablado sobre cosas de pareja, de la "privacidad".

«Siempre hay una primera vez para todo».

—Lo que sucede es que mi novia y yo no hemos estado muy bien últimamente —comenzó a contarle, ignorando el ruido del agua hirviendo furiosamente—. Y pensé que las cosas se calmarían ahora que estamos a miles de kilómetros de distancia... Pero no es así —sonrió apretando los dientes.

—Esa llamada de hace un rato atrás, ¿qué paso?

—Ella está molesta por algunas cosas que yo no veo que estén tan "mal" del todo. Sigue insistiendo que debería ponerle un freno a eso... Pero yo no quiero ser rudo con nadie.

—Jack, ella debe entender. Deberían de llegar a un acuerdo mutuo —exactamente, no encontraba la razón por la que lo ayudaba. Si le daba la solución, las cosas se pondrían más difíciles para él. Sin embargo, no podía evitarlo al verlo así.

—Suena tan fácil dicho por ti —rió, para luego suspirar—. Creo que ya estoy mejor —pasó un dedo sobre sus ojos, secando las rebeldes lágrimas que habían atinado a salir—. Gracias por escucharme, Mark.

El hawaiano se acercó para recibir el abrazo que el otro le daba como agradecimiento.

La cafetera, a sus espaldas, finalmente se calló.

No tuvo mejor idea que darle un beso en la mejilla.

[Notas]

SOMEONE STOP HIM

me parece gracioso porque el dibujo en sí no me había gustado cuando lo terminé y bueno, ahora cambie de parecer en cierta manera JAJAJA 

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me parece gracioso porque el dibujo en sí no me había gustado cuando lo terminé y bueno, ahora cambie de parecer en cierta manera JAJAJA 

últimamente tuve muchas ideas para dibujar pero qué es tener tiempo para hacerlo :( pero cuando tenga vacaciones SE VIENE LO BUENO EEEEEEEE

de todas formas, gracias <3

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