¡Eh, Papá! »Harry Styles

Un poco de verdad

Linne estuvo muy silenciosa los siguientes quince minutos. Tenía una mirada extraña, que cada cierto tiempo paseaba entre nosotros.

Debía decirle, pero sin Thom.

-Estoy sedienta –anuncié, justo cuando estábamos cerca de un supermercado.

-¿Quieres que vaya a comprar unas botellas de agua? Creo que con este calor nos haría bien.

-¿Podrías? –lo miré, esperanzada. Además de querer apartarlo, realmente tenía sed.

-Claro, ya vuelvo.

-Te esperaremos allí –apunté a unas bancas que se encontraban cerca.

Mientras el rubio se adentraba en la gran tienda, con Gailinne nos sentamos donde había anunciado. En sus ojos se podía leer que quería hacer varias preguntas.

-Adelante, pregunta.

Me miró sorprendida.

-¿Cómo...?

-Éramos mejores amigas ¿recuerdas?

Sonrió, decidida.

-¿Por qué te fuiste sin decir nada? Tú... ¿estabas engañando a Harry con Thomas?

-¡Dios, no! –Me ofendí- Yo...conocí a Thomas después, sólo unas semanas después de irme. Estaba buscando trabajo, tú sabes, ahora tenía que mantener a dos personas, no sólo a mí.

-Pero entonces ¡ya se habían conocido antes! Si en ese momento ya estabas embarazada...

Negué, esperando que Linne lo captara.

-Ya dije que no.

-¿Pero entonces cómo demonios...? –sus ojos lentamente se fueron expandiendo, al igual que su boca. Me miró, buscando si tenían razón sus pensamientos- ¡Estabas embarazada de Harry! ¡Por eso te fuiste!

No, Emily, no debes llorar. Debes ser fuerte.

Mis ojos se aguaron, sin embargo, mientras sonreía con pena.

-Respuesta correcta.

Gailinne no se lo podía creer. Mantenía esa expresión anonadada mientras pasaba las manos por su cabello. Dirigió su mirada nuevamente a mí, viendo mi expresión intranquila.

Me abrazó.

-¿Por qué no me dijiste nada? ¿Por qué demonios sólo te fuiste?

-Él tenía un gran sueño y estaba muy cerca de cumplirlo, al igual los chicos. Tú te convertirías en abogada, estaba todo perfectamente planeado, no podía arruinarles todo.

-Ay, Em , que estúpida eres, tonta, imbécil, maldita –me volvió a abrazar fuerte.

-¿Gracias?

-¡Tendrías que habernos dicho, no tomar toda la responsabilidad tú sola!

-No estuve sola –murmuré, sonriente- Thommy siempre estuvo ahí.

-Yo ya me perdí con eso, él desde un principio me dijo que tenía una hija.

-Me conoce desde mis cinco meses de embarazo, vio a mi niña nacer y crecer, él simplemente la ha adoptado como su propia hija. Es mi mejor amigo, siempre ha estado ahí.

La cara de Linne se fue llenando de entendimiento.

-Ay, Em -negó, con una sonrisa irrumpiéndole ligeramente en los labios- ¿Cómo se llama? Debe tener unos cinco ¿no? ¿A quién se parece?

-Su nombre es Darcy –sonreí- Cumplirá seis dentro de unos días. Tiene los ojos de Harry, también sus hoyuelos.

Mi voz fue bajando poco a poco, al igual que la expresión de mi amiga al notar la importancia del asunto.

-Ella está bien –acarició mi espalda.

-Si, yo...lo sé –ahuyenté las lágrimas de mis ojos- Y tu ¿Qué sucede con mi Thommy?

Sus mejillas prendieron fuego.

-Es muy guapo...y muy divertido. Ni siquiera tengo idea de por qué me habla.

La golpeé.

-Porque eres bellísima, quizás –le dirigí una mala mirada- ¿Te gusta, no es cierto?

-Eso creo –sus mejillas se encendieron aún más, si es que era posible.

-Es mi bebé, mucho cuidado –la amenacé mientras ella reía y asentía.

Un exaltado Thomas venía corriendo hacia nosotras, su rostro estaba casi tan anonadado como el de Gailinne hace un rato. Me asusté.

-¿Qué? ¿Qué pasó? –me puse de pie.

-No me lo vas a creer, por favor no te desesperes. 

N/A: CHAN CHAN 

Soy un asco de escritora, lo sé, ni para qué decírmelo. Creo que actualicé por el ánimo dieciochero;) 

[Para las que no saben, el dieciocho de septiembre se celebran las fiestas patrias en Chile y todo el país se vuelve fiesta durante tres días, sin escuela ni trabajo. Se come un montón, así que quedaré hecha una ballena :D] 

FELIZ DIECIOCHO PARA TODOS (INCLUSO SI NO ERES CHILENO)