Campamento de Verano

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-Mami, ya empezarán las vacaciones ¿Qué haremos este verano? –Me habló mi pequeña hija mientras cepillaba su largo cabello.

-No lo sé, cariño –repuse- Tal vez vamos a la playa ¿Qué tal?

-¡Sí! ¡Podemos hacer castillos de arena, como el verano anterior! ¡Fue un hermoso castillo! ¡Lo tendré todo organizado!

-Claro, Darcy. Pero ahora debes ir con la señora Kappiens mientras voy al trabajo.

-¡Hey! Dijiste que hoy no trabajabas –me hizo puchero.

-Lo sé, princesa, solo que surgió una emergencia.  Además, te gusta ir donde la señora Kappiens.

-Claro, siempre tiene helado y galletas, pero me aburro como ostra –declaró mi pequeña y yo solté risillas con aquel comentario. Tiene  tanto de Harry...

-Darcy –puse tono serio- espero que te comportes bien con la vecina, yo demoraré unas horas.

Bufó pero terminó asintiendo obediente, otra cosa que amo de mi hija.

*

Demonios. Demonios. Demonios.

Esto no le va a gustar nada. 

¿Quién me mandó a ser modelo?

Ahora tenía un pequeño (gran) problema, que desataría todos los sucesos de este verano. Yo no lo sabía.

En mi trabajo había surgido un pequeño imprevisto que  la coordinadora "olvidó" comentarnos. En cuatro días nos íbamos de gira de modelaje por el país. ¿Se entiende el punto de mi desgracia? ¿No? Okay, hoy comenzaba el verano y las vacaciones mías, con Darcy. Las vacaciones que tanto se había dedicado a planear. 

Oh, y tenía mayores problemas que ese. No tengo familia y no me dejan traer a Darcy al trabajo.

Jodida sea la jefa.

¿Cabría Darcy en mi equipaje? Oh, vamos, debo pensar en algo mejor que eso.  

Mientras caminaba por la acera, frente a mí se encontraba un gran cartel, algo así como una señal milagrosa donde se leía:

"Campamento de Verano: Pequeños soles

Dos semanas de viva entretención para nuestras niñas.

Con toboganes, pileta y diversas actividades preparadas.

Calle #756 de Londres.

¡Pasaje incluido sólo de miembros del campamento!"

Mi suerte (que antes iba de mal en peor) mejoró notablemente. Mi último destino (osea en dos semanas)  sería Londres.

*

Me costó tanto convencerla, pero ahí estábamos, en Londres, frente al bus pintado de  rosa y escrito "Pequeños Soles", lleno de niñas entre 4 y 14 años.

-Prométeme que te cuidarás, Darcy –le repetí por cuadragésima vez- Si necesitas algo, le avisas a la señorita O'Connor, cualquier emergencia se comunicará conmigo.

-Claro mami, lo sé –asintió ella con sus coletas castañas y su pequeña mochila.

-Que tengas un buen verano, mi amor –le besé la mejilla- nos veremos en dos semanas.

-¡Te quiero mami! –Saltó la pequeña.

-También te quiero, princesa -respondí con ternura. Le di un último abraso antes de marcharme.

La extrañaría tanto.

Con el corazón en un hilo, subí a mi avión que me llevaba devuelta a mi ciudad. Dejaba a Darcy en buenas manos, tendría muchas amigas de su edad y se divertiría mucho.

Si, así debía pensar.

En dos semanas estaríamos camino a la costa; haciendo nuestros bellos castillos de arena, comeríamos hamburguesas y compraríamos ropa, mucha ropa.

Que equivocada estaba ¡Como si este fuera a ser un verano normal!

¡Eh, Papá! »Harry Styles Donde viven las historias. Descúbrelo ahora