Videollamada

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Todo listo y preparado solo tres minutos antes de la hora acordada. Emily le había enviado un mensaje a Darcy diciéndole que se conectara a la última hora acordada.

-Me siento orgulloso –miré la fotografía en mi celular y luego a la habitación.

-Podríamos ser decoradores de interior.

-Recuerden que no pueden hacer sonidos y menos hablar –mi hija me miró con sus profundos y amenazadores ojos verdes.

-Está bien, jefa.

Abrió su computadora rosa y comenzó a buscar las páginas. Nosotros estábamos en un punto donde podríamos ver pero ellos no nos verían.

-Bien, mamá ya está conectada, en cualquier momento...aquí está –amplió los ojos registrando el entorno y por último a nosotros- Silencio, aceptaré la llamada.

Nos dirigió su última mirada verde intenso y presionó aceptar.

-¡Darcy! –exclamó esa voz femenina. Y ahora...ahora la veía.

Tenía el cabello más largo que cuando la conocí, con esas pequeñas ondulaciones con las que me gustaba jugar. Sus ojos verdes con las pestañas más largas que podrías ver. Y esa sonrisa de la que me enamoré a mis quince años.

-¡Mami!

-Mi bebé te extrañé mucho ¡parece que hasta estas más grande! –La niña rió encantada- ¡Thommy! ¿Puedes venir un poco? ¡es urgente!

Se escucharon pasos acercándose.

-¿Qué pasa? –un rubio de metro ochenta con una toalla envuelta en sus caderas y el cabello goteando, al igual que todo su cuerpo, apareció en la pantalla- ¡Oh mi dios! ¡Mi princesa!

-Mi princisi –mascullé con una mueca.

-Cállate Harry –Louis me fulminó con la mirada, dándome un fuerte pisotón.

-¡Tio Thom!

-¿Cómo estás belleza? Hazme un espacio Bella –intentó que MI Emily se moviera de su asiento en lo que parecía ser un sillón individual.

-No, estoy cómoda –le sonrió con burla a lo que el chico se encogió de hombros. La tomó de la cintura como si se tratara de una pluma, la levantó del sofá, tomó su lugar y la sentó en su regazo. Todo eso en menos de 5 segundos.- ¡Hey! ¡Estás mojado!

Eso mi amor, aléjalo, aléjalo.

-Mhm –la abrazó, refregándose en ella mientras la hacia reír.

-Darcy, te hemos comprado varios regalitos –a mi hija se le llenó la cara de alegría- te extraño tanto linda.

-Hace más de tres días que no juego a las princesas, me estoy volviendo loco.

-Thommy quiere ser el príncipe encantador otra vez.

-No, yo quiero ser Eric.

-Entiendelo hombre, eres rubio, Eric tiene el cabello negro. Dile, mi amor.

Casi respondo yo, pero lo hizo Darcy, la verdadera receptora.

-Bueno, Eric también tiene los ojos azules como el tío Thom así que...

-¡Já! ¡Siéntele Bella! ¡Me quiere más a mí!

-¡Qué mentira! Lo dijo para que no te sintieras mal, es obvio que me quiere más a mí.

-Querida Bella ¿me recuerdas sus primeras palabras?

Se me revolvió el estómago al pensar que yo no estuve para ninguno de los grandes eventos que disfrutan los padres. Ni sus primeras palabras, sus primeros pasos, su primer día de preescolar...

-¡Pura coincidencia!

Darcy reía encantada con esta "discusión", como si fuera algo muy normal para ella. Y eso debía ser, debía sentirse en casa.

-Sí, claro –le hizo una mueca graciosa- acéptalo.

-Ella quiere más a Justin Bieber que a ti.

Thomas dio un chillido mientras se tocaba el pecho.

-¡No lo dijiste!

-Claro que lo dije.

Intenté tapar mi carcajada. Ella no había cambiado mucho.

-Los quiero mucho a los tres –sonrió Darcy.

-¿Por igual?-bromeó la castaña mayor, levantando una ceja.

-Por igual.

-¡Yo te cambié los pañales Darcy Isabella! ¡No puedes querer a Justin igual que a mí!

-Oh, deja de ser tan melodramático Thommy, no sé cómo mi bebé te soporta.

-Este tema no queda así, princesa –le advirtió haciéndola reír aun más.

-¿Y cómo son las personas allá? –preguntó la belleza hecha mujer mientras empujaba ligeramente al rubio- ¿Tienes amigas?

-Oh si –una sonrisa igual a la mía cuando tramaba algo muy ingenioso llenó la cara de mi hija- Tengo cuatro mejores amigas, Lousia, Nialleth, Lianne y Zareyn.

Oh no lo hizo.

Los cinco nos miramos sorprendidos de la astucia de la pequeña.

Emily se atragantó y miró significativamente a Thomas. Él rió nerviosamente.

-Buenos nombres.

-Oh y tenemos un chico que nos hace juegos, él es muy divertido. Es el sobrino de la señorita O'Connor.

-¡Eso es genial! -Emily parecía aliviada con el cambio de tema- ¿Cómo se llama?

-Harry.

Ay, Darcy. 


N/A: Gracias por todas las lecturas, comentarios y votos, no saben cuanto los quiero y cuán feliz me hace el saber que he logrado sacarles aunque sea una pequeña sonrisa:)

¡Eh, Papá! »Harry Styles Donde viven las historias. Descúbrelo ahora