Viaje en el tiempo.

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Aclaración: Todo lo que esté con letra cursiva representa la "visión" de Harry que lo devuelve al pasado. Ésta narración durará dos capítulos y los ayudará a introducirse más en la historia. El resto lo explicaré mejor al final del capítulo. 


Día siete.

Al parecer Emily tendría los siguientes dos días demasiado ocupados y no tendría tiempo para poder llamar a Darcy, así que decidió llamarla hoy por la mañana para compensar los días que no podría.

Estábamos todos despiertos (de todas formas eran un poco más de las once de la mañana) y desayunando, a la espera de la llamada. Por suerte para Emily, Thomas había desviado muy bien el tema ayer, así que no fue algo tan escandaloso. Aunque, claro, vi que Emily aún me recordaba y que mi nombre la ponía contra la espada y la pared.

Sonó por fin el teléfono, a lo que Darcy, dándole un último mordisco a su tostada, respondió.

-¿Hola?

-¡Hola princesa! ¡Hola mi amor! –respondieron dos voces a la vez. Vaya, estos no se despegaban.- ¿Cómo estás? ¿Dormiste bien?

-Sipi, muy bien ¿Y ustedes?

-Oh, muy bien. Soñé que estaba en una...

-Cállate, Thommy, no te preguntó a ti –la voz de Emily lo cortó.

-¡Deja de hacer eso! ¡Puede considerarse bullying! ¿Es eso lo que le enseñas a Darcy? -La niña rió fuerte, para que luego Thomas agregara con una voz más ronca- Pero, tranquila princesa, a la noche recibirá su castigo.

Mi corazón latió a mil por hora ¿cómo podía tomarse eso si no era de ésta forma? ¿Lo...lo iba a hacer...con él? ¿Mi Emily? Me empezé a hiperventilar con el corazón mucho más que roto. Todo comenzó a dar vueltas y no podía distinguir mucho. De repente, me sentí caer hacia atrás (con silla y todo) y un fuerte golpe azotó mi cabeza, entonces, todo se fue a negro.

Era el primer día de clases, el horrible y detestable primer día de clases. No me interesaba ver a ninguno de mis compañeros, ni tampoco a ninguno de mis profesores. Lo único que hacía más ameno el día eran mis amigos, cuatro simples idiotas que solían hacerme reír.

-Ya, va, piedra, papel o tijera –los cinco, en un círculo, jugamos- No puede ser, otra vez, alguien tiene que ganar.

-Ah, maldición –gruñó Louis al ser el único con papel y el resto, tijera.

-Bueno Louis, te toca sentarte solo –y eso era lo malo de ser impares, siempre alguien se sentaba solo.

-Vamos, rulos, serás mi compañero ésta vez –Zayn me agarró del brazo y nos dirigió al último puesto del salón. Los demás también se repartieron por esa zona.

-Quiero dormir –me quejé- dormir y no pensar.

-Yo solo quiero que no nos toque con...

-Buenos días, alumnos –La Anciana, nuestra maestra de matemática caminó con sus libros en mano directo a su asiento. Se acomodó y nos dirigió una cínica sonrisa- Espero que hayan tenido unas relajadas vacaciones, porque este año será de esfuerzos.

Zayn enterró su cabeza en sus brazos.

-Cuanto la odio –susurró.

Iba a responderle cuando tocaron la puerta. La Anciana se levantó de su cómoda silla y se dirigió a abrir. Sonrió, por primera vez, sinceramente y se apartó de la entrada.

-Adelante, adelante –dijo- ¡Alumnos! ¡Presten atención!

Giré mi vista y mi mandibula cayó al suelo.

A un lado de La Anciana, estaba la chica más linda que había visto. Tenía el cabello castaño y un poco rizado, la piel parecía de real porcelana, los labios rojos y rellenos. Traía un short con sujetadores colgando, un crop top de flores a tonalidades de azul y unas vans.

El aire casi no entraba a mis pulmones y realmente creí que me encontraba frente a una diosa.

-Escuchen, ésta es su compañera nueva. Quiero que la traten con respeto y que la hagan sentir cómoda ¿Quieres presentarte tú, linda?

-Claro –sonrió mostrando una hilera de blancos dientes, parejos y perfectos- Eh, bien, mi nombre es Emily Jordan y, bueno, soy nueva en la escuela.

La Anciana le sonrió amorosamente, mostrándole su inmediata aprobación.

-Toma asiento...-miró el puesto a un lado de Louis y otro que estaba completamente vacío- Es mejor que sea aquí, no hay que echar a perder tan rápido una manzana tan brillante.

La Anciana odiaba, y realmente odiaba, a nuestro grupo. Era algo mutuo, de todas formas.

Me pasé la clase viendo la espalda de la chica, soltando baba y sin prestar atención a las historias de Zayn.

-Ya basta –me dijo el moreno cuando sonó la campana del receso- No has respondido nada más que un "si" y "ajá" a todo lo que te digo ¿qué te ocurre? Eh, hombre...Harry –me golpeó en la nuca y solo en ese momento despegué mi mirada de sus bellos rizos.- Ya veo, háblale.

-¿Qué? Claro que no, comenzaría a tartamudear y...-se me iluminó la bombilla- ¡Ve a hablarle tú!

-¿Cómo?

-¡Sí! ¡Ve, le hablas y me dices cómo es, qué le gusta, todo!

-Debes estar...-le dirigí una mala mirada- Bien, iré.

Caminó hasta su solitario puesto y se sentó al lado. Pude ver cómo comenzaba una conversación. Pasaron unos minutos y ya no parecía como si hubiera obligado a Zayn para hablarle, de hecho, parecía como si se hubieran conocido de toda la vida.

-Eh Harry ¿Vamos? –aparecieron los otros tres chicos a mi lado.

-Claro –les respondí levantándome lentamente y sin despegar la vista de los otros dos.

Caminamos hasta llegar al lugar de Emily.

-Zayn ¿vienes?

-Adelántense, iré dentro de un rato.

-Como quieras –se encogieron de hombros.

Fulminé con mi mirada al traidor de Zayn mientras desaparecíamos por la puerta.

N/A: ¡Buenos días/noches! El siguiente capítulo seguirá esta forma de narración y pronto entenderán qué sucedió, como aquí un vistaso de la razón de la cercania entre Zayn y Emily  ¡porque nada es al azar, señoritas! En otras noticias, soy definitivamente la chica más feliz del planeta ¿por qué? por cada uno de los comentarios que me dejan, me llenan de orgullo y el saber que las hice reir me alegra mi día por completo, por eso, con sus comentarios del capítulo anterior, no me pudieron hacer más feliz. Las adoro y nos leeremos pronto xoxo


¡Eh, Papá! »Harry Styles Donde viven las historias. Descúbrelo ahora