Severus Snape
Él vivió, Harry Potter venció a Voldemort y aún seguía con vida, no sé como pero eso no importaba porque el amor de mi vida estaba sentado en el último pupitre del salón copiando, sus hermosos ojos color esmeralda pasaban del libro al pergamino, desde el primer día que piso Hogwarts me había enamorado de él, sin importar cuantas veces intentara odiarlo él permanecía fiel a estar en mis pensamientos, su boca rellena y rosada era una de mis cosas preferidas.
Me acerque al puesto de Longbotton y como de costumbre su poción estaba muy mal, rodé los ojos disgustado y me dirigí al puesto de Harry, a pesar de tener la cara agachada pude ver sus mejillas sonrojadas y sus lentes empañados, toque su hombro haciendo que diera un pequeño salto y me mirara, él estaba llorando, mi corazón se quebró al verlo así.
— ¿Estás bien Ha-Potter? —aclare mi garganta, él negó y se mordió el labio superior, no quería que nadie lo viera llorar si lo había observado bien. Y por supuesto que lo había hecho. A él no le gustaba que lo vieran así— sigame señor Potter.
Me gire y salí del salón, detrás de mi escuchaba sus pasos y una alegría de que me siguiera y preocupación del porque estaba triste me inundaban, Harry es muy especial para mi y ni nada ni nadie cambiaría eso. Me pare al cruzar por el pasillo y lo encaré.
— ¿Qué tiene señor Potter? —bufo y se cruzo de brazos, parecía enojado pero sin parar de llorar y eso me desconcertaba completamente.
— Profesor Snape le agradecería que me llamara por mi nombre Harry y no por mi sucio apellido —levante las cejas sorprendido, él siempre se había enorgullecido de tener ese apellido, puso los ojos en blanco y suspiro— cuando usted me dio clases de Oclumancia vi ese recuerdo en donde mi padre lo humillaba y en serio lo deteste, no puedo creer que lo defendiera.
— Umm, de acuerdo Harry —¿escuchan eso? Es mi corazón acelerado por la felicidad— pero aún no me dice porqué estaba llorando.
— Porque —sus mejillas se sonrojaron— quiero tener una vida normal y no como el niño el que vivió y mato a Lord Voldemort, Ginny ya no me gusta y usted sí y quiero comer tarta de calabaza.
Esas palabras las dijo tan rápido que casi no pude entenderlo pero si lo hice y sonreí, le di mi más grande sonrisa ¡yo le gustaba! Así que él sí me correspondía y ya no le gustaba la sucia pelirroja Weasley. Para mi era un factor importante que estuviera en sus 19 años de edad, yo era mayor por mucho y sin embargo ¿Podríamos hacer que esto funcionara? Pero sobretodo ¿Qué era esa esto?
— ¿Te gusto? —miro hacia otro lado y asintió, agarre su barbilla entre mis dedos y lo obligue a mirarme— tu también me gustas.
Se mordió el labio superior sonriendo, no sabia porque mi corazón latía a mil por segundo, él me hacia sentir así, quería abrazarlo y tenerlo conmigo cada minuto de cada día porque lo quería, lo deseaba y ahora sabia que yo le gustaba.
— Es usted un tonto profesor —agarro mi cintura y de un tirón me acercó a él, nuestras bocas a centímetros de la otra—, quiero saber todo de usted, desde que le gusta comer hasta a que hora se toma las duchas.
— Bueno —sople sus labios haciendo que se estremeciera, el timbre sonó y de inmediato me separe de él, los alumnos salieron y yo lo mire ceñudo— que insolencia la suya señor Potter esta castigado, lo espero esta noche en mi despacho.
Me di media vuelta y camine a mi salón, mordi el interior de mi mejilla para no gritar de la emoción o peor reír, ¿cómo haces para olvidar esos ojos color verde? No creo que pueda y tampoco quiero hacerlo y ni hablar de su cuerpo, hermoso, a pesar de ser pequeño de estatura tenia unas piernas largas y un trasero regordete, mi mente era un caos al pensar en él pero era ese tipo de caos que amaba.
Harry Potter
— ¿Harry me escuchas? —estaba tan sumido en mis pensamientos que no me había percatado de Hermione, la mire y negué— ¿qué tienes Harry?
— Estoy enamorado Herms —la preocupación abandono su rostro para ser sustituido por una sonrisa tonta— ¿por qué sonríes?
— El amor es hermoso también suele ser cruel muy cruel más sin embargo si se es correspondido puede hacer de tu vida una gran aventura —se encogió de hombros, tal vez ella tenia razón, después de todo yo era correspondido por Severus— ¿y quien es la afortunada?
— Un hombre —dije sin rodeos, sus ojos se agrandaron y su boca formo una gran O, sonreí al ver su expresión, por supuesto que reaccionaria así después de todo me gustó Cho y Ginny, pero sólo fue un gustar como cuando me gustaba mi pelota de goma después de una semana me aburrí de ella y nunca la volví a tocar. Siempre di indicios de que me gustaran las chicas.
— Y-yo no sabia que te gustan los hombres.
— Yo tampoco —y era muy cierto, no creo que me gusten los hombres ni que sea bisexual, esto sólo lo siento por él, ese hombre de cabello largo y negro.
— ¿Estás seguro? Tal vez simplemente estas confundido, suele ser así en la adolescencia, hasta yo he creído sentir cosas por mujeres.
— No, no es cosa de la “adolescencia” —hice comilla con mis dedos, entendía su escepticismo pero aun así me molestaba.
— ¿Bueno entonces quien es el afortunado?
— No te lo diré, eres muy inteligente averiguarlo será tu misión.
— Oh vamos Harry, no me dejes con la intriga —se mordió el dedo pulgar pensativa, no podía decirle que me gustaba el profesor de pociones era como decirle que amaba a los Dementores, ella se burlaría de mi creyendo que estaba mintiendo— p-por favor dime que no es Ronald.
— ¿Qué? —ahora se veía muy preocupada— no te ofendas querida pero Ron no me parece para nada atractivo.
Dio un suspiro de alivio, me reí internamente por lo que dijo, Ron es mi mejor amigo y mi hermano, nunca me vería con él y mucho menos con otro Weasley eran mi familia y los veía como tal.
Querido Diario
Hermione pensó que me gusta Ron ¿estúpido no crees? Él no es de mi tipo, ya sabes adoro a los hombres de color de piel cetrina, de cabello largo y ojos negros, de sangre mestiza, mayor, profesor de pociones, que su patronus sea una cierva y que haya pertenecido a Slytherin... Ah! Cierto hay solo uno y se llama Severus Snape, que afortunado soy de que le guste.
Creo que me gustan los mayores :) espero que para él no suponga un problema.
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Querido diario
FanfictionÉl es mi todo, aquello prohibido que quiero tener a toda costa sin importar que, todo en él me atrae como polilla a la luz porque sé que tarde o temprano me quemaré.