Querido diario

9

Severus Snape

Te extraño. Sin importar cuantas veces me torturen no puedo ceder, debo protegerlo a toda costa no me importaría morir por él porque lo amo.

— ¿Lo amas? No me hagas reír Severus —habló el hombre enmascarado frente a mi, no había podido reconocer su voz, uno de los muchos seguidores de Voldemort que sobrevivió pero no uno de los veteranos él era nuevo y joven— aciertas, soy un mortifago nuevo, cuando comenzó la batalla de Hogwarts me uní a él, bueno —sonrió con malicia— al momento de nacer ya era parte de todo esto.

— Dejame ir —tenía la cara perlada de sudor y los brazos me ardían ya que me los había atado con raíces a los lados.

— Claro que te dejaré ir hermoso —paso su mano por mi cara acariciando, quería apartarla pero no tenía fuerzas— pero no antes de hacer algo.

Narrador omnisciente.

El chico enmascarado susurró un hechizo e inmediatamente las piernas de Severus se estiraron y sus pantalones y calzoncillos habían desaparecidos dejándolo desnudo de la cintura para abajo, al sentir el piso frío se estremeció, un escalofrío recorrió su cuerpo y miro hacia arriba, su agresor se encontraba completamente desnudo y ya no tenia mascara. A Severus le parecía conocido, cabello lacio y ojos negros, de piel pálida pero no se detuvo a pensar en quien era estaba alarmado por verlo sin ropa. El joven se acerco, sus caras a centímetros.

— ¿Puedo besarte? —su sonrisa se hizo más grande, como la de los payasos muggles que Snape tanto odiaba— bueno en realidad ni necesito pedirte permiso.

Roso sus labios una vez, haciendo que el mayor se apartara y lo mirara con asco, el chico se encogió de hombros y metió dos dedos en su boca, chupando y lamiendo de ellos, hacia gestos obscenos tratando de excitar a Severus pero a pesar de escena tan caliente el hombre solo lo miraba con asco. Saco los dedos de su boca y los introdujo despacio en su trasero soltando un gemido se comenzó a embestir el mismo y se fue acercando al hombre atado, se arrodilló -casi acostándose en el piso- agarro el pene flácido de Snape y lo introdujo en su boca, la sensación, el tacto y el rostro de Harry hizo que su miembro se le llenara de sangre a pesar de no querer.

— Para —dijo Snape tirando con fuerza de las raíces, no quería que nadie más lo tocara él era propiedad de Harry Potter, técnicamente estaba siendo violado, obligado hacer algo contra su voluntad. El menor sacó el pene de su boca y comenzó a masturbarlo mientras sacaba los dedos de su interior.

— Eres tan hermoso —dijo el menor, este negó pensando en su chico de ojos verdes y como si la negación fuera para su violador este contesto con voz áspera— no niegues eres tan hermoso como los unicornios.

Severus apretó la mandíbula para no soltar ningún sonido indebido, el pequeño chico posicionó su entrada encima de la punta del pene de Severus quien agrando los ojos de sorpresa, ira y dolor por creer que le estaba siendo infiel a Harry.

— No lo hagas —el menor lo miro y se mordió el labio, envolvió una mano en el cuello del mayor y con la otra agarro su pene y comenzó a penetrarse, inclinó la cabeza hacia atrás. Snape mordió con tanta fuerza el interior de su mejilla al sentir lo estrecho que estaba que se rompió, el sabor metálico de la sangre comenzó a recorrer todo su paladar.

— Se s-siente t-tan bien.

Bajaba y subía sin control alguno y muy rápido disfrutando del miembro que estaba dentro de él, sintiendo lo bien que según él pensaba encajaban.

Severus Snape

Apreté los manos con fuerza, mi cuerpo había cedido a la lujuria pero mi mente no, pensaba en Harry y en que pensaría cuando se enterara de esto, si le daría asco y más nunca volvería a hablarme y me odiaría de por vida, trague fuerte y abrí los ojos, él me miraba con una sonrisa de lado y me hizo recordar con más fuerza a mi chico, la forma de su cara era exactamente igual y su pelo era también una replica, si no fuera por sus ojos color negro, sus pecas y que no usa anteojos pensarías que es Harry Potter.

El chico clavo sus uñas en mi hombro y se inclinó para besarme de manera instintiva aparte el rostro haciendo que me besara el cuello, él lo mordió y lamió.

— Tienes un sabor rico —se apartó y agarro mi cara con su mano dejándola en es lugar y me beso, presione mis labios para que no dejara entrar su lengua pero encontró la manera de entrar e inspeccionó toda mi cavidad bucal con ella, la mordí con fuerza y este se quitó y me abofeteo fuerte— nunca vuelvas hacer eso.

Agarro mis pezones y los torció haciéndome soltar un quejido y aumento las embestidas, gemía, besaba cada parte de mi rostro y de vez en cuando me abofeteaba pero no estaba preparado para el momento de yo llegar al orgasmo, vacíe todo de mi dentro de él y el chico no duró ni cinco segundos y se corrió en mi estomago, dejo caer su cabeza en mi pecho, ambos con las respiraciones agitadas. Estaba molesto.

— Sal de mi ahora —dije entre dientes, el levantó la cabeza y se encogió de hombros, salio de mi de un tirón haciendo que un escalofrío recorriera mi cuerpo.

— Me hiciste sentir tan bien que hoy no te torturare más, así que —agito la varita y los restos de su semen desaparecieron y mi ropa había vuelto— descansa.

Me sentía tan mal, asqueado y sucio, no pude hacer nada me tenia completamente inmovilizado y ahora me daba asco, Harry seguramente no me hablara nunca más y lo entendería pero sentía miedo.

La habitación a oscuras, la única luz era la de una pequeña lampara vieja ya que el lugar en si no tenia ventanas, pegue la cabeza contra la pared y mirando un rato la pequeña llama me dormí.

Harry Potter

Querido diario.

Lo extraño mucho, lamento llenar tus hojas de lágrimas pero no puedo retenerlas porque duele, si alguna vez te llegaran a arrancar una hoja te sentirás vacío, así me siento yo ahora, aún recuerdo su mirada y me arde el pecho, sus ojos y cabello negro los veo en el oscuro techo, ¿por qué no le dije te amo? Pensé que era demasiado rápido y ahora es muy tarde. Lo amo.