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Harry Potter

Parpadee varias veces para adaptarme a la oscuridad y apartar la pereza lejos de mi, fuertes punzadas en mi parte baja me hicieron dar una mueca de dolor y retorcerme.

- Me duele el culo -susurré tratando de no despertar a Sev, el cual tenía una mano envuelta alrededor de mi cintura, nuestras piernas eran un enredo y mi cara la tenía metida en su pecho, así quería despertar todos los días, y gracias a mis estúpidos compañeros de cuarto lo haría. Su mano bajo a mi trasero y comenzó hacer círculos con su pulgar.

- Lo siento -beso mi cabeza, su voz gruesa y ronca por la mañana hizo que mi corazón diera un vuelco- buenos días hermoso.

- Buenos días cariño -mi aliento chocando con sus pectorales, todo en mi quería gritar como una niña por estar tan cerca de él, me sentía muy afortunado de tenerlo y estaba tan feliz que temía mirarlo porque sabia que tenia una sonrisa psicópata en mi cara. Me pego más a su cuerpo y pego nuestras erecciones mañaneras, una corriente eléctrica recorrió todo mi cuerpo y me estremeci.

- Estás tan duro como yo pero no puedo hacerte el amor Harry -quería hacerle el amor, quería que estuviera dentro de mi, lo mire e hice un puchero, su cara se encontraba un poco distorsionada y por primera vez en mi vida me arrepentí de no tener mis lentes puesto- no Harry.

- P-por favor Sevi, te lo suplico -sonrió y negó con la cabeza, comencé a mover las caderas de arriba hacia abajo, haciendo fricción en nuestros penes. Apretó sus dedos en mi cintura y me paro.

- Te duele el culo niño y no quiero reventartelo así que calmate -su mirada era severa, hablaba muy serio, la vergüenza me inundó, seguida por la frustración y finalmente por la ira. Me salí de su agarre y le di la espalda pegandome un poco más a la pared, me cruce de brazos y cerré fuerte los ojos-, no te enojes bonito, no te quiero lastimar eso es todo, no sabes las ganas que tengo de estar dentro de ti.

- Entonces metete dentro de mi -susurré, no esperaba que lo oyera así que me mordi el labio inferior indignado. Su mano volvió a mi cintura y bajo a mi barriga, algo en ese gesto me hacia sentir raro, una preocupación se cernía en mi pero no sabia que era. Pego su cuerpo del mio, pude sentir su pieza metálica chocar con mi trasero, sonreí, de todas las cosas estúpidas que ha hecho Sev esta era la mejor.

- Lo haría bebé pero no ahora.

Me quede petrificado, esa palabra. Bebé. Yo no podía darle un hijo a Sev, me sentí pesado, todo en mi dolía y mis ojos se cristalizaron, yo no era mujer, tal vez el quería llenar una casa con un montón de niños y yo no podía dárselos. Mi labio inferior comenzó a temblar así que lo mordí con fuerza pero un sollozo escapó de mi, Snape se giro y quedamos cara a cara a pesar de no poder verlo bien su rostro reflejaba preocupación, enredo sus dedos en mi cuello y enterró mi cara en su pecho.

- E-esta bien, t-te haré una mamada si quieres pero no llores Harry -negué sorbiendo por la nariz, le clave mis uñas en su espalda, sentía tanto dolor, yo no podía darle hijos y quería hacerlo con toda mi fuerza- ¿por qué lloras bebé?

- P-por eso -trate de controlar los hipidos pero los sollozos lo hacían imposible- n-no puedo darte u-un bebé Severus -sentí su aliento chocar con mi cabeza y apretó más su agarre, no dijo nada, temía que me dijera que me fuera, su silencio significaban solo una cosa y era que pensaba, no sabia que pasaba por su cabeza así que solo me limite a llorar.

- Podemos adoptar, veo que quieres formar una familia conmigo y que te preocupa que quiera ser padre y tu no me puedas dar un hijo -agarro mi cara entre sus manos y me obligo a mirarlo, sorbí por mi nariz- te amo ¿de acuerdo? No importa en donde estemos o si no estas cerca de mi, yo siempre estaré contigo sin importar que, tienes un corazón noble mi amor, pero debes de alejar esa preocupación, podemos tener un bebé, hay muchos niños huérfanos en el mundo.

- P-pero yo te quiero dar u-un h-hijo propio -las lágrimas no se detenían, me dio una sonrisa cálida y beso mi frente.

- Eso no es necesario, padre no es el que fecunda Harry sino el que cría -lo mire dudoso pero asentí, él tenía razón, siempre tenia razón, todas las preocupaciones me abandonaron y me sentí más aliviado que nunca- me alegra que pienses en nuestro futuro.

Besé su clavícula y cerré los ojos disfrutando de la calidez de su pecho, sentí mis párpados pesados y luego todo se volvió oscuridad total.

Draco Malfoy

- ¿Estabas llorando? -Harry asintió, temí que los Gryffindor lo hayan golpeado así que arranque la capa y mire su cuello, tenia moretones en su clavícula, la ira me inundó por completo- voy a matar a Weasley, lo juro.

- N-no fue Ron quien me hizo esto -acaricio la marca con sus dedos y se sonrojo. Oh. Solté una carcajada, él y mi padrino habían tenido una noche de acción, sentí un poco de envidia, no podía tener a mi novio cerca y solo podía conformarme con mi mano, quería sentir a Lucius. Ultimo año en Hogwarts, deja de agobiarte Draco.

- Te debe de doler el culo -palmee su espalda e hizo una mueca. Sabía lo que se sentía y lo vergonzoso que era así que decidí no preguntar más-, tengo haaaambre.

- Siempre tienes hambre Draco -rodó los ojos, asentí. Caminar con Harry a las mazmorras me hacia sentir bien, Crabbe y Goyle no eran para nada divertidos- ¿quieres robar tarta de manzana?

- ¿El grandioso Harry Potter me esta sugiriendo robar? -agarre sus hombros y comencé a sacudirlo- ¿qué hiciste con mi amigo? ¡Dime!

- Suelta -me empujo riendo, agarro mi mano y comenzó a correr.

Odiaba como nos miraban, quería lanzarles un maleficio a todos pero solo podía respirar y hacer como si no me importara. Comer me levantaría los ánimos, pasamos a la cocina y los elfos nos dieron una cálida bienvenida como de costumbre, tortitas, jugo de calabaza, ¡dulces por montón! Estaba en mi ambiente. Le di un gran mordisco a mi tarta de calabaza.

- Ummmn -estaba malditamente delicioso, cerré mis ojos disfrutando del placer que me hacia sentir la azúcar- oye Harry ¿qué le regalaste a Severus en su cumpleaños? Este año pienso darle a Lucius un collar de oro con mi nombre.

Lo mire esperando su respuesta, su cara estaba pálida y la barra de chocolate se detuvo a centímetros de su boca, miraba un punto fijo, perdido, y sus ojos se cristalizaron.

- Soy el peor novio del mundo -comenzó a negar con la cabeza, lágrimas corrían por sus mejillas, me pare para abrazarlo pero me aparto con su mano, me senté de rodillas frente a él.

- Podemos remediarlo Harry, aún no es tarde, cumplió el 9 de enero y hoy es 21 no es tarde, nunca es tarde -me miro y volvió a negar, odiaba cuando hacia eso, se estaba dando por vencido. Agarre su cara entre mis manos.

- Te voy a golpear lo juro, mira tengo mil y un ideas, solo depende de ti si estas dentro o vas a ser un marica y seguir llorando -cerro los ojos con fuerza meditando mis palabras.

- Esta bien -suspiro, sus grandes esferas verdes se abrieron de golpe- ¿qué tienes en mente?

¿Qcreen que tenga Draco en mente?

¿De qué país son?

Querido diarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora