Querido diario

23

Harry Potter

¿Qué no podíamos estar felices y tranquilos por un momento? Estaba cansado, nunca seria libre. Severus me sonrió, sus labios se movieron diciendo un todo estará bien, asentí.

- No teman, soy amigo y enemigo pero puedo ser una cosa más que otra -¿quien era? No sonaba como James, su voz era más aguda y los vellos de mis brazos se levantaron, agarre la sábana detrás de mi y tape mi cuerpo- no, no, no te cubras, te ves muy sexy así.

- ¿Quien eres? -preguntó Snape con el ceño fruncido, su mandíbula estaba tensa, sabía que no era para ocultar miedo sino por el comentario de la voz misteriosa.

- A estas alturas ya deberías saberlo -la manta que me cubría fue jalada con fuerza y cayó al otro extremo de la habitación, un escalofrío recorrió mi cuerpo y un par de manos se cerraron en mi brazo izquierdo, trague fuerte. Sus grandes ojos negros me miraban fijamente, tenia una linea de pecas que recorrían su mejilla pasando por su nariz hasta llegar al otro lado- no temas, no te haré daño.

Su voz ahora era más clara, a James se le cristalizaron sus ojos, era la copia exacta de mi con rasgos de su madre muggle, quería apartarlo y golpearlo pero se veía vulnerable, como un gato encerrado, temeroso.

- Alejate de Harry -la voz de Severus era firme y segura pero su mano tembló. Moví mis labios diciéndole que todo estaría bien repitiendo sus mismas palabras sin emitir ningún sonido, trago fuerte.

- No vengo a lastimarlo, es mi hermano -me revolvió el cabello, agarre impulso para empujarlo pero mis manos atravesaron una densa masa de humo negro, la cual se desplazo a un metro lejos de mi- Harry no lo vuelvas hacer, no quiero lastimarte.

- ¿Qué demonios quieres James? -dije casi gritando, sus ojos se agrandaron y se mordió el labio superior.

- Quiero pedir disculpas -mi corazón dejo de latir por un segundo y luego volvió a estar acelerado, cerró los ojos con fuerza y agachó la mirada- con ambos pero sobretodo a Severus por hacerle lo que le hice, mientras crecía Voldemort metió una ideología en mi, venganza, quería matarte Harry lo juró, quería hacerte sufrir pero todo eso acabo cuando te vi finalmente, eres mi hermano y nada cambiara eso.

¿Estaba escuchando bien? ¿cómo sabía yo si en realidad mentía o no? Me habían engañado tantas veces en mi vida que ya no podía creer en las palabras del malo porque eventualmente haría daño.

- Deja que Severus lea tu mente -tal vez estaba entrenado para engañar por ese medio al igual que Tom pero era lo único que se me ocurría, estaba aterrado y muy enojado, él había abusado de mi amado y la ira hacia hervir la sangre en mis venas, teníamos la misma sangre pero no sentía nada por él ¿no? Pero ahora me confundía y me estaba volviendo loco. Una lágrima resbaló por su mejilla y asintió, se sentó a un lado de mi y miro a Sev, él me dio un ultima mirada dudosa antes de ver a James y pronunciar Legeremens.

Pase mis manos por mi cabello, me pare y busque en el armario de Sev, me puse lo primero que encontré, su pijama me quedaba grande pero eso no importaba ahora, no podía estar desnudo frente al enemigo, agarre mi varita y me apoye contra la pared mirándolos por unos minutos.

— Debes estar de broma -la risa de mi hombre lleno mis oídos, no sonaba irónico sino triste, estaba de espaldas a mi así que me acerque y toque su hombro, tenia miedo de lo que sea que haya visto en la mente depravada de James, se giro y me miro directo a los ojos, su rostro ya no era de ira solo reflejaba dolor.

— Su mente fue manipulada, él logro liberarse pero de igual manera tenia un objetivo, venganza, había sido enseñado y diseñado para eso —se río de nuevo y agacho la cara— y él va a ser papá.

¿Qué? ¿papá? ¿quien era la mujer embarazada de él? Eso me convertía en tío técnicamente ¿no? Tal vez el que se enterara de que va a ser papá lo hizo reflexionar sobre los atroces crímenes que había cometido, más sin embargo podía ser un truco. Mire a James, sus ojos volvían a estar cristalizados, sus mejillas tenían un leve color rosa y su labio superior temblaba.

— Aún no entiendo que haces aquí pedazo de basura —¿Debía de sentir compasión por él? No podía evitar detestarlo y quería odiarlo pero había algo que no me permitía hacerlo.

— N-no quise hacer las cosas que hice, pero tampoco tenía elección, la misma sangre que esta en tus venas corre por las mías, por favor perdoname.

— ¿Perdonar? Violaste y torturaste al amor de mi vida James —señale a Severus— tal vez fuiste manipulado o no sé quizás sabías lo que hacías y sin embargo seguiste adelante ¿por qué no viniste a Hogwarts? ¿En dónde estuviste todos estos años?

— Sí recibí me carta de Hogwarts pero estudié en Durmstrang es por eso que no me conocías o sabias si quiera de mi existencia.

No existe el bien o el mal sólo el poder y aquellos que son demasiado débiles para usarlo, Lord Voldemort, el mundo no se divide en gente buena y mala todos tenemos luz y oscuridad dentro de nosotros, lo que realmente importa es la parte a la que obedecemos, eso es lo que realmente somos, Sirius. Estaba en mi naturaleza perdonar, podíamos recuperar el tiempo perdido pero ya me habían mentido muchas veces tenia miedo así que sólo daré un salto de fe.

— ¿Sabes otros idiomas? —asintió.

— Búlgaro —empezó a hablar ese idioma con una fluidez increíble como si hubiera nacido en ese país y se hubiera criado por años y así seguramente era.

— De acuerdo puedes remediar las cosas, podemos buscarte un lugar seguro para tu amada y para ti, hablaremos con Dumble...

— ¿Amada? —James frunció el ceño confundido, asentí.

— La chica a la que embarazaste —sus ojos se agrandaron y negó lentamente, su manzana de Adán subió.

— Yo soy el que esta embarazado Harry —mire a Sev confundido, si era una broma no estaba para nada divertido, mi hombre asintió, abrí mi boca por la sorpresa, ¿cómo era eso posible? Era imposible. Nada es imposible con la magia. Dijo esa pequeña voz en mi cabeza, asentí.

— Wow yo emmm, felicidades —metí las manos en mis bolsillos un poco avergonzado y sorprendido.

— No puedes felicitarme Harry.

— ¿Por qué? Tienes un pequeño milagro ahí —señale su barriguita.

— Porque —su labio tembló, Sev agarró mi mano— Snape es el papá.

Snape es el papá, ¿mi Snape? ¿qué le pasaba al suelo? ¿por qué se agrietaba? ¿por qué se estaba cayendo el mundo bajo mis pies!

Perdonen la tardanza problemas familiares u-u mi hermano de 13 se escapo, es un niño inocente con problemas de aprendizaje y fue horrible y realmente no me siento bien emocionalmente. Gracias por estar aquí.