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Severus Snape

No había podido evitar estar nervioso y a la vez muy enojado, ¿por qué tuve que pasar cerca de ese baño?  Harry estaba abrazando a Draco y sentir como la sangre se me ponía caliente de una manera para nada bonita no me impresiono, ese mismo sentimiento lo había sentido con Lily. No quería dejar que mi imaginación volara lejos, él no era nada mío ¿cierto? Pero aun así era mio de alguna forma y era inevitable no sentir celos, lo quería demasiado. Estaba sentado en mi despacho corrigiendo unos exámenes y de mal humor por no poder quitar esa imagen de mi cabeza cuando tocaron la puerta, rodando los ojos y soltando un suspiro me pare y abrí.

— Harry —lo mire confundido, tenía una sonrisa de lado a lado— ¿qué haces aquí? —la sonrisa desapareció, se suponía que iba a venir a las 8 y eran las 6:30 de la tarde, aunque no me importaba su compañía, me miro apenado— no me malinterpretes creí que vendrías a las 8.

— Yo estaba aburrido y q-quería verte.

— ¿Soy tu centro de diversión? —mi voz sonó más gruñona y áspera de lo normal haciéndome sentir mal pues Harry no había hecho nada como para tratarlo así, aclare mi garganta.

— ¿Qué pasa? —estoy celoso mi amor— ¿hice algo malo?

— No, pasa —me hice a un lado y lo deje entrar, cerré la puerta y esquivándolo me senté en mi escritorio. No seas imbécil habla con él ¿cómo estuvo tu día Harry?

— Raro —lo mire, mi estomago se contrajo, su cara agachada y sus manos entrelazadas. Él había venido con una sonrisa y yo se la quite, soy un imbécil, me pare y senté junto a él.

—  Cuentame —poso sus ojos en mi y me miro dudoso.

— Ginny me coqueteo —mordí el interior de mi mejilla para no insultar a la zorra esa— por supuesto la ignore y la mande a la verga y Draco y yo nos hicimos amigos —más que amigos según vi.

— ¿Qué dijiste? —me maldije internamente por haberlo dicho en voz alta, frunció el entrecejo— ¿es por eso qué estás así? —asentí— ¿qué fue lo que viste que te molesta tanto?

— Como estaban bien abrazados en el piso.

— ¡Estaba consolándolo! —se veía muy enojado y quería reír y a la vez azotarlo pero no podía hacer ninguno de los dos. O tal vez . Sonríe, agrandó los ojos— ¿de qué te ríes Severus Snape?

— De lo hermoso que te ves enojado —me señalo, su dedo quedando a un centímetro de mi nariz, levante una ceja, lo agarre y de un tirón lo acosté en el sofá y me puse encima de él sujetando sus manos por sobre su cabeza— ¿no te han dicho qué es malo señalar? ¿o debo enseñarte, mocoso?

— Sueltame —se removía debajo de mi intentando escapar pero lo que no sabia era que estaba rozando mi entrepierna calentandome. Besé su cuello y mordí aún ponía resistencia pero era divertido verlo así.

— No me gusto verte abrazarlo así Harry —un escalofrío recorrió su cuerpo, baje mis labios a su clavícula y la mordí, soltó un quejido— sé que Draco esta triste por lo de Lucius más sin embargo él debe respetar lo que es mío.

— ¿E-estás celoso? —lo mire y ahora era él el de la sonrisa— solo somos amigos y eso estaba haciendo darle mi apoyo como el buen amigo que soy.

Rodé los ojos, estaba más claro que el agua que estaba celoso pero ni por mil galeones de oro lo admitiría. Sostuve sus manos con una sola mía y subí su camisa parar seguir bajando plantando besos por su pecho, abdomen mordisqueando un poco el ombligo y lamer la hilera de vello en su barriga haciendo que se retorciera y soltara un gemido, la serpiente en mi decía que lo tomara lo hiciera mío allí mismo, pero al ver su rostro sonrojado, inocente y como se mordía el labio no podía, quería que su primera vez fuera especial. Lentamente solté sus manos y baje sus pantalones, hoy no tomare su virginidad pero me divertiré contigo, saque la varita de mi bolsillo y agitándola hice aparecer una cuerda que se fueron enrollando en sus manos, Harry no pareció notarlo sólo tenia los ojos cerrados, agarre su boxer con mis dientes y los baje despacio sólo para oler su esencia, solo sudor, su miembro salio dando un brinco, sin resistirme más lo sople haciendo que Harry arqueara su espalda.

— ¿Te gusta? —asintió sin mirarme— ¿puedo hacerlo un poco rudo? —abrió los ojos de golpe y me miro dudoso luego de inspeccionar mi rostro unos segundos y mirar sus manos atadas asintió. Apunte mi varita a sus ojos e hice levitar sus lentes a la mesa junto a mi y en su lugar hice aparecer una cinta al rededor de sus ojos.

Lamí su tronco, sentir su carne palpitar en mi lengua no tenia precio, mi parte baja ya no podía llenarse más de sangre pedía a gritos que la liberara pero aún no era el momento correcto, le di vuelta para tener mejor vista de su trasero y estando sobre él agarre sus hombros y presiones mi entrepierna en sus mejillas, embistiéndolo con fuerza con mi ropa de por medio y haciéndolo soltar varios gemidos acerque mi boca a su oído para que escuchara mis suspiros.

— Te necesito Sev —¿Sev? Eso es nuevo— por favor follame.

— No Harry —mordí su oreja— ya llegara nuestro momento pero ahora este es el mío.

Pare mis embestidas y me puse de pie, masaje su glúteo derecho y lo azote con fuerza haciéndolo soltar un quejido subí un poco a su espalda e hice lo mismo, sentir mi mano hacer contacto con su piel era excitante, subí a su cuello rasguñandolo y cerré mi mano con fuerza en el, baje mis pantalones quedando solamente en calzoncillo y agarrando un puñado se su pelo y alzando su cara presione mi entrepierna en ella, se sentía bien pasar mi polla sobre su cara y sobretodo por su boca, sacó su lengua y comenzó a lamer, no lo iba a detener hasta que roso sus dientes en mi tronco, pegándole con fuerza con mi polla dura enterré su cara en el colchón del sofá, poniendo mis garras en su cuello fui bajando hasta llegar a su trasero y azotarlo con fuerza nuevamente, me puse de rodillas para morder, besar, lamer y acariciar su lindo culo.

— Te necesito —dijo tras soltar un gemido, dándole los últimos azotes y de observar lo rosada que estaba su nalga me posicione sobre él, pase una mano por debajo de su cintura levantándolo un poco para tener su trasero un poco más elevado.

Agarre su miembro entre mi mano y comencé a masturbarlo, baje mi ropa interior y metí mi polla entre su culo teniendo cuidado de no penetrarlo hacíamos un bonito Hot Dog, presione sus glúteos con una mano para que mi amigo no se saliera y volví a embestirlo.

— Eres tan d-dulce —dije entre jadeos viendo su cara de lado y como gemía.

Presione su pene e hice círculos en su glande con mi pulgar al sentir su liquido pre-seminal, las gotas de sudor recorrían su espalda mientras la arqueaba, un hilo de saliba salia de su boca y sus quejidos y gemidos hicieron que llegara al orgasmo con un gruñido, mi semen salia a chorro mientras impacta en su espalda y él me siguió al segundo con un grito majestuoso, me desplome sobre su cuerpo.

— Q-quita la v-venda y soga —con la respiración agitada levante la varita e hice desaparecer ambas cosas, se removió debajo de mi para quedar cara a cara conmigo y tener un escalofrío al tocarse nuestros miembros, sus hermosos ojos esmeraldas recorrían mi rostro— te quiero mucho Sev.

— Lo que siento por ti es más que un querer amor —pegue mi frente con la suya y sonreí— ¿sigue en pie lo de ir a las tres escobas?

— Por supuesto —planto un beso en mis labios y me dio una sonrisa ladina.

Querido diarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora