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Severus Snape

El llanto de un bebé recién nacido lleno por completo la habitación, Harry Snape había dado a luz a una hermosa niña, mi hermosa niña, ni siquiera pude verla, se la llevaron de inmediato para hacerle chequeos pero aquí me encontraba con una de mis cuatro personas favoritas en este mundo y si espere por ella siete meses puedo esperar unos minutos más.

- Severus -me miro, su cara se encontraba perlada de sudor y completamente roja, me acerque a él y le agarre la mano- ella me dolió más que James y Albus, realmente pensé que me desmayaría cuando comencé a sentir las contracciones.

- Pero ya todo paso -besé sus nudillos- deberías dormir un poco, prometo despertarte cuando vuelvan con Lily.

- Lily -susurro y cerro los ojos con una pequeña sonrisa en su rostro, casi de manera inmediata se quedo dormido. Mis emociones estaban descontroladas, sentía tanta felicidad y a la vez una pizca de tristeza porque mi suegra y la que siempre seria mi mejor amiga no conociera a sus nietos y molestia con los sanadores por haber hecho esperar tanto a mi esposo.

Jale una silla y me senté junto a Harry, acaricie su mano, respiraba con más calma, realmente la había pasado muy mal. Estábamos comiendo con los niños cuando comenzó a sentir mucho dolor, entre en pánico porque cuando nacieron nuestros hijos varones nunca puso una cara de horror en lo absoluto, Harry dijo que llamara a Hermione de su teléfono y eso hice de forma inmediata, ella no tardo ni 5 segundos en llegar. La puerta se abrió sacandome de mi ensoñación.

- No quise hacer ruido lo siento -sonreí haciendo caso omiso a su comentario y estire mis brazos para que me diera a mi hija de una vez por todas- felicidades a usted y a su esposo.

- Me lo dijo cuando nació Sirius y Snape, gracias por su trabajo con Eileen -el hombre de cabello marrón con lentes de media luna parado frente a mi se sonrojo, no creo que tuviera más de 24 años y sus ojos color gris eran muy llamativos, sin mencionar lo guapo que era, Harry y yo discutimos un par de veces por creer que él nos coqueteaba pero sólo es un hombre muy amable. Por su bien espero que así sea.

- N-no es nada, bueno volveré en diez minutos por ella -dio media vuelta y salió cerrando con cuidado la puerta.

No podía despertar a Harry, lo miré, dormía tan plácidamente, su pecho subía y bajaba calmadamente, nuestra hija llevaba el mismo ritmo que él. Agarre su pequeña mano, era tan diminuta, temía hacerle daño pero tampoco quería soltarla.

- Hola princesa -pase mi pulgar por su palma- soy tu papá Severus, tu otro papá esta dormido ¿lo ves?

Señale a mi chico, Lily hizo una mueca, no sé si de sonrisa pero me pareció que así era, bese su frente.

- Dame a mi princesa mestiza Severus -sonreí y negué con la cabeza lentamente, me levante con mucho cuidado y me acerque a Harry, sus ojos estaban llorosos, le puse despacio a Lily en sus brazos.

- ¿Princesa mestiza? -pregunte burlón y él asintió sin mirarme, me gustaba verlo observando a nuestros hijos, reflejaba un amor increíble en sus ojos, un brillo indescriptible.

- Lily Eileen Snape, soy tu segundo papá y mi nombre es Harry Snape, tienes el nombre de tus dos abuelas aunque estás muy pequeña y no tienes idea de lo que estoy hablando tengo que decírtelo.

Bese la cabeza de Harry, Lily volvió a hacer esa mueca de sonrisa, su cabello completamente negro y esperaba con todo mi ser que sacara los ojos de Harry, unas hermosas esferas color verde. Saque el teléfono de Harry de mi bolsillo y alejándome un poco de la cama les tome una foto, mi esposo me miro y sonrió.

- ¿Quieres agua? -asintió y volvió a poner su vista en la bebé, me voltee para agarrar la garrafa cuando...

- Severus, Severus, Severus -me acerque a ellos rápidamente, mire a mi hija y a Harry, no se habían movido de su posición original- Sev sus ojos.

Lily parpadeo lentamente, los niños nacidos de parejas hombres se desarrollan más rápido, mis hijos eran la prueba de eso. El color de los ojos de mi niña era negros con verde alrededor del iris, una combinación muy hermosa.

- Creo que ambos perdimos la apuesta cariño -le susurré a Harry anonadado.

11 años después

- Lily Snape -mi hija se acerco al taburete con paso seguro, sin titubiar y con su típica mirada indiferente, McGonagall le puso el sombrero seleccionador.

Mi corazón latía fuerte como la primera vez que vi a mis dos hijos sentados allí mismo, el sombrero tardo menos de 1 minuto en mandar para la casa Gryffindor a James, me sentí un poco decepcionado pero la vez realmente muy feliz, había hablado con Harry para comenzar a trabajar de nuevo en Hogwarts cuando James recibiera su carta y para la suerte de los dos necesitaban un profesor de DCAO, no quería que aceptará ese puesto, yo quería seguir como profesor de pociones pero no importó cuanto le insistí igual decidió trabajar aquí y en realidad nos iba muy bien, Lily, Albus, Harry y yo vivíamos en una habitación más grande que la que tenia cuando trabaje aquí, en las mazmorras, nuestros horarios estaban diseñados para que cuando yo diera clases el estuviera con los niños y cuando el diera clases yo me quedara con ellos, Dumbledore también hacia de niñero de mis hijos y su hijo Percibal Wulfric Dumbledore era un excelente niño, su otro padre más joven lo venia a visitar de vez en cuando, ya salido del hospital San Mungo después de tres años internado, si no es por Dumbledore hubiera ido a Askaban. Albus miraba a su hermana expectante, él había sido elegido para la casa Slytherin, recuerdo perfectamente que en ese momento me levante y aplaudí, me vi estúpido pero la emoción pudo más conmigo, Albus me había comentado que le gustaba el hijo de mi ahijado Draco, Scorpion y por los rumores que circulaban por el colegio ya estaban juntos, James salia con mini Lupin una pareja muy afectiva para mi gusto.

- Han pasado dos minutos Severus -me susurro Harry en el oído. Asentí dándole la razón, pase mi mano por su corto cabello y el paso la suya por el mío, el cual me llegaba por la cintura, suspire, a mis hijos, sobre todo a Lily, y a él le gustaba así y como no les podía decir que no, no lo corte. Enrede los dedos de mi mano con los suyo y la puse sobre mi pierna.

- Rev-Slytherin -¿el sombrero se contradijo? No, no podía ser, Harry se paro y comenzó a aplaudir con fuerza, me reí y lo jale hacia abajo para que se sentara, James me miraba riendo me encogi de hombros. Harry apoyo su cabeza en mi hombro.

- Estoy tan feliz, Lily se parece mucho a ti, tiene esa mirada fría, su cabello negro por la cintura y es buena en pociones, será una de las mejores estudiantes, lo sé.

- También en quidditch, tiene complejo de héroe como tu y es amable, mientras que James tiene todas mis cualidades y Albus todas las tuyas, Lily es la combinación de ambos.

- Nuestros hijos son perfectos los tres y dime tu secreto para no envejecer Severus -me dio un codazo- porque estás igual que cuando nos fuimos de esta escuela, ni una sola cana tienes.

- Soy el amo de las pociones corazón -sacudí mi cabello hacia atrás y rodé los ojos. Soltó un pequeña carcajada.

- Te amo tanto -dijo entre risas.

- Yo te amo mucho más.

- Yo te amo de aquí a las estrellas -dijo mirándome fijamente.

- Yo te amo de aquí a otras galaxias.

- ¿Así de mucho? -bese su frente.

- Mucho más.

- Entonces me sigues amando así de mucho -dijo para si mismo, asentí, lamió sus labios y sus hermosos ojos se iluminaron- ¿Después de tanto tiempo?

- Siempre.

Fin.

Querido diarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora