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Severus Snape

Ahora las cosas estarían bien, ya no tenia esa duda y desconfianza sobre si él me amaba o no, pero ¿quien querría a un viejo como yo? Sólo él al parecer y temía poder lastimarlo, no quería dañar a una excelente persona como Harry, quien había pasado ya por mucho, nacido con la soga alrededor del cuello y aún así sobrevivido. No sabia nada acerca del amor y me asustaba adentrarme a lo desconocido pero si era con él realmente no me importaba, hacia de mis clases una fiesta con solo estar sentado en el pupitre más sin embargo cuando se iba todo volvía a ser rutinario para mi, los mismos niños incompetentes explotando los calderos y haciendo mal sus pociones. Harry vendría esta noche a mi habitación, esperaba con ansía su visita, hablar con él es fascinante esta lleno de ideas locas y conspirativas, un adolescente lleno de vida.

Mientras corregía los trabajos y a la vez pensaba en el bonito trasero de Harry escuché que tocaron la puerta, trague fuerte, tome una bocanada de aire y la solté lentamente tratando de calmar mis nervios. ¿estaría hermoso como siempre? Él siempre estaba hermoso no sé en que tonterías pienso, peine mi cabello con los dedos y sacudí mi camisa a pesar de que no tenia nada. Tome el pomo de la puerta y lo gire abriéndola. Este sentimiento jamás desaparecería al verlo, era tan extraño y fascinante como cuando vuelas en una escoba por primera vez, ese cosquilleo en tu estomago y la sensación de sentirte libre, a gusto, calmo y a la vez agitado entonces ¿este era la famosa emoción llamada amor? Me quito el sombrero delante de usted, aunque sea cruel y una despiadada sin piedad también es la brindadora de los mejores momentos de la vida. Me hice a un lado y le indique con la mano que pasara, sus mejillas estaban un poco sonrojadas y sus manos entrelazadas, tenia la misma expresión que cuando algo le preocupaba. Me acerque y lo abrace por la cintura.

— ¿Qué pasa Harry? —susurré en su oído haciéndolo estremecer.

— Toma asiento, necesito hablar de algo contigo —toda la emoción que había en mi se esfumo y dio paso al temor. Apretando los dientes me separe de él y me senté en el sofá mirándolo.

Temía perderlo cuando apenas lo tuve ayer, él no era un objeto por supuesto que no, no era propiedad de nadie aunque quisiera con todo mi ser que él dijera que era mío. Su manzana de Adán subió y bajo, soltando un suspiro se acerco a mi, todo mi cuerpo se tenso cuando se arrodillo, su cara era un completo acertijo, y ese acertijo solo miraba mi entrepierna, sus manos se acercaron al botón de mi pantalón para desabrocharlo.

— ¿Qué haces Harry?

— Dando mi prueba de amor, ahora levanta un poco tu sexy culo —enarque una ceja no lo creía capaz, hizo un puchero, un gesto que me resulto muy tierno— por favor Severus.

Con una sonrisa ladina le hice caso y él bajo mi pantalón y calzoncillo. Su mirada recorrió mi longitud mientras se mordía el labio. Agarro mi miembro flácido entre su mano.

— Toca más y veras como cobra vida —soltó una pequeña risa la cual hizo aparecer de nuevo la mía.

Comenzó a bajar y subir su mano lentamente mientras miraba fascinado como este comenzaba a llenarse de sangre ensanchándose y tomando altura hasta estar completamente erecto, Harry era un total inexperto en esto, sus manos temblaban.

— Hazlo un poco más rápido Harry —con las mejillas sonrojada asintió y su mano tomo más velocidad, ahora si estaba completamente duro— usa tu boca.

Lamiendo sus labios volvió a asentir y su boca se acercó a mi glande plantando un pequeño beso, su lengua hizo círculos en el y lo comenzó a lamer como si fuera una paleta, una mano me masturbaba mientras que con la otra se masturbaba él. El placer era inexplicable, me sentía en un lugar totalmente distinto, en donde podía soltar leves gemidos y escuchar el dulce sonido de sus lamidas y como se tocaba, agarre un puñado de su cabello entre mi mano y baje más su cabeza para meter de lleno mi pene en su boca, él no me detuvo, al contrario quitó su mano agarrando mi pierna y halando un poco mis vellos. Comencé a embestir su boca lentamente, disfrutando de lo cálida que estaba y lo bien que cabía mi pene en ella aunque este llegara hasta su garganta a Harry no parecía importarle.

— Que garganta más profunda mocoso  —roso sus dientes en mi tronco haciendo que un escalofrío para nada bueno me recorriera— era jugando.

Sonreí y embesti con fuerza su boca hasta tocar con más profundidad su garganta, saco mi miembro de su boca.

— Oh anciano, no debiste hacer eso —su sonrisa se ensancho, se levanto del suelo y se sentó en mis piernas, ahora podía ver con más claridad su lindo mini Harry.

Mentiría si dijera que nunca pensé en el y por fin estaba ante mis ojos, un lindo pene de dieciséis centímetros de normal grosor con un glande muy rosado, enrolle mi brazo en su cintura acercando su miembro un poco más al mío y con la otra mano los envolvi y comencé a masturbarnos.

— Se siente bien —las palabras se le entrecortaban y movía sus caderas. Acaricie su glande sintiendo el liquido pre-seminal ¿Quién iba a pensar que era un pequeño pervertido? Sus mejillas tenían un rojo intenso y sus ojos brillando de la excitación me observaba.

Soltaba gemidos que tendrían un diez si estuviera en un concurso, echó su cabeza hacia atrás dejando al descubierto su hermoso cuello, no me resistí y lo besé, gotas de sudor corrían por él las cuales lami y al hacerlo acaricie su vena, baje y mordi su hombro haciendo que soltará un gemido y diera un pequeño salto, subi mi boca a sus labios y los comencé a mordisquear, suaves y rellenos no como su miembro duro y erecto. Sus manos se cerraron en mi cuello acercandome más, metí mi lengua dentro de su cavidad bucal, entonces este es mi sabor, esa boca ahora me pertenecía, era toda mía, la habitación estaba espesa de lujuria y sus pequeñas garras se clavaban en mi cuello.

— Estoy llegando Harry —jadee en su boca sin parar de besarlo y acelere el ritmo de mi mano.

— Vamos correte, agh, agh —y tras presionar y escucharlo gemir y jadear nos vinimos al mismo tiempo y gritando al unísono, el esperma aún salia de ambos haciendo impacto en nuestros estómagos y mi mano. Enterré mi cara en su pecho agitado, tratando de controlar mi respiración.

El reloj sonó marcando las doce, no quería separarme de él, me gustaba sentirnos juntos me hacia sentir especial y eso nadie nunca lo había logrado.

— Tengo que irme Sev —trato de levantarse pero lo impedí envolviéndolo con mis brazos y dejándolo en su sitio el cual era mis piernas y nuestros miembros juntos— esta bien sólo un un minuto más.

Y así nos quedamos por un rato mi cabeza enterrada en pecho y hablando de tonterías hasta que se durmió en mis brazos, con mucho cuidado lo acosté en mi cama. Abrí un cajón y saque un pequeño cuaderno con una pluma.

Hola de nuevo “diario” aunque sabes que detesto decirte así, en fin, esta madrugada te traigo buenas noticias, uno de mis sueños eróticos se hizo realidad, el amor de mi vida me hizo sentir bien, no entraré en detalles pero dejame decirte que su pene es tan lindo como lo imagine.

Ciao signorina lei parla italiano? :3 soy una craaack.
Oigan nenas diganme en que casa de Hogwarts quedarían yo hice un test y quede en Gryffindor, dos veces luego lo manipule para quedar en Slytherin xD >:)

Querido diarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora