Severus Snape .
Paramos abruptamente, mire la puerta con desprecio y recelo, Harry hacia lo mismo.
- Severus -la voz ahogada de Dumbledore se escuchaba al otro lado de la puerta, suspire de alivio y seguí moviendo mis caderas.
- Albus, estoy un poco ocupado -quite la mano de Harry de nuestros miembros y comencé a masturbarlo con dureza.
- Entiendo ¿Harry está contigo? ¿están bien? -la boca de mi ojiverde formaba una gran o, su espalda estaba arqueada y sus manos se apoyaban en mis piernas clavandome las uñas.
- Sí y sí.
Mi miembro gritaba por atención, agarre a Harry por las caderas y lo subí un poco, el agrando los ojos sabiendo que iba hacer, escupí en mi mano y esparcí la saliva por mi tronco, haciendo masajes en mi glande con la palma. Sus pies estaban a cada lado de mis caderas y subió su trasero esperando por mi.
- Vamos S-Sev -susurro, y posicione mi glande en su anillo sobandolo de arriba hacia abajo, dilatandolo un poco, presione un poco metiéndolo y luego lo saque, se mordía el labio con fiereza, su excitación se pegaba a su vientre.
- Severus, sé que esto debe ser muy difícil para ti -siguió Dumbledore, el pequeño agujerito de Harry estaba apretado, mordí el interior de mi mejilla para no gemir. Albus seguía hablando pero yo ya no lo escuchaba.
Aparto mi mano de mi longitud y comenzó a enterrarselo él mismo, agarre su trasero y lo apreté con fuerza abriéndolo más, podía sentir lo cálido que se encontraba su interior, hacia muecas de dolor y placer, y eso me hizo clavarsela de una estocada.
- Agh -medio grito medio gimió y se tapó la boca de inmediato, quedando sentado sobre mi, sonreí y Albus dejó de hablar.
- ¿Harry está bien? -movi mis caderas hacia arriba fuerte.
- Agh sí, sí, e-estamos -dijo comenzando a mover sus caderas de arriba hacia abajo, apretaba su culito y la calidez de su interior me llenaba por completo- jugando, ya bajaremos a desayunar.
Le di una fuerte estocada, me frunció el ceño y apoyo sus manos en mi pecho clavando las uñas, sonreí lascivo.
- De acuerdo nos vemos después.
En ningún momento se escucharon sus pasos de ida. Maldito viejo pervertido. Sonreí y comencé a darle fuertes penetraciones, mis testículos chocaban contra él y su miembro iba de su vientre a mi estomago, sus gemidos no se hicieron esperar, enterró su cara en mi cuello y aproveche el movimiento para morder el suyo, chupaba y succionaba, el sabor salado de su sudor me excitaba más, baje mi boca a su hombro.
- Ummm, agh, si Sevi -¿Sevi? Ese era nuevo, azote su culo con fuerza haciéndolo soltar un grito.
- ¿Qué pasa león? Pareces un gato -me miro sonriente y maullo, agarre su labio entre mis dientes y lo mire directo a los ojos. Negro contra verde- te amo.
Agarre un mechón de su cabello y lo puse detrás de su oreja. Me dijo un muy bien te amo gemido, y sentí su espeso líquido chocar en mi vientre, ni siquiera había notado que se estaba masturbando. Yo también sentía mi punto de quiebre llegar, así que pare y saque miembro de su interior. No podía embarazar a Harry, no ahora.
Lo acosté en la cama y me puse encima de él. Empecé a taladrar mi longitud, viendo su pecho subir y bajar acelerado, su boca entreabierta, y sus manos tocando mis testículos.
- Correte vamos -dijo, y así le complací.
Con fuertes espasmos me vine en su estomago. Caí sobre él agotado, su fuerte respiración y la mía se unieron como al compás de una canción. Me levante sobre mis codos y le sonreí.
- Dumbledore esta ahí -le susurré, el agrandó los ojos y soltó una carcajada. Me levante de un salto y agitando mi varita nos limpie y vestí- vamos.
Le agarre la mano y lo jale para levantarlo, casi cae de cara al piso pero lo agarre por la cintura y lo estabilice pegandolo a mi pecho. Chasque la lengua y lo levante poniéndolo en mi hombro, no dio queja así que me apresure para llegar a la puerta. Agarre el pomo y la abrí de inmediato, no había nadie.
- No hay nadie Sev -suspire, y cerré la puerta, no di ni el tercer paso para llevarnos al comedor cuando Harry comenzó a golpear mi trasero.
- ¿Qué pasa bebé? -soltó un pequeña risa.
- Mira la puerta Sev -me gire para poder mirar lo que me decía, solté una carcajada, había semen chorreando en ella- que asco, no sé como un anciano como él sigue teniendo sus testículos llenos de esperma.
Le di un golpe en su nalga izquierda.
- Tienes una boca sucia Harry -araño mi espalda, sonríe y volví a azotarlo saliendo de mi habitación.
- No dije ninguna grosería, dije testículos y esperma, o querías que dijera bolas y leche -se quejo, su demandante voz sonaba más tierna que gruñona.
- Te voy a comer esas bolas me tragaré toda tu lechita si no te callas Harry -todo su cuerpo se tenso ante mi comentario teniendo como consecuencia que pegara su entrepierna a mi hombro y que soltará un gemido.
- C-callete serp-piente.
- Si quieres insultarme primero debes aprender a no tartamudear -sonreí, sentí como se cruzaba de brazos disgustado.
Abrí las grandes puertas del comedor y entre sonriendo, esto era totalmente oficial, si no fuera tan joven le pediría que se casara conmigo en este preciso instante pero aún tiene tiempo para saber si se quiere quedar toda una vida conmigo o conocerá a otra persona y de nuevo me quedare solo hasta el final de mis días, pero por ahora lo disfrutaba al máximo. Todas las miradas se posaron en nosotros, curiosas, asqueadas, enojadas, ¿un Gryffindor con un Slytherin? ¿un profesor con un alumno? Lo dirán eventualmente, que escándalo, todo era realmente absurdo y tenia la ventaja de que Harry es y será siempre el chico que salvo el mundo mágico así que por el momento él era el rey de todo, él era el novio del príncipe mestizo. Lo deje en la mesa de los Gryffindor cerca se Neville y le di una mirada asesina a Ron, agarre sus mejillas y le di un corto beso a mi ojiverde, sus ojos estaban muy abiertos y sus cara roja como tomate.
- Nos vemos ahora mi amor -hasta el más sordo escucho lo que le dije puesto que el lugar estaba en total silencio. Me di la vuelta y camine a la mesa de profesores y ahí lo vi, al final de la mesa estaba sentado James, con los ojos rojos e hinchados mirando melancólico a Harry, como si nadie se percatara de su presencia. Él no me arruinará el día, no lo dejare y menos porque siento en los huesos que ese niño no es mio. No, no, no.
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Querido diario
FanfictionÉl es mi todo, aquello prohibido que quiero tener a toda costa sin importar que, todo en él me atrae como polilla a la luz porque sé que tarde o temprano me quemaré.