Capítulo 39: "Hogsmade"

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-¡Vamos Lani!¡DESPIÉRTATE!-Mel me grita en el oído para levantarme.
-Ya voy.-me levanté e hice todo lo necesario en el baño, me até el cabello en una cola de caballo como de costumbre, me vestí con un pantalón azul de jean, una remera fina mangas largas blanca, una campera abrigada, gorro de lana gris y un bolso con dinero, procuré que en e bolso haya espacio para dulces.-Lista.
Salimos del castillo y nos subimos con Ginny a una carroza para ir a Hogsmade. Nos tocó sentarnos con Hermione, Lavander, las hermanas Patil, y Neville (Naturalmente, el pobre al igual que yo, no soporta charlas tan vanales como las de Lavander y sus amigas.)
-Neville, ¿Qué harás cuando llegues?-le pregunto sacándolo del trance que tenía con el cielo.
-¿Eh?¿A mí?
-Sip. ¿Qué harás en Hogsmade?
-Supongo que revisar las vidrieras, y tomar una cerveza de manteca.
-Yo también-dijo Parvati, hastiada de la conversación fresita de su hermana y Lavander. Luego, Padma volteó dejando a Brown hablar sola.
-Estamos por llegar.-anuncia Lavander enojada.
-Aún faltan un par de minutos.-le contesta Ginny sin expresión.

-Ginny, lamento decírtelo así, pero necesito ir a las Tres Escobas.
-Ya me lo habías comentado.
-¿En serio?
-Sí, yo te acompaño. Estaré por aquí.-señala una mesa dentro del lugar junto a la puerta.
A lo lejos diviso a Cedric sentado con alguien más.
Lo saludo pero no me ve, así que me acerco.
-¡Hola Cedric!-lo saludo con la mano.
-Hola Moon.-sonríe abiertamente.
-Buenas tardes, señorita.
-¡Remus!-lo abrazo.-¿Qué haces aquí?
-Vine por tu seguridad.
-¿La mía?
-Sí... y la de Cedric también.
-Queremos hablar de algo muy importante.-llega una mujer para preguntar que queríamos beber.
-Yo nada, gracias.-Cedric me mira extrañado, al igual que Lupin.
-Para nosotros dos cervezas de manteca.-dice Lupin.
-Bueno... Debo comprar un vestido.
-¿Para qué?
-Eso no importa demasiado, lo siento Cedric.
-No hay problema. Pero mantente fuera de problemas.
-Ahora, Leilani...-Lupin se acercó más a mi y a Diggory para que lo escuchemos.-Nos enteramos que El-que-no-debe-ser-nombrado, sabe acerca de tus capacidades.
-¿Él lo...lo...sabe?-señalo disimuladamente a Cedric.
-Sí. Sólo lo sabemos Cedric, Tú, Dumbledore y yo.
-Bueno... Y supongo que es un problema porque, rápidamente conseguirá lo que quiere si me encuentro entre sus tropas.
-Si...
-¿Ustedes dudaron de mí... en algún momento?
-Para nada, nosotros no.-Dumbledore... Esto me apena, no puedo creer que el director, la misma persona que me llamó para asistir a Hogwarts, dude de mí. Luego hablaré con él.
-Queremos que te cuides la espalda, y te alejes de las personas peligrosas.
-¿A qué se refieren?
-No sabemos, Dumbledore dijo que te juntas con...
-¡Por Merlín! Dice que ando con malas juntas por hablar con un par, literalmente, UN PAR de Slytherins.
-Solo queremos lo mejor para ti, Lani.-Lupin me mira a los ojos y me coge de la mano como un padre.
-Lo sé... Me alegra que ustedes no hayan venido sólo a decirme que hacer y que no. No soporto a Umbridge.
-Nadie lo hace. ¿Para qué quieres el vestido?
-Remus...-le advierto.- Si se los digo no les agradaría demasiado, creo yo. Porque me estoy metiendo y jugando en la boca del lobo.-me miran extraño.-Metáfora muggle.
-Lo sé.-dijo el profesor.- Y eso me preocupa.
-Tranquilos, estaré bien.
-Bueno... Lani, ¿necesitas ayuda con el vestido?
-¿Enserio lo dices, Cedric?-lo miro asombrada. Más perfecto imposible espero que se case con alguien que lo merezca.
-Claro que sí. Creo que vas a necesitar el punto de vista de un chico.
-Excelente. Tengo ayuda de Ginny, ¿La conoces?
-¿La pequeña Weasley?
-La misma.
-Un placer verte Lani.-se despide Lupin levantándose de la mesa luego de terminar su cerveza de manteca de un trago.
-Igualmente, profesor.-sonrío con la última palabra.
-Bébete eso y ven Cedric. ¿Te molesta si te digo Ced?
-Para nada.
-Allí está Ginny.-la señalo, aún sigue sentada en su mesa. Con un movimiento repentino, rompe y tira al piso el diario El Profeta, que seguramente insultó de nuevo a Harry, y agarra un ejemplar viejo de Corazón de Bruja.
-Vamos...
Caminamos hasta la mesa de Ginny, y luego de que Cedric la salude salimos del lugar, un viento gélido me golpea las mejillas y me ajusto mejor la campera. Caminamos por los corredores de nieve y entramos en una tienda con buena pinta.
-Buenas tardes.-nos llama la atención la vendedora.
-Hola. Buscaba un vestido para una fiesta.
-Perfecto. Aquí hay algunos, y por allí se encuentran los vestidores.
Ginny me acompaña a los vestidores mientras que Cedric revisa los vestidos con cara de disgusto, al parecer no hay nada bonito.
-Pruebate este.-la colorada me alcanza un vestido con falda campana y strapless, es todo gris y con algunas flores delicadas blancas en el hombro. Es muy lindo.
-¿Tiene otro talle?-pregunto conteniendo la respiración.
-No. Son talle único.
-Mierda. No le entraría ni a mi gato. Siento un extraño sonido y salta un botón de la espalda, clavándose en el espejo y agrietadolo.
-¿Ginny? Ven aquí.-la llamo.-Tráeme disimuladamente mi varita. ¡Por favor!
Cuando me la entrega, arreglo primero que nada el espejo, y luego el vestido una vez que me lo saco.
-Una pregunta... ¿Todos tienen la misma talla?-le digo a la vendedora.
-Sí, son talle único querida.
-En ese caso...Ginny, Ced, vamos a otro lugar.
Luego de visitar dos tiendas más, sólo queda una. La más vieja del pueblo, que es atendida por un hombre con cara de pocos amigos. La esperanza que tengo en encontrar un vestido adecuado es cada vez menor.
Al ingresar saludamos y preguntamos por un vestido.
-Dejenme ver que encuentro. ¿Para la cabeza de fósforo o la cabeza de carbón?-¿¡cómo me dijo!? No me voy de aquí sin lanzarle un maleficio a este tipo, pero primero debo conseguir el vestido.
-Para mí...-le respondo y miro a Cedric que está por estallar de la risa.-No me causa gracia...
-Me conviene no decir nada.
-Creo que sí.-le responde Ginny.
El vendedor aparece con tres bolsas en sus manos.
-Tengo estos. Están hechos para ajustarse a las medidas corporales de la bruja.
-Genial...-susurró Ginny.
-¿Dónde me los puedo probar?
-Allí.-el vendedor señala una cortina que cuelga de un hierro. Al ver mi cara agrega.-A nadie le interesa verte.
Agarro el primero y es feo con felpudo, parece de Umbridge, por eso decidí en un segundo que ni siquiera me lo probaría.
-¿Otro?-Ginny me alcanza uno negro hasta los pies, con cuello alto y mangas cortas. Es bastante sobrio, sin decoración alguna, no es feo pero no lo encuentro para la ocasión.-Sal así te podemos ver.
Camino unos pasos y Cedric observa el vestido no muy convencido, y a Ginny le parece horrible.
-El otro es igual, pero hasta las rodillas.-comenta el vendedor.
-No te favorece.-me comenta Ced lentamente, como si le diera miedo que le tire algo por la cabeza, pero luego se puso más firme.-No destaca nada.
-Lo se.-digo mirándome en el espejo.-Vamos chicos. Veré cómo me las arreglo esta noche.
Me vuelvo a colocar mi ropa y los acompaño a la puerta.
-Un segundo... Olvidé mi bolso.-les digo a mis amigos.-Yo luego los alcanzo.
-Perfecto.
-Niña. Olvidaste tu bolso.-me dice el vendedor. Agarro mi bolso, lo abro y faltan unas cuantas monedas.
-¡Me robó!-le grito.
-No. Tenga, encontré este vestido. Le saqué del bolso el monto del costo del vestido. Si no le gusta, le devuelvo el dinero.
Me entrega un vestido, y yo lo sostengo en el probador. Es... precioso.
-¡Leilani!¿Estás bien? Escuchamos gritos y...-salgo del vestidor con el vestido puesto.
-Wow...-Cedric está anonadado.
-¡ESE ES! ¡Llévate ese!-grita Ginny emocionada.
-Sí. Me encanta.
-Era de... mi sobrina.-dice el vendedor.
-Uhmm. ¿Y que le pasó?-pregunto.
-La asesinaron. Me recuerdas mucho a ella.
-Lo lamento mucho. Perdone, no quise hacerlo sentir mal.
-Para nada, llévalo. Dejarás a todos como a tu novio-señala a Cedric.
-¡Él no es mi novio! Yo no tengo novio.
-Bueno. Esta noche lo conocerás.-naturalmente me sonrojo.

La Aventura de mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora