Capítulo 11:"El viaje."

18 3 0
                                    

-Hola Orne.-la suelto del abrazo.
-Hola.
-¿Estás nerviosa?
-Si. ¿Y tú?
-Mucho.-nos dirigimos todos juntos a la revisión de seguridad, esa que aparece en todas las películas. Pasamos sin problemas y vamos a uno de los kioscos, espero que esta vez terminemos antes de que se estén cerrando las puertas.
-¿Quieres algo?-le ofrezco a la colorada.
-Nada, gracias.-pero la veo mirando fijamente los caramelos Sugus.
-Señor, deme un paquete de gomitas con forma de tiburón, otro con forma de cerebritos y otro más con forma de...Ositos, y además $15 de Sugus frutales.
Me da todos los dulces y a cambio le doy $50. Le entrego los caramelos masticables a Ornella y me los agradece siete millones de veces.
-Pasajeros, el vuelo con destino a Londres sale en diez minutos desde la plataforma 9C-avisa una voz por los parlantes.
Volvemos a dónde están todos y me despido con un abrazo de la madre de Mel. Por lo general general mi mejor amiga no llora mucho, pero en momentos como este hasta un corazón de piedra lo haría.
-Te voy a extrañar demasiado, Canuto.-me dice con la voz cortada y ronca por retener el llanto. La abrazo y estamos varios segundos así.
-Yo también mi Lunática.-digo sintiendo una lágrima cayendo.
-Pasajeros, aborden el vuelo a Londres.
-¡Que voz tan insoportable!-grita Mel al aire.
-Vamos Lani, tenemos que abordar antes de que nos pase lo que la otra vez.-dice mi hermano con tono de tristeza y yo asiento.
-Matt.-lo llama Mel-Eres genial.-Okey, momento histórico: Melissa Ann Black está sonrojada. A lo lejos viene un chico corriendo, sin valijas, hasta donde estamos nosotros.
-¡Leilani!¡Espera!-cuando se acerca veo que es James todo transpirado.
Se para unos pasos más lejos de mí y me habla sin gritar, al contrario de como hacía hace un minuto.
-Quería despedirme, y que hallamos estado tanto tiempo peleados no significa que se hallan borrado los recuerdos de cuando éramos pequeños, y...-toma aire profundamente-Admito que cuando me besaste te rechacé por idiota. Me gustabas, pero ahora quiero arreglar todo y que seamos amigos de nuevo y lamento muchísimo lo que pasó luego del cumpleaños de Mel.-me quedo en shock. Eso jamás lo vi venir, y mis amigos tampoco, porque Mel tiene la boca abierta y Matt está rojo de furia.
-James... Lo hecho, hecho está. Pero si estás siendo 100% sincero.-él asiente.-Creo que podemos ser amigos.-me abraza y se despide.
-Nos vemos Canuto.
-Si, si...-susurro después digo más alto.-Ya vamos.-Matt me arrastra hasta la puerta del brazo y Ornella nos sigue.
Arriba del avión por suerte nos tocan los tres asientos del medio.
-¿Ese es tu novio, Lani?-pregunta Ornella.
-NO.-respondió Matt por mi. Celos de hermano, no estoy segura de cómo reaccione si algún día le digo que me voy a casar, o tener un hijo... O simplemente un novio.
-No, él era mi mejor amigo, y luego nos peleamos por un mal entendido y nos distanciamos mucho.
-¿De qué beso hablaba? Los mejores amigos no se besan.
-Oh...
-Me pregunto lo mismo...-dice Matt sin dejar de mirarme, me arrepiento de haberme sentado en el medio. Siento la sangre subirme a las mejillas.
-Bueno, es una larga historia.
-Tenemos toda la noche, hermanita. Ponte cómoda y cuéntanos.
*FlashBack*
"Estaba en el cumpleaños de Mel de 10 años cuando James se acerca y me dice que lucía muy linda con el vestido que traía puesto. Solo éramos amigos, pero de todas maneras él me gustaba, y mucho.
-¡Gracias James! Tú también.
Me cogió de la mano como siempre hacía y nos sentamos en un escalón junto a la cancha de fútbol. En un momento de la conversación nombró a la chica que lo perseguía a todos lados y él no soportaba.
-¿Y qué te dijo?-le pregunto.
-Que deje de hablar contigo para siempre. Pero no puedo, eres mi mejor amiga.-esas palabras me golpearon en el pecho como balas, porque yo lo quería de una manera inmensa.
-James, si no hablarías conmigo, no podría ser feliz.-me acerqué y lo besé inocentemente. Él me separó de un empujón.
-No te quiero de esa manera.-me dijo y se fue corriendo a jugar con sus amigos sin importarle que yo me hubiese quedado llorando.
Al día siguiente hicimos las paces y nunca más mencionamos el tema, por mas que ninguno lo quisiera aceptar, yo fuí su primer beso y él el mío."
*Fin FlashBack*
Les cuento todo y me miran con ternura.
-¡Eso nunca me lo contaste!-salta Matthew del asiento.
-¡Claro que no! Se le llama recuerdo PRIVADO.
-Todavía no di mi primer beso, ni pienso darlo.-piensa Ornella en voz alta.
-Creeme, tarde o temprano alguien te va a gustar.-le advierto.
-El amor, tarde o temprano, siempre hace daño.
-Cierto, pero también te trae alegrías.-suspira Matt.
-¿Qué es lo que no me cuentas Matt?¿Quien anda ahí?-le clavo un dedo en el pecho.
-Nadie, y si lo hubiera no te incumbe.-ouch, que mal hermano, ya las va a pagar en algún futuro.
-Matt... Soy la peor hermana del mundo.-digo con lágrimas en los ojos.-¿Donde está Aaron?-pienso en mi hermano pequeño y el hecho de no haberlo recordado en todo este tiempo.
-No te lo puedo esconder más. Me lo dijo Sean Resscroff cuando te desmayaste y te llevamos al hospital. Lo encontraron debajo de nuestra madre, lo llevaron a un hospital que no sé ni dónde queda, y...-se le llenan los ojos de lágrimas.-y... Él no recuerda nada, ni nadie.
-¿No recuerda ni a mamá ni a papá?-él niega.-¿A mí?
Me abraza mojando mi playera con sus mocos, no le puedo criticar nada, hice lo mismo.
Un par de horas más tarde pasa una azafata y nos ofrece la cena: Pollo con crema y arvejas, o Carne con arroz y queso.
-Carne para mí.-le pido.
-Que sean dos.-la azafata le alcanza a mi hermano su plato.
-Pollo.-dice Orne.
Luego nos dan una cajita negra, que según me explicaron, dentro tiene una fruta.
A mi hermano le tocó la fruta que más odia: Pomelo. Me río de su desgracia hasta que... Abro la mía, y me tocó un puto pedazo de piña.
-Todo vuelve...-canturreó Matt tapando su bandejita negra. Volteamos y la colorada está disfrutando de una deliciosa manzana verde.
-¿Sabían que a Draco Malfoy le gusta la manzana, y en especial verde?
-Si...-le digo y me imagino a Draco Malfoy sacándole la manzana a ella para comérsela él. Me quedo mirando la manzana de Ornella, y puedo jurar que con solo pensar en Malfoy se me cae la baba.
Cuando terminamos de comer, según el reloj a las 23:07, me arrodillo en el asiento para ver hacia atrás. Tal como pensé, todo el mundo está durmiendo, que aburridos.
Me recuesto en el asiento e intento imitarlos, pero solo puedo pensar en la disculpa de James, siento como si me hubiese sacado un peso de encima. Muchas emociones en un solo día cansan, por lo que termino dormida en menos de cinco minutos.

La Aventura de mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora