Capítulo 5: "Maratón 2/3"

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Ya pasó una semana desde que me sacaron del hospital, por lo tanto estoy viviendo con mi hermano en su departamento y yendo a la escuela normalmente. También hace una semana mis padres fueron asesinados, y una semana desde que no encuentran a mi hermano pequeño. 
Suena el despertador con ese horrible sonido que me despierta todos los días a las 06:00 de la mañana, me levanto y cuando llego a la cocina encuentro mi ropa con un cartelito que dice:
"Buenos días, si estas leyendo esto es porque te levantaste y no dejaste tu trasero en la cama, ponte el uniforme, lávate esos dientes, haz todo lo que necesites y baja que te espero con una sorpresa.
Tu insoportable y muy sexy hermano." 
Por estas pequeñas cosas amo a mi hermano aunque sea insoportable, todos los días desde que estoy aquí me da una sorpresa o algo a la mañana así de esa manera no extraño tanto cuando mi mamá me despertaba, hacía el desayuno, etc. Igualmente, cada vez que pienso en ella se me hace un vacío en el pecho.
Me pongo el uniforme que consiste en una pollera azul, camisa blanca con corbata azul, y zapatos negros. Si hace frío llevamos pullover o buzo también azul. Para ser un uniforme no es el peor.
Voy al baño y bajo por las escaleras porque el ascensor del edificio me da una mala impresión.
"Bien, si miras tu reloj y son menos de las 06:14 (cosa que dudo demasiado) toca la puerta de al lado y dile a quien abra: El señor tenebroso me mandó a asesinar a los sangre sucia del departamento.
Pero si el reloj marca 06:20 ve directo a la esquina derecha de la cuadra.
Nuevamente tu ardiente hermano."
Voy a necesitar que baje ese ego un poquito. Siguiendo sus instrucciones voy a la esquina derecha y le pregunto al hombre del puesto de diarios si vió a mi hermano por alguna parte.
-Si, pasó por aquí y me pidió que le dé esto.-dice entregandome un diario con cómics. En la parte superior había otro papel con una nueva dirección.
"Cruza la calle y pide al vendedor de flores el pedido de Matthew Mellon."
Lo hago y el hombre me entrega un ramillete de flores amarillas y dientes de león. ¡Es precioso! La envoltura dice:
"En esta última parada te espero en el bar de la esquina, ¡No te tardes!
Matt."
Corro felíz hacia el bar y lo encuentro en una mesa al lado de la ventana esperando. En la mesa hay dos vasos de jugo de naranja, cuatro medialunas, un café con leche y un chocolate caliente.
-¡Miren quien apareció al fin! Y no tan tarde como de costumbre. Tienes 20 minutos para desayunar.
-¡Gracias! Eres el mejor hermano del mundo.
-Lo sé, lo sé.
Así charlamos y nos reímos recordando anécdotas durante todo el desayuno...
-Son las 06:58 ¿Me llevas en tu bicicleta?-le pido con ojos de cachorrito, es un capricho que siempre tuve y nunca pude cumplir porque según él es muy peligroso y todo eso.
-Está bien, vamos.
Salimos del local ya que mi hermano había pagado todo antes de que yo llegue, me paro en unos caños que sobresalen de la parte de atrás  de la bicicleta y me lleva a la escuela.
-Ya llegamos, además temprano. ¿Palabras mágicas?
-¿Por favor?-Me mira reprobatoriamente.-¿Wingardium Leviosá?
-Es Leviósa, no Leviosá.-me corrige riendo.
-Enserio, gracias.
-¿Te vuelves sola?
-No. A las 15:00, tengo gimnasia extra y además es una hora peligrosa, aunque sea caminando ven.
-Ok.
Me encamino a la entrada. Lo de gimnasia extra es porque soy una de las pocas locas a las que les gustan tanto los deportes como para quedarse una hora más con el equipo de Handball colegial.
-¿Nombre?-me llama la atención una portera.
-Leilani Mellon. Lamento llegar tarde.
-Ah, Mellon. Pase tranquila.
Es el único beneficio (si se le puede llamar así) de que te suceda una tragedia familiar: te permiten el doble de faltas que a un alumno corriente, y además se anulan tus evaluaciones trimestrales, a menos de que sean de fin de año.
Como llegué tarde, al final hoy entraba a las 07:00 y no 07:30, tengo que esperar fuera del salón de clases hasta la próxima hora. Saco el libro de Harry Potter y me dispongo a leerlo.
Últimamente lloro demasiado con este libro, es que es una de las pocas cosas que me hacen sentir fuera de este maldito mundo.
Veinte minutos después ya puedo pasar a las clases porque tengo literatura. El día no puede mejorar.
-Muy bien alumnos, quiero que escriban un ensayo de una hoja entera, mínimo, relatando con sus palabras el último libro que leyeron.
Todos comienzan a quejarse mientras que yo comienzo a escribir. Reviso la hoja de mi compañero a la derecha y escribió solamente en letra ENORME para llenar espacio.
"Lo último que leí fue la parte de atrás del desodorante de baño mientras hacía mis necesidades. Si quiere pudo aclarar la consistencia y el color." Que idiota.
-¿Me prestas un hoja?-dice alguien a mis espaldas con una voz tímida.
-Sip, ya va.-Saco una hoja de mi carpeta y cuando volteo veo que la propietaria de la voz es Natasha.-¡Hola! ¿Al final eligieron está escuela?
-Pero en unos días me cambian de escuela...
-¿Por qué? ¿Otra mudanza?-ella sólo asiente y le entregó la hoja.
-¡Ni-Se-Te-Ocurra! Le tiras eso y vas a ver.-¿Al? Uy, este está en todos lados. Veo que James está apuntándome con un globo de pintura, entonces cuando lo tira reacciono y me agacho, pero mi hoja no se salva de la pintura violeta.
Uno de sus amigos se esconde detrás de un banco arrepentido o asustado (una de dos). Hace bien en temerme.
-Bien... Cómo te digo esto...-me acerco a James.-O te disculpas, o te obligo a hacerlo.-pero él no cambia su cara de egocéntrico estúpido.
-Oblígame.
-Bien.-le agarro de la oreja y se la doblo hasta que cae al piso del dolor.-Nunca subestimes a una chica, y menos a mí.-le susurro en el oído.
La profesora entra al aula nuevamente y pide los ensayos. Claramente nadie lo hizo, excepto mi compañero que escribió acerca de el desodorante con olor a flores de su tía abuela, porque le estaban prestando atención a la discusión entre James y yo. Me acerco a la profesora.
-Mire profesora, Corn me tiró con pintura en la hoja. Pero habla de Harry Potter.-me observa con cara de que estuviera loca y me reprobó alegando que le tomaba el pelo.
Salgo al recreo y espero a Nat.
-¿Ya les mostraron la escuela?
-Un poco.-me responde Nat.
-Bien. Al final del día los espero en el parque del fondo para el recorrido completo.
-¿Los?
-Sí, Al puede venir también si quiere.
-Perfecto. Nos vemos luego.
Y se va caminando con su característica tranquilidad y su largo pelo rubio lacio hacia el salón.
Yo paso el día entre clases y clases esperando con ansias las horas de gimnasia.

La Aventura de mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora