Capítulo 37: "T"

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Así sigo escribiendo hasta que se me ocurren treinta sueños disparatados, que yo creo, serán difíciles de descifrar.
Cuando me despierte, acomodo todo, ahora ya estoy cómoda y calentita.

-¡Lani! ¡Lani! ¡Leilani Moon!-una molesta voz de chica me está hablando, más bien gritando y alguien me golpea con una almohada.-¡Llegas tarde!
-¿Qué?-abro de golpe los ojos y me levanto. Resulta que quién me golpeaba era la misma que gritaba.
-¡En cinco minutos comienza la próxima clase!-Melissa me está ordenando el bolso con los pergaminos y tintas, ahora que lo pienso, es muy buena amiga. Mientras cepillo mis dientes me coloco la pollera, con el pullover, los zapatos y las medias. Pero mi túnica está empapada tirada en el piso del baño, la cuelgo en la habitación frente a la ventana, guardo la túnica de Draco en el bolso y salimos corriendo.
Cuando estamos en la puerta del aula de Historia de la Magia veo a Malfoy ingresando a la sala contigua sin túnica.
-¡Malfoy!-Mel ya entró a la clase y el profesor Binns comenzó con su ininterrumpible discurso.
-¿Qué quieres Moon?-me extiende la mano disimulando, a la vez yo simulo que se me cayó la mochila y dejo en el piso su túnica.
-Te olvidas algo.-me dice mirando confundido la capa de tela negra y verde en el piso. Es un idiota.
-Oh, cierto.-me agacho y le tira la túnica al pecho con fuerza.-Si no le molesta, "su realeza" iré a mi clase.
Él entra a su clase junto a sus amigos.-Siento llegar tarde, profesor.-paso a su lado mientras que el fantasma sigue hablando de un tema acerca del cual no tengo idea. Me siento en el único asiento más al fondo posible, lo que me coloca entre Harry y un chico que no conozco.
Por Merlín, no puedo creer cómo se las ingenia Binns para hacer una clase tan aburrida, es decir, si tan solo pusiera entusiasmo y pasión a lo que enseña, creo que sería una materia incluso fácil.
Luego de 10 minutos odiando al profesor en silencio, me duermo sobre mi antebrazo.

Toca el timbre y salgo del aula junto a Harry, quien también se había quedado en las mismas condiciones que yo.
-¿De qué trató la clase de hoy?-me pregunta Potter bostezando.
-No tengo idea. Yo también me quedé dormida, después le pediré a Hermione.
-Me dijo que olvide pedirle prestados sus apuntes.
-Pero a mí no. Luego te paso lo más importante.
Entramos al gran comedor y yo en vez de sentarme con el Trío de Oro, Mel o alguien más, me hago un espacio entre George y Fred. Mi hermano está enfrente de ellos, junto a Lee.
-Perdonen chicos, los tenía muy abandonados.-río colocando mis brazos sobre los hombros de los gemelos.
-Esto nos ofende.-voltearon la cabeza cada uno hacia un costado diferente.
-¡Lo lamento, en serio! Estuve estudiando mucho para los TIMO's.- les doy un beso en la mejilla a cada uno, recién en este momento voltean.
-Disculpas aceptadas.-mi hermano enfrente sólo ríe.
-¿Y tú en que andas?¿Ya olvidaste a Becca?
-¿A quién?-pregunta George y mi hermano se agarra la cabeza con las manos.
-¿Por qué la nombraste? No hay nadie en mi vida amorosa.
-¡¿Y con esa boca de mentiroso dices mamá?!-bajo la mirada al igual que Matt, auch, parecen no notarlo, que lástima... ¿Ellos sabrán por qué nuestros padres están muertos?-¿Qué tienes con Meredith entonces?
-¿Quién es esa tal chica?-le pregunto a mi hermano. Miro a Fred.-¿Quién es Meredith?
-Te digo si me dices que es Becca.-negocia Fred.
-Es su ex. ¿Y Meredith?
-Su novia.
-¡Trabajas rápido, Matt! ¿No me pensabas contar?
-¡No es mi NOVIA!-mi hermano está todo colorado.
-¡¡¡Está rojito!!!-grito mientras que George y Fred me observan achinando los ojos malévolamente.
-Tu te pones roja siempre. Y te lo demostraremos en menos de...-George hace como si mirara un reloj invisible en su muñeca.-cinco, cuatro, tres, dos...
-Emm, hola Lani.-James coloca una mano en mi hombro derecho y la otra junto a mi mano izquierda en la mesa. Siento mis mejillas calientes, su perfume inunda mis sentidos.-Alguien quiere verte luego del almuerzo. Ya sabes quién.-¿De qué mierda habla? A menos que sea por... Ohh, ¡Draco necesita ayuda para invitar a la chica! Creí que era un sinvergüenza, las apariencias engañan.
-Claro, ¿Dónde?
-Te va a encontrar. Tranquila.-me toca la mano y se va.
-¿Qué decías acerca de mi cara?
-Cállate, idiota.-le rechisto a Matt mientras que los gemelos me pinchan las mejillas con las yemas de los dedos, el color empieza a disminuir.-¿Me pasan la ensalada?
Lee me alcanza un plato con ensalada de zanahoria, manzana, y algo más que no tengo idea de que es, pero parece delicioso.
-¿No comes carne?-me pregunta Lee aterrorizado.
-¡Claro que si! Pero no tengo hambre.

La Aventura de mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora