Capítulo 45:"James Malfoy"

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-Hey, me aplastas princesa.-me separo y sin poder creerlo, ¿acaso estoy alucinando?
-¿No te moriste?
-Creo que sí pero... no lo sé. Debo hablar con Dumbledore primero.
-Por Merlín, me hiciste...-me sale un hipido, la angustia de verlo muerto no me deja hablar, se me hace un nudo en la garganta cada vez que recuerdo que murió por mi culpa, yo lo maté... No puedo parar las lágrimas, y escondo mi cara entre mis manos.
-Shh... No llores, estoy vivo, mira.-me abraza con fuerza, luego nos separamos y lo ayudo a levantarse.-Mira el lado bueno...
-¿Se supone que hay uno?
-Me encanta que estén tan enamorados, pero vengan aquí estúpidos, ¡necesitamos ayuda!-grita Mel desde la otra punta, que está enfrentándose junto a Ornella contra cuatro Mortífagos cobardes... Cuatro contra dos no es una cifra justa.
En ese momento veo que Lucius está tirado en el piso, y casi no respira.
No puede ser, Draco me odiará de por vida si asesino a su padre.
-¡Ya voy! James, lo voy a curar, ayúdalas.
Me acerco a Lucius y me arrodillo junto a él, saco la varita del bolsillo y empiezo a murmurar el hechizo sanador.
-Lucius, no te muevas, no puedes morir aún. ¡Vamos, despierta!-le pego una cachetada y abre los ojos alarmado.-Muy bien, quédate despierto, no mueras ni te muevas.
Corro hasta mis amigas y llamo a un mortífago.
-¡Ey tú!¡Cobarde con máscara!-se voltea hacia mí y empiezo a correr, obdeciendo mi plan sin saberlo, me sigue... y allí se termina la fortuna porque uno más emprende la persecución. La idea es alejarlo así no se enfocan en mis amigas... Será un dos contra uno entonces.
-¡Rictusempra!¡Protego!-malditos no me dan tiempo a hacer un campo protector tan fuerte, pero algo es algo.
Me molesta mucho no oír sus voces.-¡Protego!¡Protego!¡Verdi Millious!-sale una nube de gas de mi varita y veo a Mel corriendo hasta mi lado.
-Amigas hasta la muerte.-me dice y chocamos los puños.
-A acabarlos.-agito la varita y murmuro el hechizo "obscuro" y al mortífago que intentó atacar a Mel se le cubren los ojos con una cinta negra, pero mientras se la intenta quitar Mel le lanza un "Oppugno" y una piedra enorme lo deja inconsciente de un golpe.
-¡Levicorpus!-mi contrincante lo detiene, me lanza un cruciatus y lo esquivo, pero no llego a evitar el Sectum que me da de lleno en la cara, dandome un corte en la parte superior a la derecha en mi frente. Mientras se rie de mí le lanzo el mismo hechizo que le lancé antes. Se eleva en el aire como si una soga invisible le amarrara los pies y queda boca abajo.
-¡El que ríe último ríe mejor!-le dice Mel en la cara.
-No terminé.-le murmuro secandome la sangre.
-Yo que tú amarro al otro Mel.-le grita James, ya que el que antes estaba desmayado, ahora comienza a recobrar la conciencia.
Me acerco al que está colgado intentando liberarse.
-¿Cuán leal eres al Señor de las Tinieblas?
-Le daría todo.-Mel y yo nos miramos riendo, somos un desastre no nos podemos tomar nada en serio.-¿Incluso tu vida?
Deja de respirar por un segundo.
-Sí .
-¿Cuántas vidas arrebataste?¡Expeliarmus!.-le quito su varita antes de que intente algo.
-Varias... Y no me arrepiento.
-Es hora de que lo hagas.
-Vámonos Lani, Neville necesita ayuda.
-Sectum.-apunto justo a su ojo derecho, iugh no salió como esperaba... Que asco, es demasiado profundo el corte. Voy a vomitar. Se le va a salir el ojo, que horrible, tendré demasiadas pesadillas con ese párpado abierto.
Le doy la espalda y me coloco junto a Ornella para pelear.
-Perdón por todo Orne.-
-Relaja la raya, no pasa nada.-río ante su comentario-¡Protego! ¡Lo siento Lani!
Veo todo borroso, y luego nada.
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Abro los ojos y me encuentro en una de las camillas de la enfermería de Hogwarts.
-Ya era hora niña, ¡si no despertabas hoy, terminarías en San Mungo!
-¿Cuánto dormí? O estuve inconsciente, o lo que sea que me haya sucedido.
-Varios días, hoy ya es el último día en el colegio. Tus amigos te esperan en la sala común con tu baúl.-su respuesta dio la impresión de que no quería más preguntas ni charla.
Una aterradora idea azota mi mente ¿¡¿Me tomarán todos los TIMOs restantes hoy?!? Si es así, ni valió la pena despertar.
-¿¡Qué haré con los TIMOs, Poppy!?-me mira como si se me hubieran poseído pero igual me respondió.
-Háblalo con Minerva, seguro ella te dirá que hacer.
-Claro, buena idea. Gracias Pop.-se rie por su nuevo apodo.
Me levanto de la camilla y camino hacia la puerta.
-¡Moon! Se está olvidando los zapatos.-me grita la enfermera cuando ya llegué a la puerta, ¿¡cómo no me di cuenta!? Algo está mal conmigo, es la segunda vez que salgo sin zapatos, ¡No es normal que alguien se olvide lo que lleva en los pies! El suelo esta bastante frío ahora que presto atención a la sensación de mis pies.
-Gracias de nuevo.-me coloco las zapatillas que tenía en el Ministerio y parezco una loca... Sinceramente, a partir de ahora empezaré a fijarme en cómo me visto antes de salir, porque la túnica del colegio y las zapatillas violetas no pegan.
-¡Hey! ¡Leilani estas viva!-me dice Ornella levantándose del piso y secándose las lágrimas.-Me dijieron que te llevarían al Hospital San Mungo, y que estabas grave. Yo estaba aterrada de que te pasará algo, ¡habría sido mi culpa!-dice secándose las lágrimas de nuevo, la abrazo fuerte y la aprieto contra mi pecho.
-Prometerme que nunca más pelearemos entre nosotras...-le digo acariciando su cabello rojizo.
-Nunca, jamás.-me responde el abrazo y luego se aleja.-¿Y en qué andas con James? No me contaste nada de ustedes.
-¡Porque no somos nada! Bueno, somos amigos. Y tú no me habías comentado de Dennis Creevey.
-Estamos a mano, punto para ti.-dice riendo. Pero tranquila, lo noté por mí misma.
Caminamos tranquilamente por los pasillos mientras que Ornella me explica qué pasó luego de que perdí la conciencia. Todo terminó razonablemente bien y nadie murió, un par de heridas y nada...¡SIRIUS! ¡DEJAMOS A SIRIUS PETRIFICADO EN UN ARMARIO! Por Dios, me va a odiar de por vida, apenas vea a McGonagall le pediré hacer una aparición conjunta hasta la sede de la Orden...
-¡Y aquí estamos en tu sala común! Se me hizo un trayecto rápido.
-Sí, a mí también-le respondo.
Cuando paso por el retrato, me encuentro a todos mis amigos y compañeros en la sala: Harry, Luna, Neville, James, Herms, Mel, Nat, los gemelos, mi hermano, todos menos Al.
-¡Hola a todos! ¡Regresé de la muerte!-grito con las manos en alto.
-¡Ni siquiera intentes robarme el puesto!-grita James.
-¿Y si lo hago qué?-me mira malicioso. Oh no, oh no...
-Todo el mundo se enterará de lo que pasó luego de mi muerte...
-NI...SE...TE...ocurra.-digo usando el tono de Snape.
-¿Ya te han dicho que te pareces cada vez más a él?-me pregunta Mel riendo.

La Aventura de mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora