Capitulo 7

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-Karen, ahí está. -Le susurré a mi mejor amiga.

-¿Dónde?

Karen, mi mejor amiga. La persona a la que le cuento todo; que Alejo es un idiota y que ultimamente estoy sintiendo cosas raras por la nueva profesora. Por supuesto, no me rechaza ni me critica. Ella es simplemente genial. Además, ella ah tenido aventuras con chicas y... Me habla de eso.

-Pelo castaño, falda negra, remera roja. ¿La ves?

-No, lo la ve... Oh wow. -Sonrió, ella la vio. -¿Es la que nos está mirando?

-Sí, es realmente muy linda... Esperá. ¿Está mirando para acá? ¡Dejá de mirar!

-¿Por qué? -Preguntó Karen examinando a Barbara de piez a cabeza, y después se quedó un buen rato mirandola directamente a los ojos. Al cabo de un rato, Karen se volvió hacia mí.

-Por qué hiciste eso? ¡Ahora me va a preguntar! -Dios, mi amiga es tan agravante.

-Oh... Callate. Te hice un favor, vas a tener algo de qué hablar con ella. ¿La vas a ver ahora, cierto?

-Sí... -No pude evitar soltar un suspiro, esto iba a ser incómodo.

-Que te diviertas. -Dijo mientras abandonaba la mesa.

Claro, es más fácil decirlo que hacerlo.

(...)

-Buenas tardes, chicos. -Todo el mundo la saludó de vuelta y yo también, pero mi cabeza estaba sobre la mesa, el cabello despeinado sobre mi cara. Y no, no quería hacer frente a ella, así que cerré mis ojos y recé para que yo fuera invisible o algo así.

De repente, una corriente fluía por todo mi cuerpo y me sobresalté al ver a Barbara alejar su mano con una mirada de preocupación en su rostro.

-¿Estás bien, Micaela? ¿Tengo que enviarte a la enfermería?

-Uh... No. Estoy bien, lo siento.

Barbara sonrió y luego se dirigió al frente de su escritorio. Estaba a punto de sentarse, pero su marcador se cayó al suelo. Y en el momento en que se agachó para levantarlo, casi mostrando sus nalgas, juro que sentí unas punzadas dentro de mi ropa interior y estaba mojada, muy mojada.

(...)

Muy bien, así que soy bisexual. Eso está bien, ¿No?. Lo que me confunde es que cuando besé a Karen todas esas veces en los boliches, no sentía nada. Era puramente para calentar a los chicos de ahí. Estoy un poco confundida.

-Micaela, ven acá, voy a explicarte sobre el trabajo que tienes que hacer. -Tengo que sentarme junto a ella de nuevo, está bien, siempre y cuando no nos toquemos.

Me levanté, agarré mi mochila y puse la silla al lado de ella. Nuestras piernas estaban a puento de tocarse, demasiado cerca, así que agarré la silla y la moví un poco más lejos, al parecer ella se dio cuenta y me miró preocupada, pero luego descansó su mirada y la puso de nuevo en el trabajo.

-Muy bien, acá tengo un trabajo que se hizo en el último examen de inglés para hablantes fluidos. Si deseas trabajar en él, sería genial. -Sonrió. Muy bien... Ahora ya puedo afirmar que soy bisexual, eh empezado a sentir estas sacudidas que se dirigen directamente a mi clítoris cada vez que hace algo como sonreír o un guiño... ¿Esta es la forma en que mi cuerpo me dice que así es, verdad? Esto es muy confuso. -Micaela, ¿Tenés frio? Estás temblando. -Dijo.

-Estoy bien, sólo... Tengo un poco de frío. -Dios mío, ¿Qué acabo de decir? Soy una imbécil.

-Voy a prender la calefacción.

Lujuria oculta (Barbica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora