Lamentablemente fuimos interrumpidas por un texto entrante, una vez más. Debido a la costumbre fui a agarrarlo, pero Barbara todavía me sostenía. Luché un poco, pero ella se inclinó y me calló con un beso. Cuando quise profundizar el beso, se apartó. Fruncí el ceño y conecté nuestros labios de nuevo, pero cuando abrí mi boca para que deslizara su lengua, se apartó de nuevo.
-Ya-. Grité.
-¿Hm?-. Contestó, inclinándose una vez más para besarme, y cuando esta a punto de hacerlo, se apartó... Otra vez.
-Si no me dejas besarte... No te voy a dar permiso para que me toques.
-¿Ah, si? Deteneme-. ¡Dios! Su voz ronca hizo que me empapara. Intenté levantarme, pero se mantuvo firme. Luché por lo menos 10 minutos, pero todavía no aflojaba su agarre. Era bastante fuerte-. ¿Ya terminaste? -preguntó mientras me desplomé sobre la cama, jadeante y cansada de mis intentos inútiles para liberarme. Asentí para confirmar.
-Buena chica.
Me dejó ir, sin siquiera molestarse en darme un beso adecuado, que a su vez le valió una mueca de mi parte, y eso solo la hizo reír. Estiré mis brazos y luego agarré mi celular para comprobar mi último texto, era de Karen.
"Estoy preparando una fiesta de Halloween! ¿Vas a venir?"
Rodé los ojos y le mostré a Barbara, que dio una pequeña sonrisa, pero parecía un poco triste.
-¿Qué pasa?-le pregunté tomando su mano y jugando con sus dedos.
-No es nada-. Respondió con esa misma sonrisa triste.
-Decime-. Fruncí el ceño, no me gustaba mantener las cosas así, y creo que por mi expresión lo entendió.
Suspiró profundamente y se apoderó de mi mano, apretándola fuerte.-Es solo alcohol... y Alejo... y...
-¿Creés que te engaño?-le pregunté incrédula.
-No Mica, es... Mierda, me han llevado en una relación y fue a mis espaldas.
-¿Así que pensas que te voy a engañar? Y a demás pensas que voy a hacerte pasar por lo mismo-. Mi tono aumentó consideradamente, no pidía creer lo que estaba insinuando.
-Micaela, por favor.
-¡No, Barbara! ¿Qué pasó con 'Yo soy tuya y vos sos mía'?-agarré su pulsera y mi collar, mostrandole a ella.
-Creo que fiestas como esas se llenan de tentación, y tú todavía eres una adolescente-. Suspiró.
-Así que sólo porque soy más joven significa que no tengo cerebro ni conciencia. Wow, Barbara-. Me levanté y me empecé a vestir, no quería pelear pero estaba muy enojada.
-¿A dónde vas?-preguntó mirándome desde la cama.
-Me voy, pero no te preocupes, no voy a ir a la fiesta si eso es lo que piensas-. Le contesté con el tono más frío posible.
-Nunca te dije que no podías ir.
-Está bien, entonces por favor decime lo que estás diciendo, porque cada vez que comento algo me decís 'No es esto, o no es aquello'. Decime-. Me di la vuelta, prestándole toda mi atención.
-Sólo recuerdo cuando tenía tu edad, y aunque no estaba en una relación, me gustaba ir de fiesta, para emborracharme, coquetear, bailar, y el alcohol jugó un papel muy importante en eso.
-Tú misma lo has dicho, no estabas en una relación. Yo lo estoy. Eso significa que no andaría por ahí enojada. Y por Dios, no me gustaría volver a estar con Alejo, no voy a besar a la gente a tus espaldas Barb...
-Pero luego tú me besaste, y a Karen también, a su espalda-. Interrumpió.
Ella fue allí, ella jodidamente fue allí. Yo no quise contestarle porque seguro le gritaría. Así que me coloqué el resto de mi ropa, agarré mi bolso y salí de su casa.
Probablemente eran 45 minutos a pie hasta mi casa, pero necesitaba aire de todos modos.
[...]
Había llamado a Karen y le dije que viniera antes, para explicarle todo lo que pasó. Nos sentamos en mi habitación y yo estaba a punto de llorar, porque estaba pensando en mí y el primer argumento de Barbara.
-Mica, no estés enojada, vamos-. Karen me arrulló, mientras me quitaba una lágrima.
-Yo simplemente no entiendo que hice. Un segundo era feliz, pero luego el tema de la fiesta apareció y ella prácticamente me acusó de que podría serle infiel.
-Te lo dije, nena, ella tiene problemas de confianza y tenías que ser comprensible... ¿Te acordás?
No le respondí y seguía rechazando las llamadas de Barbara, eso solo hizo que mi amiga suspirara por mis acciones.
-Quiero ir, pero yo no quiero perderla-. Le dije cuando mi teléfono empezó a sonar de nuevo. Antes de que pudiera agarrarlo Karen me empujó y se sentó en mi espalda, sujetándome con eficacia. Agarró mi teléfono.
"Hey, Barbara"
"..."
"Mica no puede venir al teléfono ahora"
"..."
"No, ella está bien, ella sólo... De todos modos ¿qué pasa con mi fiesta?"
"..."
"Bueno, ella me dijo que no va"
"..."
"¿Sabes que Mica nunca te engañaría verdad? Yo la conozco desde hace años y ella es la persona más genuina. Sí, te besó, y a mí cuando estaba saliendo con Alejo, pero vamos, ella no lo ama. Ella te ama a ti"
"..."
Oh mi Dios de mierda, Karen tu no acabas de decir eso. Ni siquiera le he dicho a Barbara que la amo, ¿pero ella va por ahí soltándolo así, sin más? Me volví hacia mi amiga con los ojos abiertos, quien al ver mi cara se dio cuenta inmediatamente de su error.
"Quiero decir... que se preocupa por ti, ella no haría nada que te lastimara"
"..."
Karen trató de rectificar la situación, mientras golpeaba su cabeza con la palma de su mano, murmurando para sí misma que había cometido una estupidez. Pues tiene toda la razón. Gemí y puse mi cabeza en la cama dando pequeños golpes al colchón una y otra vez.
"Prometo que voy a tener cuidado con ella de todos modos... ¿no te importa si ella me besa, cierto?" Karen intentó bromear pero su sonrisa desapareció rápidamente cuando Barbara respondió algo.
"..."
"Estoy bromeando..." Rió nerviosa.
"..."
"Um, tengo una solución... dame tu número y te mantendré informada ¿de acuerdo?"
"..."
Karen agarró su teléfono y comenzó a escribir lo que supuse que era el número de Barbara y luego terminó la llamada. Miré expectante pero claro, ella no me reveló nada de lo que había hablado con mi novia. En cambio, se bajó de mi cama, agarró su computadora y empezó a navegar por sitios web de disfraces.
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Lujuria oculta (Barbica)
FanfictionSi al entrar al salón de clases me hubieran dicho que mi vida cambiaria para siempre, no lo hubiera creído.