Llamaron a la puerta de mi casa, abrí un poco y vi a Barbara totalmente enojada. Suspiré y abrí totalmente para que pasara.
-¿Por qué hiciste eso? —preguntó en un tono bastante frío y cruzó sus brazos.
-Este es el último año, Barbara. No puedo dejar que lo expulsen.
-Pudo haberte violado, Micaela.
-No lo haría. —le contesté. Tal vez estaba negándome a lo que pasó, pero estoy segura de que él no habría hecho algo como eso.
Barbara se mordía los labios de la ira y se paseaba de lado a lado en el mismo lugar. Probablemente quería decirme y gritarme lo estúpida que fui.
-¿Al menos puedo recibir un abrazo? —le dije triste y mirando al suelo. Ella suspiró, y aceptó mi petición. Inmediatamente me envolvió en un abrazo que me hizo sentir todo lo que necesitaba.
-No estoy de acuerdo con lo que hiciste, va a pensar que volverán a estar juntos . —suspiró.
-No Barb...
-Lo siento. —dijo contra mi hombro, interrumpiéndome. Sus palabras sonaron amortiguadas.
-¿Por qué decis que lo sentis? —le pregunté confundida.
-Traté de audarte, pero él es muy fuerte y... —la corté con un beso. Se estaba culpando de algo que no debía. Cuando me separé su mirada se tornó sorpresiva y lujuriosa al mismo tiempo, si es que eso es posible.
-No es tu culpa, Barbara.
-Lo es, si yo no hubiera estado celosa...
Nuevamente la corté con otro beso y la empujé suavemente contra la pared, acaricié sus caderas y sentí sus latidos ir con gran rapidéz contra mi pecho. Sentí todas sus emociones a través del beso y estaba segura de que ella tambien me sentía.
Con nuestros labios aún conectados, caminamos hasta el sofá y nos acostamos, yo arriba de ella para seguir besandola, metí mi lengua en su boca y ella agilmente comenzó a chuparla. Sentí una gran sacudida que fue directamente a mi clítoris, fue tan fuerte que me empezó a doler y ya me estaba desesperando, así que comencé a frotarme contra ella varias veces.
Tomé sus manos entre las mías, juntando nuestros dedos y la sujeté de ambos lados de la cabeza. Ella gimió y se apretó mucho más contra mi, quería ejercer el control de la situación, pero no se lo permití. Comenzó a mordisquear mi labio inferior tirando de él y haciendome temblar. Dios, sí que es buena.
Me aparté un poco y la miré. Mierda. Esta mujer es tan jodidamente hermosa y me sentía tan afortunada de tenerla. Bueno, todavía no en lo absoluto y eso me molesta bastante.
Se inclinó para tomar mis labios de nuevo, pero moví la cara, lo intentó otra vez y una vez más me aparté. Gimió molesta por mi broma, pero tenía algo que decirle.
-Barbara, rompí con él para que podamos estar juntas y para que la culpa no pese sobre mí. Quiero ser solo tuya. —suspiré, apartando la mirada de sus ojos.
-Mica... Es difícil.
-¿Ser mi novia haría alguna diferencia, Bar? Nosotras no tenemos que ir más allá sólo porque le ponemos un nombre a nuestra relación... Yo no voy a ser posesiva y celosa con todo el que te hable sólo porque te llamo "Mi novia". Pero esto... Lo que estamos haciendo, no somos nada más que amigas con beneficio y es una mierda porque yo me preocupo por vos y te respeto más de lo que crees, pero tal vez vos no querés ser mía, así que supongo...
Se apoyó con todas sus fuerzas contra mí y me mordió el labio inferior, me beso, pero me retiré.
Debíamos dejar las cosas claras entre nosotras.
-Micaela me gustas mucho y nada me gustaría másque ser tu novia.
Trató de apartarse de mí, tal vez estaba incómoda, pero yo estaba acostada encima de ella y tenía sus muñecas atrapadas en mis manos. No la iba a dejar ir, no ahora. Esto era muy importante para mí y sé que para ella también.
-¿Entonces? —pregunté.
-Creo que va a se más difícil para nosotras si ponemos una etiqueta a lo que tenemos. —ella no tenía ningún punto claro, estaba diciendo cosas sin sentido y ya se me estaba agotando la paciencia.
-Bueno, tal vez deberíamos dejar esto acá entonces. —le dije, finalmente soltando sus muñecas y levantandome del sofá.
-Pará.
-Dejame, ya te dije... No soy feliz siendo sólo una amiga con la que te podes besar y acariciar. Estamos juntas o no lo estamos.
Le di un ultimátum y le dije que se fuera. Fue lo justo, ¿cierto?
[...]
Hoy tenía una sesión de tutoría con ella y yo solo quería mi respuesta.
A la hora del almuerzo no la vi, pero tampoco me molesté en buscarla, así que sólo tenía que esperar hasta la hora de nuestra clase.
Barbara entró al salón con un comportamiento bastante extraño, ni siquiera se dignaba a mirarme y cuando lo hacía quitaba la mirada inmediatamente. Esto me molestó completamente, así que saqué mi celular y lo puse debajo del escritorio para enviarle un mensaje.
"Supongo que sé mi respuesta." —puse mi celular lejos, tratando de contener las lágrimas.
Ella empezó a entregar unas hojas a cada estudiante y cuando pasó por mi lado la ignoré. Me dispuse a trabajar y de reojo vi cuando ella volvia a su escritorio y miraba su celular. Frunció el ceño, así que inmediatamente seguí trabajando.
Una vibración en mi bolsillo me desconcentró, revisé mi celular y era un mensaje de Barbara.
"Voy a ir más tarde."
"No, no lo vas a hacer. Mi papá llega a casa hoy." —le respondí, sin levantar la mirada.
"Bueno, ¿podemos ir a otro lugar?"
Pensé por un tiempo, pero decidí no responderle. Sentí su mirada mientra guardaba mi celular y sólo suspiró.
Después de que la clase terminó me quedé en mi asiento y una vez que todos los estudiantes se fueron, Barbara vino y se sentó frente a mí.
-¿Y bien? —preguntó. -¿Cuál es tu respuesta?
-No creo que sea una buena idea. —suspiré.
-¿Puedo responder a tu pregunta?
-Ya has contestado Barbara, no estoy ciega, y realmente no quiero oír la respuesta en voz alta. Gracias.
-Por favor.
Miré hacia ella y la vi sonriendo triste, quería abrazarla y no soltarla, pero fui fuerte y giré mi cabeza asintiendo.
-¿Podemos ir ahora? —ella preguntó.
-Mi auto está acá, lo llevo a mi casa y después podes buscarme ahí.
-Está bien. —asintió moviendo su cabeza.
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Espero que les guste :)♡
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Lujuria oculta (Barbica)
FanfictionSi al entrar al salón de clases me hubieran dicho que mi vida cambiaria para siempre, no lo hubiera creído.