Capitulo 20

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-Ale, ¿podemos hablar? —suspire y me senté con él en uno de los bancos de la escuela, estábamos en el recreo.

-Claro, ¿qué pasa, bebe? —preguntó mientras sostenía mi mano.

-Um, creo... Me gustas, Ale. Pero esto no funciona.

-¿Qué queres decir? —oí su voz profunda, la misma que tenía cuando estaba tenso.

-No creo que vos y yo estemos destinados a estar juntos. Y creo que vos también lo sabes, así que es mejor que terminemos esto acá. 

Hubo un silencio muy incómodo.

Alejo tomó algo de distancia entre nosotros antes de suspirar, levantarse e irse. Mantuve mi cabeza en mis manos y sentí mi corazón herido por él. Sin embargo, ya todo estaba hecho. Me levanté y fui a comprar algo para comer, lo comí rápidamente antes de hacer mi camino a la clase de Barbara.

[...]

Vi a Alejo en su silla, con la cabeza entre sus manos mirando hacia la nada. No me gustaba verlo herido, pero ya nada podía hacer. Me senté a su lado, saqué mis libros y esperé a que la clase iniciara.

-¿Quién es él? —preguntó.

-¿Qué? —yo sabía lo que quería decir, pero por supuesto no iba a ser tan obvia.

-Ese pedazo de mierda del que te enamoraste. ¿O es Karen?

-No me enamore de ninguna persona, Alejo. Solo creo que esta relación no va a ningún lado. Me preocupo por vos, pero yo no te amo y vos tampoco lo haces.

Barbara entró y de inmediato sentí el ambiente tenso.

-Buenas tardes, chicos. —me miró y supuse que ella pudo percibir que me sentía incómoda bajo la mirada de Alejo. -Hoy hay tarea en parejas. Traje algunas hojas, así que vamos a trabajar en ellas. —repartió las hojas a toda la clase, menos a mí. Me levanté para ir a sentarme a su lado y pude sentir como me cuestionaba con su mirada, pero no podía hacer nada. Alejo seguía con sus ojos en mí.

-Alejo, andá con tu compañero, por favor. —le dijo Barbara.

Alejo se paró de su asiento y se tiró con ira al lado de Pablo. Definitivamente, esto no va a terminar bien.

-Pueden escuchar música. —Barbara dijo e inmediatamente todos sacaron sus auriculares, incluyendo Alejo. Ella me miró de nuevo, cuestionandome.

Tuve la ligera sensación de que Alejo podría estar escuchando y él sabía hablar en inglés decentemente. Así que decidí contarle a Barbara por un mensaje.

"Terminé con él." —la oí suspirar.

"Supongo que no se lo tomo bien, ¿no?"

"Supones bien."

Una vez que envié el texto, Barbara vio que mi estado de ánimo estaba decaído, así que solo nos dedicamos a trabajar.

Pronto faltaban 10 minutos para que la clase terminara. Vi a Alejo viniendo hasta el escritorio de Barbara.

-¿Puedo hablar con vos? —me preguntó. Asentí y caminamos fuera del salón. Dejé la puerta entreabierta para que Barbara pudiera escuchar cada palabra. -Así que no es Karen, ¿entonces quién es?

-No es nadie, en serio. ¿Por qué tenes que involucrar a otra persona? Solamente no quiero alargar una relación donde no hay sentimientos.

-Realmente me gustas y pienso que también te gusto. Hicimos el amor, lo siento, pero yo sé que significa que me amás.

Lujuria oculta (Barbica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora