Sweet Love #Leonetta

Capitulo 30

Aún no asimilaba él ver a Diego aquí, no sabia porque pero me sorprendía mucho.

Estaba arrecostada al lado de la puerta, no era que quisiera escuchar pero bueno la curiosidad me mataba.

-Hijo... Diego ve a casa o no se has lo que tengas que hacer. Y te lo diré ahora, una sola vez y fuerte; no mandare a nadie al extranjero solo por un capricho tuyo.
-No es un capricho, ella me gusta y si esta aquí no podre lograr que se enamore de mi- lo escuche bufar.
-Basta Diego! Estuvo un mes allá y no lo lograste; porque crees que pasara ahora.
-Me voy, chao papá- salio de la oficina. Y me miro sonrió coqueto.
-Pasa Violetta- escuche al director decir fuerte desde adentro.
-Buenos días, señor director- tome asiento y deje mi bolso a un lado.
-Dejemonos de formalidades; llámame Gregorio. Iré al punto no pienso dar muchos rodeos- me dijo para ponerse de pie e irse a cerrar la puerta.
-Me parece- dije segura.
-Nos veremos muy seguido, pasare a ser algo parecido a un manager- volvió a sentarse en su gran silla negra. Asentí, esperando a que siguiera -debes irte cerca de un mes a Madrid Violetta, debes terminar lo que dejaste empezado allá, con eso no podemos luchar, las sesiones fotográficas, las entrevistas y demás que están alla debe concluirse- dijo con una voz determinada.
-Entiendo- no podía hacer mas que aceptar en fin habían documentos de por medio -cuando sale el vuelo?- pregunté.
-Sale en dos días, es mejor que te prepares y tengas todo listo. Cuando termines todo lo que se quedo inconcluso. Yo estaré aquí esperándote para seguir con tus proyectos aca- se levanto y abrocho su saco. Imite su accion y tome su mano que se extendía hacia a mi.
-Gracias en serio muchas gracias. Veo que en verdad usted hizo todo lo que estaba en sus manos- le sonreí sastifecha -bueno creo que no hay nada mas que decir, así que me retiro. Muchas gracias Gregorio- un apretón de manos fue la despedida.

Salí conforme de la pequeña reunión con él director, sabia que algo así pasaría y bueno esta vez no me iría hecha pedazos ni sin novio. Un mes por Dios se pasaría corriendo.

Baje en el ascensor, con una sonrisa triunfante en mi cara y ensanche más mi sonrisa al salir del ascensor y ver a León sentado en una pequeña sala, perdido en una revista. Inconsiente me mordí el labio al ver su sexy look de hoy; una camisa con corte en V en color rojo vino pegada a su perfecto torso; enmarcando sus perfectos brazos, un jogger pant gris oscuro y unas adidas negras terminaban su conjunto. Se veía bastante deportivo.

Me quede embobada mirándolo, hasta que su mirada verde se pozo sobre mi sonriendome de lado y así tan fácil haciéndome sonrojar.

-Hola mi amor- me acerque despacio y bese sus labios -como es que estas aquí?- pregunte curiosa mientras tomaba asiento a su lado.
Me beso cortamente -habrá un partido con los chicos dentro de una hora y obviamente las chicas tienen que ir para poder dedicar los goles- me miraba triunfante por su gran explicación. Mi única respuesta fue entrecerrar los ojos y hacer una trompa -por que me miras así?- pregunto ¿nervioso?, tal vez.
-Por que me entero hasta ahora, de haberlo sabido me pongo algo deportivo- le reclame.
-Vas preciosa así- tomo mi mano y la beso -además el que va jugar soy yo- se levanto e inmediatamente imite su acción -tu solo tienes que sentarte en las bancas lucir preciosa y apoyarme- me beso una mejilla y me ofreció su mano.
-Vale, vamos- tome su mano y nos dirigimos a la salida -espera en que llegaste acá?- si había venido en su coche tendríamos que ir separados.
-Mi papá me trajo, quedaba de paso a donde iba así que aproveche- sonrei victoriosa.
-Conduces cariño- coloque las llaves del coche en su mano libre y bese su mejilla. Sabia de sobra que no le molestaría.
-Claro- me beso cortamente -como te fue allá arriba?- pregunto curioso.
-Tendré que irme cerca de un mes, terminar todo lo que deje allá y ya podre quedarme acá, contigo- le sonrei feliz.
-Bueno un mes pasara como agua y esta vez sera más diferente; estamos juntos y creó que esta vez si podre ir a visitarte- el coche llegó y abrió mi puerta. Y luego se subió el.