Problemáticos ( I )

Te quiero

Hospital 

Becky y AJ estuvieron largo rato a la espera junto a los directivos de la empresa. El médico salió rápidamente, explicándole algunos detalles a Ric Flair. Éste se puso la chaqueta y se dirigió a la salida, pero Styles se acercó preocupado.

Styles: Eh, Flair. ¿Qué pasa con tu hija?

Ric empezó a encenderse un cigarro, mirando a los lados con atención para que ninguna enfermera le riñese.

Ric: No está bien, ha vomitado mucho. Parece que tiene una lesión hepática.

Styles: ¿Cómo, una lesión?

Ric: El hígado no le funciona bien. He dado permiso para que Becky y tú podáis entrar, pero nadie más. No quiero que ese cabrón de McMahon entre a llenarle la cabeza de mierda.

Styles: ¿Saben si se recuperará pronto?

Ric: Está despierta, pero hay que bañarla y está... ida.

Styles: Joder.

Ric: Ese hijo de puta de Vince no le ha hecho ninguna supervisión este mes. Todo esto es irregular, ¿te crees que no la habrían suspendido ya de no ser por la intervención de ese capullo? Es todo idea suya.

Styles se despidió, exhalando aire para calmarse. Cuando le dejaron entrar avisó a Becky de la situación y pasó directamente a la recámara.

Habitación hospitalaria

Al entrar se dio cuenta del peso que tenía el apellido Flair: nunca había visto una habitación blanca tan espaciosa, no daba la tirria típica que daban los hospitales. Se aproximó a la camilla y allí la vio: con los ojos cerrados y el pelo suelto. Tenía un pequeño corte cerca de la ceja de cuando se había caído sobre el asfalto.

Styles: Yo me encargo —dijo a una de las enfermeras, que asintió al reconocer su DNI y se marchó dejándolos solos. AJ volvió a suspirar y la tocó del brazo. Acarició con los dedos suavemente su clavícula, su cuello... el pelo dorado que recubría su cabeza. La rubia empezó a reaccionar, pero estaba muy mareada. AJ la ayudó a sentar sobre la camilla y le retiró algunos mechones de la cara, mirándola de cerca.

Styles: Vamos, campeona, hay que bañarte. Luego ya hablaremos.

Hizo casi todo el esfuerzo él para alzarla y hacerla andar. Estaba encorvada, como un muerto viviente, caminando en zigzag. El luchador pasó un brazo por debajo de sus axilas y la llevó hasta el baño. Llenó la bañera de agua caliente.

No le daba reparo desnudarla y ella estaba demasiado atolondrada como para entender siquiera lo que le había ocurrido. Las palabras "lesión hepática" no paraban de golpearle la cabeza. Al quitarle el delantal se fijó en sus brazos. La tomó rápido del codo y extendió el brazo hacia él, observando una serie de cardenales y puntos rojos de aguja. Styles cerró los ojos al verla en aquel estado.

Styles: Espero que al menos estuvieran esterilizadas —dijo con pesar en la voz. Aquello era la prueba de su competitividad y su poca inteligencia al aceptar la oferta de Vince. Todo tenía firma propia, sabía que él estaba detrás. Notó que Charlotte empezaba a tener arcadas de nuevo, y acercó su cabeza al inodoro. Cuando vio que no era capaz no se lo pensó dos veces e introdujo dos dedos en su boca, provocándole el vómito inmediatamente.