Secuelas

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Al principio, AJ se preocupó. Cuando le concedieron el alta médica su chica seguía sufriendo algunas secuelas psicológicas de la visita de la Bestia, era incapaz de olvidarlo e incapaz de soltar al bebé por más de dos minutos. No lograba dormir bien en el nuevo apartamento que habían adquirido juntos, pese a que estaba alejado del ruido y la congestión de coches. Era una zona segura, un buen barrio, y Brock estaba entre rejas todavía. Pero no era suficiente para calmarla: Charlotte no dejaba que la pequeña durmiera ni en su propia cuna. Todas las noches sin excepción la acunaba entre sus brazos y la recién nacida dormía con ambos padres en la cama, sin ser perdida de vista. AJ llamó al médico de cabecera y sugirió algunos medicamentos para hacerla dormir, pero todo indicaba a que tenía una fuerte depresión postparto que se agravaba por las noches. Se sentía mala madre, inconsciente por todos sus fallos del pasado y creía que todos a los que hizo daño vendrían turnadamente para cobrárselo en la piel de su recién nacida. El solo hecho de pensar en lo que le podían hacer de nuevo la martirizaba. Sus amigas la visitaban, los amigos de él los visitaban y se daban cuenta de lo encerrada que se había vuelto en sí misma.

Styles: No confía en nadie... a veces ni siquiera en mí. No puedo sacarla a pasear sin que esté ella presente. ¿Te lo puedes creer?

Randy: Si se siente muy insegura podrías instalar cámaras de vigilancia a la entrada y salida, tenéis un apartamento grande. No podéis controlar las dos puertas. Es lo que hay en mi casa.

Styles: ¿Es un servicio comunicado con la policía?

Randy: Si detecta a un sospechoso que no sea ninguno de vosotros automáticamente empieza a mandar las imágenes en directo a la central. Tú pagas por ese servicio, ellos hacen el resto.

Styles: No es mala idea.

Randy: Me pondré en contacto con ellos. Por cierto, ¿qué tal está Marlene?

Styles: Perfecta, guapísima. ¿Quieres verla?

Randy: Hombre, claro. A ver si te crees que he conducido sólo por ver tu cara de culo.

Styles: Gilipollas... —masculló sonriente, dándose la vuelta y entrando a la habitación. Charlotte estaba durmiendo la siesta, cobrándose las horas de sueño que no era capaz de descansar por las noches. Tocó su rostro con suavidad, pero ni se inmutó; estaba derrotada. Fue moviendo su brazo del cuerpo de Marlene con extremo sigilo y sujetó a la criatura entre los suyos, separándola del calor materno. Salió sin hacer ruido del cuarto y la mostró a Randy, dejando cogerla. La Víbora la aupó observándola de cerca: tenía la piel blanca, había crecido unos centímetros. Pero era un bebé pequeño, delgado. Tenía una sonrisa permanente en la cara, enseñando sus encías a todo el mundo, eso hizo sonreír a Orton. Los ojos eran enormes, de un celeste intenso en contraste con el pelo negro que poblaba su cabeza.

Randy: Qué raro es coger a un bebé tan pequeño

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Randy: Qué raro es coger a un bebé tan pequeño... los míos pesaron cerca de cuatro kilos los dos.

Styles: Todavía me acuerdo de la tripa de Becky. No le quedaron estrías de milagro, qué campeona.

Randy: Es mi campeona. Aún no sé cómo cabían los dos ahí dentro —la pequeña frunció las cejas de repente, esforzando el cuerpo— se está cagando.

Styles: ¿Cómo lo sabes?

Randy: Mírale la cara —la giró hacia él, la niña tenía cara de concentración. Después, volvió a tranquilizar el gesto y se movió como antes— qué olorcillo. Venga, vuelve con papá, que tiene que limpiarte el culo.

Tras minutos de limpieza intensiva donde ambos se taparon la nariz y se preguntaron cómo de un cuerpo tan pequeño salía tanta mierda, le cerró el pañal limpio y le hizo cosquillas, haciéndola sonreír de nuevo. De repente se escucharon ruidos al otro lado del cuarto y Randy y AJ se miraron preocupados. Una Charlotte angustiada abrió la puerta y salió del dormitorio, mirando hacia todos lados. Cuando vio a la niña en el cambiador dio dos zancadas hasta ella, cogiéndola en brazos rápidamente y abrazándola.

Styles: Charlotte, tranquila. ¿Estás bi...? —antes de terminar la rubia le soltó una bofetada, girándose hacia él con la cara descompuesta.

Charlotte: ¿Cómo me la quitas mientras duermo? ¿ESTÁS LOCO?

Randy abrió los ojos, poniéndose de pie lentamente. El otro luchador aún asimilaba el palmetazo que le estaba enrojeciendo la mejilla. El bebé empezó a llorar bajo las temblorosas manos de su madre.

Randy: No íbamos a salir con ella ni nada parecido, no te preocupes. Le pedí verla un rato y nada más, es mi culpa.

Charlotte ni siquiera le miró, estaba examinando a la niña. Styles, cabreado, se acercó a ella.

Styles: ¿Crees que voy a hacerle daño a mi hija, hasta ahí vamos a llegar? Te estás pasando de la raya, acabarás con mi paciencia. Tengo el mismo derecho que tú a estar con ella. —La luchadora levantó los iris hacia él, tratando de serenarse. Sabía que sus arranques eran muy difíciles de sobrellevar para él, pero en el momento no podía evitarlo. Tomó aire.

Charlotte: Lo siento... sé que tú no le harías nada, pero me he despertado y... podrían entrar...

Styles: Dame a Marlene, me la llevo a dar un paseo.

Charlotte acarició la espalda del bebé.

Charlotte: Espera, me visto y voy contigo.

Styles: NO. Me la llevo yo solo, ¿estamos? Tardaré lo que quiera, sólo ella, yo y el carrito. Quiero que te quedes aquí y que duermas las horas que te hacen falta, y que al cruzar esa puerta estés bien y dejes la neura de lado.

Charlotte le observó fijamente, y observó cada movimiento que hacía. AJ empezó a arreglar el carro para meter al bebé dentro, acomodando las mantas. Cogió ropa abrigada para vestirla y finalmente la tomó de sus brazos, quitándosela con cuidado. Charlotte no se resistió, pero le miraba con preocupación. Tenía razón, no podía continuar así. Pero le costaba horrores no tenerla a la vista, y al despertar y no verla cerca sintió lo mismo que sintió en el hospital. Cuando AJ salió por la puerta, cabreado aún, Charlotte agarró la manga de Orton.

Charlotte: Por favor, cuidadla. Yo creo que ni siquiera voy a poder dormir si no la tengo cerca.

Randy: ¿Pero de verdad crees que alguien va a poder conmigo? —preguntó en tono jocoso, tratando de despreocuparla.

Styles: Tómate esa pastilla y duérmete, Charlotte. Te lo imploro.

Charlotte asintió.

Problemáticos ( I )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora