La puerta sonó atropelladamente. La luchadora se extrañó de que alguien viniera a molestarla estando tan lejos, así que imaginó que detrás no habría nadie conocido. Algún vecino, algún cartero. Pero al abrir y toparse con el hombre al que tanto necesitaba, se asustó. Llevaba un top de gimnasia que dejaba su vientre de cinco meses al aire, y un chándal holgado de color gris.
Styles: Dios... sí que estás cambiada.
La mujer se quedó callada, confusa. Dedicó una mirada rápida a su propia barriga abultada, que para ser de cinco meses no era gran cosa. Era típico de madres primerizas que el vientre se estirara menos. Charlotte negó con la cabeza y trató de taparse con los brazos.
Charlotte: No entiendo, ¿qué haces ahora aquí?
Styles: Yo sí tengo sentimientos, por eso he venido a verte —dijo entrando sin permiso, y llevó las manos al vientre ajeno. En cuanto la luchadora vio que la iba a tocar se alejó dos pasos, y se metió en la cocina.
Charlotte: Te pareces tanto a Zayn cada vez que dices cosas así... es frustrante.
Styles: Ahora entiendo por qué te las decía. Era un buen tipo, le has tratado mal. No todo el mundo tiene mi paciencia.
Charlotte: Ahora hasta tú le compadeces. —Se giró al espejo de entrada y se recogió el cabello en un moño deshecho, empezaba a tener calor. —No quiero que te hagas cargo de nada, puedes estar tranquilo. Vuelve a tu vida perfecta, con tu amigo Zayn. Y dejadme en paz.
AJ suspiró algo complacido al tener presente de nuevo aquel brote de celos. No tenía una personalidad muy sana, pero la echaba de menos igualmente. Sin embargo, detestaba lo despegada que era capaz de estar del propio padre de su hijo, de ese que estaba creándose dentro de ella, que lo tenía justo ahí. Justo en su cuerpo, viviendo con él las veinticuatro horas. ¿Por qué existían personas así? No, no había respuesta. Charlotte no había crecido en el mejor de los ambientes. El divorcio de sus padres, un ex marido convicto, la muerte de su hermano menor, la eterna competitividad y la idea de que debía ser una campeona de por vida para que su padre se sintiera orgulloso de ella y no se lamentase tanto del hijo perdido.
No había respuesta para esa pregunta. Pero sí había otra latente: ¿podía hacerla cambiar?
No respondió nada a lo que dijo la rubia. Se olvidó de todo, sólo la sujetó del brazo para girarla y pegó su boca con la de ella, acariciando su nuca. La besó sin dejar que se apartara, y sintió cómo Charlotte poco a poco cedió al contacto. Ella también necesitaba cariño, después de todo. Pasados unos segundos separó sus labios, abriendo los ojos y mirándola fijamente. Trazó un nuevo recorrido con la yema de los dedos al rozar el pulgar sobre su mejilla, y volvió a acariciar sus labios. Charlotte apretaba su espalda con intensidad, aferrándose todo lo que podía y rozando la nariz con la de él.
Styles: ¿De verdad pensabas que no volvería a por ti? ¿O que te voy a dejar sola? —Charlotte entreabrió los labios a milímetros de los de él, mirándolos y tragando saliva. —A veces dices que me quieres, pero lo que haces no es normal. No puedes estar tan embarazada y aún plantearte si decirme la noticia. Se supone que nos respetamos, que podemos confiar en el otro.
La mujer comprimió sus labios con las palabras, no era capaz de mirarlo a la cara. Quería sentirle, estar cerca de él, pero no podía mirarle sin morirse antes de la vergüenza.
Styles: Sólo deja de mentirme. De cuestionarme. Porque no es agradable, y cuando te pagan con la misma moneda se sufre mucho, ¿verdad que esa llamada te dolió?
Charlotte: Pensé que ibas a dejarme sola con todo esto... ¿quién iba a querer estar unido a mí de por vida? No sabía si decírtelo porque nunca habíamos hablado del tema y surgió solo.
Styles: No, no surgió solo. Lo hablamos una vez y dejaste de tomártelas. Pero aún podemos ir a un médico que lo solucione, ¿vale? ¿Conoces a alguno que tenga experiencia con estas cirugías?
Charlotte se quedó helada ante la pregunta, llevando por instinto la mano a su barriga. AJ no aguantó y se le escapó una risa malvada.
Styles: No sabes lo feliz que me hiciste. Nunca pediría semejante idea, Charlotte... es mi hijo también, y si tengo alguno en esta vida tengo muy claro que quiero tenerlo contigo. Sé que me harás el padre más feliz del planeta —rozó sus labios, y volvió a besarla. La broma le había dejado el cuerpo tenso a la luchadora, que se apartó de su boca con una sonrisa nerviosa.
Charlotte: Imbécil, no juegues así conmigo. Creí que me querías llevar a abortar...
Styles: ¿Estás loca? Antes te aborto a ti, que eres más mala —rio y empezó a hacerle cosquillas, provocando que la otra se alejase divertida. Finalmente la abrazó fuerte y llevó su mano al moño, quitándole la horquilla para recordar qué era sentir su cabello suelto colarse entre los dedos.
Charlotte: Déjalo... tenía calor.
Styles: Y más calor que vas a tener —murmuró pegado a su oído, besando su mejilla con cuidado y llevando divertido las manos a sus senos. Abrió los ojos impresionado y se quedó con ambas manos tocando aquel par de tetas— ¿Desde cuándo has cambiado los melones por sandías?
Charlotte: No aprietes mucho... que ahora soy yo la que mancha.
Styles: Qué cochina eres.
Charlotte: Intento mantener el tipo, pero no sabes lo que duele. Y lo que pesan.
Styles: No, ya, ya veo que pesan. ¿Puedo verlas?
Charlotte: Luego... a la noche. Quiero seguir hablando de esto contigo.
Se sentaron a la mesa, con el luchador contagiado por la imagen de preocupación de la rubia. La miraba constantemente, de reojo, y trataba de no desmayarse de la impresión cada vez que veía que ese ligero bulto en su barriga contenía un bebé suyo.
Styles: ¿Sabes qué es? —preguntó rápidamente, saliéndose de la silla y agachándose donde ella estaba sentada. Puso su cálida mano en el vientre, acariciándolo. Charlotte le agarró e hizo que la atención se centrara de nuevo en sus caras. AJ siguió hablando— No quiero mentiras, Charlotte. Nunca más. Nada de ocultarnos las cosas. Nada de infidelidades, nada de engaños estúpidos. Nos queremos y vamos a tener un bebé, nada tiene por qué ir mal. Vas a ser una madre perfecta.
Charlotte: Dios, sabes que no... esto es un desastre, míranos. No estoy capacitada para ser madre, ni siquiera creo estar capacitada para ser humana.
Styles se lo tomó a risa para chincharla; provocando que la rubia se le quedara mirando algo seria. Rozó los labios por su tripa, lentamente, mientras sus dedos paseaban por sus muslos. Al tocar sus glúteos Charlotte acabó por sonreír.
Charlotte: No sigas por ahí.
AJ se puso en pie y respiró hondo.
Styles: No veo el momento en que se entere todo el mundo de que estás conmigo de nuevo.
Charlotte: No tengo ganas de volver allí... al menos temporalmente. No quiero ver a nadie, ni siquiera a mi padre.
Styles: Te entiendo, tranquila. Todo irá bien. A mí sí me quieres ver, ¿no?
Charlotte: Eres el único al que quiero ver. Me hacías falta, no voy a mentir...
Styles: Y es lo único que quería escuchar —la hizo levantarse y volvieron a fundirse en un abrazo cálido, fundiéndose el uno en el otro. Notaba a Charlotte ligeramente sobrepasada de emociones, pero no podía hacer nada por subsanar un lío en el que, como siempre, se había metido sola. Tendría que confiar en él y todo marcharía.
Charlotte: Es una niña... —dijo, sin separarse de él. AJ sonrió.
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Problemáticos ( I )
FanficProblemáticos (...y fenomenales) confirma una verdad con la que WWE juega constantemente: el engaño al espectador. Tanto Charlotte como AJ Styles son los nuevos preferidos de la junta directiva y con un sólido sector de fanáticos vitoreando sus nomb...