Hannah [COMPLETA]

21

Derek se encontraba fuera de Southern con su mochila en su hombro derecho mientras su mano la sujetaba con nerviosismo. Los alumnos pasaban en multitud por la salida pero sus ojos aún no encontraban a la persona que buscaba. Algunos estudiantes lo observaban con indiferencia, después de la desaparición de Hannah y la muerte de Sam ya nadie quería estar cerca de él y pensar que meses atrás muchos morían por un poco de su atención lo hacía reír con amargura internamente.

Sus ojos cayeron en la chica que caminaba acercándose a él pero ella no se había fijado de su presencia.

—Sophie —la llamó.

La muchacha lo observó un poco sorprendida.

—Derek.

Ambos se observaron por unos segundos, Derek no sabía que decir.

—¿Sucede algo?

Su orgullo siempre había sido primero pero la desesperación se apoderó de él.

—Necesito tu ayuda.

Sophie lo miró con un poco de lástima.

—Olvídalo —dijo escapando de ella al darse cuenta como lo miraba.

La joven corrió hasta él y lo tomó del brazo.

—Derek, quiero ayudarte.

Detuvo sus movimientos y dio la vuelta para encontrarse con una sonrisa de parte de Sophie.

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El silencio estaba presente desde ya varios minutos en aquella cafetería, Sophie observaba hacia la puerta mientras Derek trataba de buscar las palabras correctas para hablar.

—Yo no maté a Hannah —dijo de repente

Sophie posó su mirada en él.

—Yo. —suspiró—. admito que la encerré pero jamás le hice algo más.

Derek sintió miedo de mirarla.

—Todo esto es culpa de mi maldita arrogancia, solo quería que. —hizo una pausa—. solo quería...

Cerró los ojos y recordó aquella noche.

—Lo que tu viste aquel día es cierto... Yo la seguí, mi plan era encerrarla en el cementerio donde trabajaba el padre de Cody, luego a la mañana siguiente ir por ella pero todo salió mal.

Sus ojos seguían cerrado por miedo de observar la mirada de Sophie.

—Yo siempre me aproveché de ella, siempre la obligué a hacerme los trabajos más complicados, ella debía entregarme ese día la tarea pero no lo hizo, me enojé y busqué una forma de intimidarla, era mi esperanza para aprobar la maldita materia que estaba descuidando.

—Derek yo —dijo la muchacha.

—Esa noche aprovechamos la fiesta de Sam. —siguió hablando—. mis amigos me ayudaron a llevarla hasta allí, te juro que me arrepentí de todo pero luego me deje convencer por Sam. —apretó los puños recordando las palabras de su fallecido amigo—. la dejé ahí y no tuve el valor de ayudarla.

La cafetería estaba vacía y lo único que se escuchaba era la voz de Derek y sus suspiros de frustración, Sophie estaba sorprendida ante sus confesión y no sabía que decir.

—Hannah desapareció de repente, Sam se suicidó y todo esto se está complicando, el tiempo se acaba y no podré saber quién la asesinó.

—¿Cómo puedes saber que está muerta?

Derek abrió los ojos y se enfrentó a su mirada; la joven tenía una expresión de asombro y miedo a la vez.

—Sam la vio, en su forma de fantasma.

La chica abrió su boca ligeramente como si fuese a decir algo.

—Eso es... Imposible.

—Estoy seguro que Sam murió por eso, él era un chico bastante seguro de si mismo, era el más tranquilo de todos nosotros. Yo he visto cosas, soñé con Sam muchas veces, eran advertencias, yo pude salvarlo —apretó los labios.

El ambiente se tornó tenso, Derek comenzó a creer que Sophie tenía miedo de él.

—¿No me crees verdad? —le preguntó.

—No sé qué decir —Confesó.

—Nadie me cree, ya no me sorprende que tú no lo hagas.

—Derek no es fácil procesar algo como lo que tú acabas de confesarme.

—¿Por qué me ayudas?... Sabes cómo era con todos y aún así estás aquí, escuchándome.

—Porque sabía que no eres culpable.

—Si es mi culpa, todo esto no es nada más que mi culpa—se removió en el asiento con enojo.

—No, tú no la mataste.

—Pero la encerré allí, en un cementerio y ahora dime, ¿Qué clase de persona haría eso con una chica indefensa? —preguntó—. solo soy un maldito monstruo que merece todo lo que está pasando y lo que pasará — añadió.

—Todos cometemos errores —le dijo en un intento de tranquilizarlo.

—Pero los míos son imperdonables.

Se levantó de su asiento dispuesto a irse.

—A estas alturas ya me da igual si termino en una cárcel, puedes ir y contar todo si quieres, lo merezco — dijo cansado.

—Yo jamás haría eso sabiendo que no eres culpable.

—De todas formas para el mundo lo seré cuando la verdad se sepa, nadie va a creerme nada, todos pensarán que yo la maté, no hay otra opción.

El la observó esperando a que ella respondiera algo pero no lo hacía, solo lo miraba como siempre.

—Yo sé quién puede ayudarnos —dijo después de unos segundos.

—¿Quién?

—Ven conmigo —dijo saliendo de su asiento y caminando hasta la salida de la cafetería.

—¿Vamos?

Derek estaba parado en aquel mismo lugar, sin tener la más mínima idea de que hacer. Miles de ideas le llegaron a la cabeza pero ya no podía elegir, Sophie era la única que podía ayudarlo, de todas formas tarde o temprano iba a ser sentenciado, ya no tenía más opción que arriesgarse, era muy tarde para arrepentirse después de confesarle todo a quien menos esperaba, la desesperación había hecho de la suyas.