Hannah [COMPLETA]

59

Había pasado alrededor de media hora desde que ambos dejaron la casa de Cody. Derek parecía más calmado, aunque Sophie sabía que no duraría mucho tiempo.

Derek se encontraba dando vueltas por la ciudad, sin saber a donde debía ir. Su cara de preocupación le anunciaba a Sophie que era muy probable que estuviese armando alguna especie de plan dentro de su mente.

Jones continuaba pensando acerca de sus problemas y lo importante que era contarle a Derek sobre el tema. Algo dentro de ella le hacía detenerse justo cuando estaba por abrir su boca y dejar salir todo lo que la tenía preocupada. No estaba segura de que se trataba. Quizá era el miedo en Derek, el temor en que pensara que estaba relacionada de alguna forma con el asesinato de Hannah.

—Iré con mi padre —mencionó de repente.

Las gotas de lluvias empezaban a dificultar la vista que daba el parabrisas. Sophie odiaba las tormentas, especialmente el fuerte ruido que causaba un trueno.

—No tengo ninguna otra opción, es la única persona que puede ayudarme. Lo que quiere es que no arruine su apellido, lo que yo quiero es saber la verdad, así que he decidido que iré con él.

Pensó de forma instantánea que eso era una idea demasiado mala, pero para Derek no quedaba ninguna otra forma de resolver el misterio, por lo que decidió no entrometerse más en sus decisiones.

—Debes volver a casa con tu hermana, yo debo ir con mi padre, él me ayudará.

Él ni siquiera estaba observándola, sus palabras salían de una forma que Sophie no sabía cómo interpretar. Tal vez estaba echándola de su vida, demostrando así que la confianza había excedido el límite. Quizá, en el mejor de los casos; Derek solo quería protegerla. Aunque la última era poco probable, para Sophie sonaba mejor.

—¿Por qué? —preguntó ella.

—Sophie, no quiero que ese hombre crea que me ayudaste en mi malévolo plan cuando descubra la verdad. No quiero que termines en la cárcel por mi culpa —explicó con toda la normalidad del mundo.

—No voy a terminar en una cárcel, no tuve nada que ver y cuando lo digas, voy a estar bien.

—¿En serio crees que alguien va a creerme? —preguntó Derek con ironía—, las probabilidades de que mi padre logre algo son demasiado pequeñas. Estoy muy seguro que todos pensarán que yo y mis amigos la matamos, dirán que ellos se suicidaron solo para no pagar por su crimen. Tú debes salvarte ahora que estás tiempo, yo diré que estuve obligándote para que me ayudaras.

—Por ningún motivo vas a decir eso —amenazó.

—Es la única forma en que salgas bien de todo esto.

Sophie se negaba a dejarlo solo, ella sabía que su padre no tendría ninguna compasión y quería estar allí cuando no tuviese a nadie. Ya se había acostumbrado a su amistad.

—No voy a hacerlo —confirmó.

Escuchó un suspiro por parte de él. El auto comenzó a disminuir la velocidad en una calle poco transitada de Toowoomba. Las gotas de lluvias ya no parecían tan intensas como al principio.

Los vidrios polarizados serían una ventaja para ambos estando en la cuidad. Derek quitó su cinturón y se giró hacia ella.

Sophie sintió un horrible nudo en la garganta. Odiaba ser sensible y echarse a llorar en la primera oportunidad. Pero aquello era algo que la caracterizaba y no podía haber nada para evitarlo.

La razón por la que se sentía de esa forma no era solo Derek, era todo, su extraño presentimiento ejercía más peso sobre el caso. El momento de que Derek se hiciera partícipe de su teoría había llegado.