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Sus impulsos lo llevarían a donde quisieran, cual corriente que arrasa con todo a su paso, aprovechándose de los pocos pensamientos coherentes en Derek.

Una expresión de desconcierto se presentó en su rostro al ver a tres muchachos más unírseles.

Su cabello comenzó a revolotear mientras agilizaba su marcha, agotando cada vez más la distancia hasta donde se encontraban los jóvenes causando bullicio con su charla.

Estaban por entrar, pero la aparición de Derek detuvo cualquier movimiento planeado.

Ese mismo rostro, aquel que había causado misterio desde ese día en la universidad; estaba frente a Derek, quien no se encontraba pensando en las consecuencias de su actuar.

Sus ojos que emanaban un color marrón no habían roto el contacto ocular desde el instante en que Derek había detenido su caminata.

Las risas, sonrisas y palabras de detuvieron por un momento. El curioso joven sintió como si algo con alta repercusión había llegado después de tanto tiempo en espera.

—¿Holmes? —preguntó.

El tiempo se detuvo para Derek. Todos los momentos vividos desde la desaparición de Hannah pasaron por su cabeza. Solo quedaba una cosa por hacer o perdería el juicio por completo.

—¿Dónde está?

Jamás, ni siquiera en una ocasión espontánea, Derek había cruzado palabra con él. En aquel santiamén no existía nada más que importase, solamente la verdad.

Las pocas personas que lo acompañaban se miraron unas a otras, tratando de entender su interrogante.

—¿Qué estás haciendo aquí? Creí que mi hermano y tú ya no tenían nada que ver.

Derek avanzó un poco más, la mirada de su futuro contrincante pasó por sus pies, notando como disminuía la lejanía.

—¿Dónde está Hannah?

Después de que ese nombre hiciera presencia, Derek creyó que algo había cambiado en su rostro, no podía afirmar que era, se encontraba perdido y cavilar sobre ello no era una opción para esos instantes.

—¿Hannah? ¿Por qué de pronto apareces en mi casa preguntando sobre Hannah?

No tenía el interés de responder a sus preguntas y de esa forma desviar el tema.

—No lo preguntaré una vez más —advirtió.

Uno de los miembros de su pequeño grupo se acercó hasta el muchacho de simpáticos ojos marrones y susurró algo en su oído. Poco tiempo después, habló.

—Holmes —dijo con cautela—. No sé a qué viene todo esto, no te conozco, no me conoces y no creo que pueda responderte esa pregunta. Hannah continúa sin aparecer.

—Mason, Holmes después de todo; es uno de los principales sospechosos —intervino alguien.

Mason examinó a Derek con persistencia, supo que el enfado era una de las cosas que estaba tratando de ocultar sin éxito. Tragó saliva.

—Ninguno de nosotros sabe nada acerca de Hannah -confesó.

Lo miró con atención, como si esperase a que Derek hiciera algo que le tomara por sorpresa.

—Tenemos trabajo por hacer.

Derek pudo percibir que Mason sintió miedo acerca de su extraño comportamiento. Puesto a que; las conductas misteriosas de sus amigos ya no eran un tema confidencial. Todos en la universidad eran conocedores acerca de los rumores en los que Derek estaba envuelto, los suicidios de sus compinches pronto harían que la verdad saliera a luz.

Hannah [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora