Queensland, Australia (Juicio del caso Stone)
Sus desorientados ojos pasaron por cada uno de los presentes en la sala, con miedo. Sus rostros decían claramente que la historia contada por él con anterioridad era algo imposible de creer, que probablemente estaba buscando librar a la justicia usando un argumento incoherente. Holmes logró calmarse gracias a un medicamento otorgado mucho antes de que empezara a contar la historia una vez más, sin embargo, no se sentía bien del todo. No podía dormir gracias a los recuerdos que le atormentaban y las visiones de Hannah.
—¿Está diciéndome que todo sucedió de una causalidad y no fue un asesinato perfectamente planeado? —preguntó el abogado con cierta incredulidad en su mirada.
Derek la observó detrás de toda la multitud una vez más. Estaba seguro que era ella. No obstante, tragó saliva y se obligó a calmarse. Se repitió a sí mismo que solo era su mente. Y tenía que ser eso, solo su mente. Hannah tenía que marcharse una vez que todo terminase.
—Las casualidades existen y si no las manejamos con cuidado cuando se presentan en ocasiones delicadas, pueden llegar a tomar rumbos desastrosos —confesó Derek, tratando de sonar convincente.
—No hay pruebas, señor Holmes. Hasta ahora solo tenemos su historia, algo que es un poco difícil de creer. Todo jugó a su suerte, como usted quería —dijo con recelo—. El cementerio no tenía cámaras de seguridad al ser un lugar pequeño y poco cuidado.
—Por eso la llevamos ahí, lo acepto. Solo quería que ella se asustara, jamás se me pasó por la cabeza de que algo así podría ocurrir. Siempre creí que todo era un plan de Cody para castigarme. Pensé que era un plan llevado a cabo junto a su hermano Mason, pero no fue así. Yo no conocía a Richard y Corey, quizá los vi alguna vez en la universidad, pero no los recuerdo. Jamás me enfoqué en ellos. La vida de Hannah era un completo misterio, algo que tuve que descifrar por mi propia cuenta porque nadie iba a creerme si contaba todo. Lo único que me importó y que aún me importa, es que Hannah descanse en paz y todo acabe.
—Hannah está muerta, señor Holmes.
Los murmullos se hicieron presentes en el lugar.
—Sus amigos se suicidaron para no cargar con el peso de la ley. Para no vivir lo que usted está viviendo justo ahora —agregó.
—No es así, yo sé lo que vi —afirmó. Sé cómo desequilibraba sus mentes, lo sé porque a mí me pasó al igual que ellos, pero logré sobrevivir.
El abogado acusador desvió su mirada y caminó a su alrededor. Los ojos de Derek fueron hasta Grant y pudo notar que no creería en él con facilidad, no importaba cuantas veces dijera la verdad. Todo parecía imposible de creer, algo inventado para su única conveniencia y la falta de pruebas lo desesperaba. Algo en él le decía que ella podía volver si la verdad no se comprobaba.
La sala se mantuvo en un cruel silencio.
—¿Por qué afirma que todo fue una coincidencia?
—Porque nadie podía tener razones para asesinarla. Hannah era una joven buena a pesar de lo misteriosa que solía ser su vida. Ella era perseguida por un espíritu vengativo, una entidad que buscaba lo mismo que llame busca ahora: justicia. Guardamos silencio, tanto nosotros como los hermanos, esa fue nuestra condena. Estoy seguro que si nadie hubiera guardado silencio, los suicidios jamás hubiesen ocurrido. Pero ellos no querían ir a la cárcel, tenían miedo como cualquier jóvenes de nuestra edad, como nosotros lo tuvimos.
Derek suspiró y cerró sus ojos con suavidad. No tenía nada más que decir. Después de unas cuantas palabras de su abogado defensor, el tiempo se había terminado y tendría que esperar una próxima vez.
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Hannah [COMPLETA]
HorrorHannah Stone solo era una chica intelectual, amable y reservada, pero una noche cambiaría su destino por completo. Siendo acosada por un grupo de compañeros de carrera, Hannah es encerrada por ellos en el cementerio de la ciudad. Lo que era para aqu...