Hannah [COMPLETA]

30

La tarde había caído sobre Toowoomba. El sol se ocultó por completo gracias a las negras nubes que ya de situaban en su lugar. Derek esperaba que no volviese a llover como lo última vez mientras se encontraba en la ventana de la habitación de Ian.

—Sophie —dijo llamando a la joven que estaba de espaldas a él.

—¿Si?

—Creo saber donde buscarlo.

Escuchó los pasos de ella acercarse hasta él. Aunque la idea no lo convencía del todo debía arriesgarse.

—Iré al bosque —dijo manteniendo su vista en los árboles que no se situaban demasiado lejos de la residencia.

—¿Qué?

—Podría estar allí, necesitando ayuda.

—Derek, ni se te ocurra ir —le advirtió.

—Claro que lo haré —confirmó.

—¿Qué te hace pensar que el puede estar ahí? Es un lugar peligroso.

—Ian huye de las voces y visiones que lo atormentan. Aquel día se escondió debajo de su cama porque creyó verla. Estoy casi seguro que fue hasta allá tratando de escapar.

—Derek, Ian no puede estar ahí, olvídate de ir a ese lugar.

—¿Tú que sabes? —le preguntó.

—Es estúpido, hay muchos empleados aquí, es imposible que no lo vieran.

—No estoy seguro de eso, este lugar ni siquiera tiene guardias de seguridad o cámaras a pesar de ser una mansión lujosa.

—Sigo creyendo que es estúpido, no vayas hasta allá.

—Es irónico que justo en este momento desee tanto las malditas cámaras de seguridad cuando antes solo quería que estuvieran apagadas para realizar ese acto tan espantoso.

—Derek...

—Si no voy no podré saber si en verdad no fue hasta allí.

—No lo hagas, es peligroso, podemos esperar a que la policía se encargue.

—¿De que demonios me estás hablando? —preguntó con enojo—. Se trata de mi mejor amigo, no de un animal con esperanzas de que alguien se atreva a buscarlo, voy a ir por él quieras o no.

—Solo estoy tratando de que no te expongas al peligro —le dijo.

—¿Cuál peligro? —preguntó—. Es solo un siemple bosque, no pasará nada, deja de preocuparte tanto por mí, ni siquiera lo merezco —añadió.

—Deja de decir eso, cualquier persona lo merece.

—Tú sabes que yo no —respondió.

Caminó hasta la salida para ir en busca de Ian.

—Está bien Derek, si tú vas yo también lo haré —le dijo decidida.

—No, eso no. No irás a ningún lado —le advirtió.

—Lo siento, iré quieras o no.

—¡Deja de ser tan entrometida ! —le gritó.

—¡Y tú tan soberbio!

—No irás, fin de la discusión —abrió la puerta y la cerró detrás de él, maldijo por no tener como cerrarla con seguridad para que no pudiese salir de allí.

Sophie abrió la puerta casi al instante y Derek rodó los ojos con todas las ganas del mundo.

—He dicho que iré Derek, lo siento.