Aún podía ver las letras sobre el papel, claras y reveladoras. Era increíble pensar en cómo todo sucedió. No había podido dormir la noche anterior pensando en las razones por las cuales Richard había lastimado a Hannah.
Muy dentro de él pensaba que ellos no tenían la culpa del todo, pero a la vez, recordar cómo habían ocultado su cuerpo por mucho días, le hacía rectificar sobre aquel pensamiento. Todos tenían la culpa de alguna manera.
Apoyó su cabeza contra la pared y cerró sus ojos.
La viva imagen de la muchacha lo atormentaba cada vez que pretendía estar en paz. Derek abrió sus órganos visuales por miedo a seguir observando su cuerpo sucio, su cara convertida en una horrible máscara de odio y venganza.
Holmes se levantó y miró a través de las rejas con miedo. Podía sentir la presencia de alguien más. Las palabras de su padre asegurándole que todo acabó, le invadieron, tratando de tranquilizarlo al menos un poco.
Su cuerpo comenzó a temblar. Recordó el juicio, la forma en como Ashley y otras personas que habían confiado en él, le miraban. La verdad llegó hasta ellos de la peor manera, dejándolo como un verdadero villano.
Derek observó a uno de los guardias acercarse hasta la celda. Abrió la reja y se acercó hasta él con la intención de colocar esposas sobre sus manos.
—Hay una visita para ti —informó con absoluta seriedad.
Derek supuso que se trataba de su padre. Faltaban días para la última audiencia del juicio.
El joven fue guiado por el hombre hasta la pequeña sala de siempre: uno de los lugares en donde debía recordar la espantosa historia, una vez más.
Su sorpresa fue grande al saber que no era Norman Holmes quien le esperaba en ese cuarto.
Después de que el guardia terminara su trabajo y se quedara cerca de la puerta, Derek se sentó en el mismo asiento. Colocó sus manos sobre la mesa. El temblor en ellas era algo que no podía manejar. Era eso en lo que se había convertido.
Sus ojos fueron hasta él, Grant. Un hombre que había cuidado de Hannah y Gretta con tanto amor. Holmes temía mirarlo con fijación, le asustaba la seriedad que expresaba su cansado rostro.
Comprobó que sus nervios se habían alterado gracias al recuerdo de Hannah. Apretó sus ojos con fuerza, tratando de concebir la calma.
—¿Te encuentras bien? —le preguntó Grant mientras le observaba de pie.
Derek asintió, escondió sus manos debajo de la mesa.
El tutor de Hannah avanzó unos cuantos pasos y tomó asiento.
Derek mantuvo su vista baja. Escuchó como Grant soltaba un largo suspiro.
—¿Por qué, Derek? —preguntó.
Fue entonces cuando el desorientado muchacho levantó su mirada.
—¿Por qué no fuiste conmigo cuando supiste toda la verdad? ¿Por qué no llevaste la carta de Gretta hasta mí? ¿Por qué no me buscaste?
Al principio no supo como responder, el temor parecía apoderarse de cualquier palabra que quisiera salir de su boca.
—Sé que tenías miedo a mi reacción, pero te adelantaste, provocando la muerte de los supuestos culpables. Derek, no debiste actuar por instinto.
—No tenía más opción —respondió negando con la cabeza y los nervios de punta—. Sentía que debía ir al cementerio, algo dentro de mí me gritaba que la respuesta estaba allí.
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Hannah [COMPLETA]
HorrorHannah Stone solo era una chica intelectual, amable y reservada, pero una noche cambiaría su destino por completo. Siendo acosada por un grupo de compañeros de carrera, Hannah es encerrada por ellos en el cementerio de la ciudad. Lo que era para aqu...