Hannah [COMPLETA]

53

No había niebla, no era de día y lo único característico del lugar que en esa ocasión estaba presente; era el silencio. Las luces  encendidas permitía que pudiese ver todo con absoluta claridad. Esa vez no existía nada que le impidiera ver más allá. Todo se hallaba normal, como cualquier noche en el cementerio.

Quizá Derek estaba desconcertado y con suerte podía percatarse que de alguna manera había llegado al camposanto, debía ser esa la única explicación ya que nada parecía una pesadilla que solía tener con frecuencia.

Pero ver la puerta abierta de par en par, hizo pensar que si era un sueño después de todo, aunque sintiera el frío atravesar su cuerpo como si todo fuese real.

Derek miró hacia atrás, no había rastros de su auto. Lo único que le quedaba por hacer era seguir sus instintos.

Avanzó por la entrada, atravesando una pequeña sección que contenía nichos con sus respectivas tumbas. Después de cruzar la pequeña especie de umbral, Derek observó la cantidad de sepulcros frente a él. Por un momento no supo que hacer.

El miedo le invadió, haciendo que retrocediera para dar la vuelta y marcharse. No obstante, algo inesperado pasó.

La puerta ya no se encontraba abierta, estaba cerrada como debería estarlo cada noche, después de que los encargados de su mantenimiento se marcharan a casa al terminar su labor.

Derek ignoró el hecho de que obtenía la vista de la entrada cerrada. Comenzó a caminar, manteniendo la seguridad de que solo se hallaba ajustada.

Una fuerte carcajada detuvo su trayecto. Derek giró su cabeza. Todo estaba en estado natural, había sido una pequeña risa, quizá solo parte de su imaginación, tal vez solo parte del malvado plan de Hannah por volverlo loco.

Ignoró el evento.

Sus planes por alejar su atención se vieron afectados gracias a la repetición del hecho. La risa se hizo presente una vez más. Derek resopló.

Se quedó estático, esperando a que atacara una vez más y así fue. No pudo mantener su plan de creer que solo era una experiencia paranormal.

Comenzó a caminar en dirección contraria a la que tenía planeada antes del imprevisto. Sin embargo, sus pasos no le llevaron muy lejos.

El ruido de más de un automóvil arribando terminó por destruir el ambiente silencioso de la zona. Derek restó importancia a las simples carcajadas y corrió hasta la puerta de rejas. Miró por las pequeñas aberturas al llegar.

Una punzada agredió su corazón al reconocer los autos. Su rostro cambió de expresión al no tener idea de lo que estaba ocurriendo.

Sam bajó del vehículo, seguido de alguien más.

Derek expulsó el aire con brusquedad de su boca y retrocedió, alejándose de la puerta.

No sabía como reaccionar a lo que estaba mirando. Su otro Derek del pasado seguía los pasos de Sam. Aquel que aún no tenía idea de lo que le esperaba, el que tal vez fuera inocente si tan solo hubiese detenido el acto.

Cerró sus ojos por intuición después de un fuerte ataque de dolor en su cabeza. Aquel era diferente a todos los demás, era insoportable y desesperante. Le hizo tomar su cabeza con las manos y tirarse al piso, soltando un grito desgarrador.

Después no hubo nada, solo oscuridad.

—¿Crees que esté bien?

La voz parecía lejana pero podía saber que se trataba de una mujer.

—No lo sé, deberíamos trasladarlo a un hospital si está empeorando.

—Sus ojos tiemblan, parece que despertará.