El baile

516 24 0
                                    

Oigo sonar el timbre un par de veces, es Ted. Abro la puerta y me encuentro un galante chico vestido con un traje y pajarita. Alto, guapo y moreno.

-Buenas noches – sonríe.

-Hola – sonrío y cierro mi puerta. Nos dirigimos al baile, en la sala especial. 

Entramos en la sala siendo conscientes de que vamos un poco tarde y todo el mundo nos mira mientras caminamos hacia el centro de la sala. Hay mucha gente, más de la que me esperaba. Noto como nos miran, y me junto más a Ted. Éste se gira y me sonríe. ¡Es un sol! Más tarde me ofrece un vasito de zumo de naranja.

-Veo que no me quieres emborrachar esta noche – le digo.

-Te tendrías que ver borracha… - suelta una carcajada – es bastante penoso. Te descontrolas un montón.

-Ya te vale – digo, bebiendo un poco. Empieza a sonar “Little Black Dress”. 

-Seguro que han puesto la canción por ti, te han visto entrar. 

-No digas tonterías – digo, cogiendo un aperitivo que no sé muy bien qué es.

-¿Qué es eso? ¿Está bueno?

-¡Sí! ¡Está muy bueno! – sonrío pero inmediatamente me tapo la boca y empiezo a reír.

-Casi me escupes – dice Ted también riendo y cogiendo una de esas cosas – cerda.

-Calla – le doy con el codo y se le cae un poco de salsa encima del traje, tiñéndolo de un color rojizo  - ¡lo siento! Ahora te lo limpio – saco una toallita del bolso - ¡voy preparada! 

Empiezo a frotar y la mancha parece que se va.

-Ten más cuidado, manazas – dice riendo y tocándome el pelo.

-¡Me vas a desmontar el peinado! – digo, tocándome el cabello suelto y colocándolo en su sitio.

Estamos durante toda la noche comiendo, hablando con amigos y algún que otro cliente; lo estamos pasando bien. Hasta que llega la ronda de copas.

Bebo uno, dos, tres… olvido la cuenta. ¿Qué me pasa? Las cosas empiezan a estar borrosas y el suelo empieza a moverse. Mejor me siento. De camino a una silla, alguien me coge por la espalda.

-¿Dónde vas? – me dice una voz que reconozco de algo.

-A sentarme… - me cojo de algo y vuelvo a dirigirme a mi silla. Después de aquello, veo a Ted que se acerca. 

-¿Qué ha pasado…? – me dice.

-Que no estabas ahí para decirme que parara de beber – suelto una carcajada sonora y le cojo de la mano.

-Qué tonta eres.

-Calla.

-Tonta.

-¡Para! – como una niña le pego muy flojo sobre el hombro. Él está agachado frente de mí. Le miro los ojos, marrón chocolate. El pelo, perfectamente desarreglado. La nariz… los hoyitos que se le hacen al sonreír en las mejillas. La boca… Me abalanzo sobre él y le beso, no sé muy bien por qué. Noto como él se dirige hacia atrás.

-¿Qué haces…? – me dice con voz dulce.

-Besarte – digo, sonriendo.

-Madre mía… Te voy a llevar a tu camarote – noto como me coge en brazos y avanza con paso firme hasta que salimos de aquella ruidosa sala. 

-¿Estamos llegando? – pregunto. Tengo mucho sueño.

-Sí – me busca dentro del bolso la llave de mi habitación. Una vez dentro, avanza entre todo el desorden de mi habitación y me deja en la cama suavemente. 

-Quédate aquí… – le digo cogiéndolo del brazo. Empiezo a llorar.

-¿Por qué lloras? – Ted se sienta en la cama, a mi lado. Noto como me frota la cara.

-Porque mi vida es una mierda… es siempre lo mismo. Estoy harta – cierro los ojos y me quito las lágrimas con las manos.

-Pero si parece guay.

-Pues no lo es, estoy harta de que la gente no pare de mirarme, que me traten como un objeto. Quiero a alguien que me quiera de verdad, como tú.

-Nadie te va a querer tanto como yo – me aprieta la nariz, y creo que sonríe. Yo también lo hago. 

-Túmbate y vamos a dormir un poco – le digo, echándome a un lado. Noto como él se tumba a mi lado y su respiración se acompasa, al igual que la mía. 

Poco a poco nos quedamos dormidos.

Dos idiotas a bordo {Emblem 3, One Direction, Cody Simpson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora