Happily

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*NARRA CHLOE*

Estoy inquieta. ¡Quiero que llegue ya la noche! Quiero conocer al misterioso X, si es que lo conozco. Quizás ya lo conozco…

No sé por qué no puedo evitar pensar que es Drew. ¡¡Pero qué estúpida soy!! Drew no podía haber sido más directo conmigo, antes. Me miro al espejo, con una cara idiota. Estoy intentando contener las lágrimas de nuevo, los labios tienden a ir hacia abajo, y mis cejas se juntan mucho. En el espejo veo a una chica con un vestido rojo elegante, con un cinturón negro justo debajo del pecho. Y unos tacones negros… El pelo lo lleva recogido en una especie de moño que deja suelto algunos mechones, que caen en forma de tirabuzón encima del pecho. Alzo la cabeza. Debo intentar hacerme creer que ningún hombre merece las lágrimas de una mujer. Que soy fuerte, que ya he pasado por esto antes y… que nunca me había afectado tanto.

Sonrío levemente, para afirmar mis pensamientos. Para engañarme a mí misma, aunque tan solo fuera débilmente.

Oigo tres golpes en la puerta de mi habitación y me dirijo a ésta. Es Ted.

-Hola – sonrío sin ganas.

-Ey, ¿qué tal?

Obviamente Ted lo sabía todo, se lo he contado esta mañana.

-Igual o peor.

Ted me mira de arriba abajo con una mirada de aprobación.

-No puedes estar como esta mañana… por Dios, este chico, el tal X tiene un gusto genial. ¡No te podrás quejar!

Ted me saca una leve sonrisa.

-Bueno, ¿vamos?

Asiento con desgana. No tengo nada de ganas de ir a la fiesta, de volverme a emborrachar y no acordarme de nada. Pero, sobre todo porque no quiero ver a Drew. Cada vez que pienso en él, el nudo que tengo en el estómago me sube hasta la garganta, y después a los ojos, en forma de lágrimas.

Me engancho del brazo de Ted y caminamos lentamente hacia nuestro destino: la sala de fiestas. Entramos por las enormes puertas y vemos mucha gente, como la otra vez. Pero no me esfuerzo en reconocer a nadie. Miro hacia el escenario y allí arriba está el director del barco. Va a decir unas palabras, de bienvenida a Francia y bla, bla, bla.

Ahora sí que miro e intento reconocer los rostros que hay en la sala. Algunos se giran, y me miran con sonrisas cordiales o simplemente me miran con los ojos muy abiertos y se giran. Las palabras del director son un murmullo, cuando me fijo en un grupo en especial.

Veo a Rachel, con un vestido azul marino largo, cogida del brazo de Niall. Sin embargo, éstos están mirando a su izquierda, dónde se encuentran Demi y Wilmer, su actual pareja. Me quedo estupefacta, ¡no pensaba que iba a ser así, de golpe!

Soy una gran fan de Demi Lovato y no esperaba encontrármela nunca, no había pensado en la posibilidad de que podría entrar en la fiesta y ser como un cliente más. ¿Qué debo hacer? ¡¡Es una chica genial!! Mi gran ídolo.

Rachel, Demi y Wilmer ríen ante algo que ha dicho Niall. Entonces, éste se gira y me ve mirándolos. Me sonríe y me saluda con la mano. Entonces, Rachel ve lo que hace y me mira. Con una ancha sonrisa, se acerca hacia mí y Ted. Demi y Wilmer les siguen por detrás.

-Hola – me da dos besos.

-Hola – decimos Ted y yo al unísono. Noto que tengo las manos sudorosas y me tiemblan.

La otra pareja nos mira y Demi me sonríe, dirigiéndome su mano. La encajo, y siento mariposas en el estómago y una especie de nube me nubla la mente.

-Wow – consigo articular. Ella suelta una carcajada y yo lo hago después de ella – esto es genial. De veras, te admiro muchísimo. Me encantas.

No puedo sonreír más porque no es posible.

-¡¡Muchas gracias!! – Demi también parece muy contenta. Sin embargo, pienso que ella debe encontrarse con situaciones semejantes cada día.

Saludamos a Wilmer y estamos un rato charlando. La noche va haciéndose cada vez más negra.

Estoy impaciente y muy nerviosa. Y no, parece mentira, pero no es porque acabo de conocer a Demi Lovato (eso influye mucho, obviamente). Pero estoy nerviosa, porque los chicos de Emblem3 no han aparecido todavía. Y cuando lo hagan (ojalá no) se va a armar una gorda. Mucho. Porque nosotros estamos colocados justo delante de la puerta, o sea, que cuando entraran nos verían de pleno y ni Rachel, ni Niall, ni yo podríamos impedir que aquella escena tan desagradable no ocurriera.

Lo paso muy bien, Demi es muy divertida y se la ve muy feliz. Rachel y Niall como pareja son adorables, la pareja ideal. Esa que tanto me cuesta a mí encontrar.

-Me alegro mucho de que os vaya tan bien – dice Demi, dirigiéndose a Niall y Rachel.

-A ti tampoco te va mal, no te puedes quejar – dice Niall, con sarcasmo.

-La verdad es que estoy muy feliz – noto como agarra el brazo de Wilmer más fuerte – se han juntado tantos factores buenos ahora que no me imagino algo mejor…

-Eso es genial – digo – em, quiero decir… que me alegro mucho porque creo que has pasado por cosas muy duras. Pero ha acabado en final feliz, ¿no? – carraspeo – quiero decir, que de alguna manera, ha merecido la pena… bueno…, no. A ver… no quiero decir que aquello te ha llevado hasta donde estás ahora…, tan sólo me refiero a que la felicidad que sientes ahora compensa todo aquello por lo que pasaste… ¿no?

-Creo que sí. Creo que… he tenido mucha suerte. Tanta gente apoyándome ha sido lo mejor que me ha pasado. Y sin la música y sin ellos yo no estaría aquí – sonríe.

-Me alegro mucho, de veras. Verte tan feliz es hacerme feliz a mí.

-Aww, ¡muchas gracias guapa! Igualmente, os quiero mucho.

Y justo en aquel momento, alguien me da unos toquecitos en la espalda.

-¡Hola Demi! ¿Cómo va todo? – dice Wes, con el optimismo que le caracteriza. 

Dos idiotas a bordo {Emblem 3, One Direction, Cody Simpson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora