XOXO (besos)

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*NARRA CHLOE*

-Bueno, nos vamos – dice Drew, alzando la mano y despidiéndose de los pocos que quedan en el camarote. Zerrie ha ido a dormir hace poco, Anna y Cody se han ido pronto, al igual que Louis y Eleanor.

-Adiós – contestan los que quedan, que nos saludan también con la mano despegando la vista de las cartas.

-Es injusto – dice Wes mientras le sale una sonrisilla - ¡Drew, te vas con Chloe y a nosotros nos abandonas! Vamos a perder la partida.

Drew le alza el dedo corazón y abre la puerta dejándome pasar a mí antes.

Mientras caminamos el corto camino hasta mi camarote Drew me coge de la mano. Le miro y me encuentro con su mirada, así que agacho la cabeza y me coloco el mechón de cabello que me ha caído sobre la cara detrás de la oreja mientras escucho como Drew suelta una risa.

Abro la puerta de mi piso y dejo mi bolso sobre la silla de la entrada, que está algo desgastada. Drew deja su chaqueta y nos envuelve un silencio expectante.

-¿Quieres comer algo? – pregunto, para romper el hielo.

-No, gracias – Drew me sonríe y se acerca a mí poco a poco. Me coloca las manos en la cintura y después las desliza hacia mi espalda, envolviéndome en un extraño pero cálido abrazo.

Bostezo involuntariamente.

-Bueno, vamos a dormir – me dice Drew, mientras me despeina un poco el pelo – que el día ha sido muy movidito.

-La verdad es que sí – digo tímidamente. Prefiero no hacer nada, pero se me hace raro ya que siempre que he pasado una noche con él (y con cualquier otro chico) no ha sido tan sólo para dormir.

Esta vez soy yo quien coge la mano de Drew y voy hasta mi habitación. Drew se quita la camiseta (también suelta algún bostezo) y se tumba en la cama de un gran salto.

-Si se rompe la pagas tú – le digo haciendo broma, mientras me pongo los pantalones cortos del pijama.

-Si no se ha roto ya… - dice él en una sonrisa. El comentario me provoca una larga carcajada y luego, él coloca su brazo frente a los ojos, para taparse de la luz. Aprovecho que no me mira y me fijo bien en él. Está medio tapado con la fina sábana que hay en mi deshecha cama (no pensaba que tendría un invitado, y esta mañana la he hecho demasiado rápido). Puedo observar una pequeña sonrisa, ¿de felicidad? Eso me hace sonreír. Pensar que yo puedo hacerle feliz a una persona me aumenta la moral y de alguna manera también los latidos de mi corazón aumentan.

Una vez lista, destapo a Drew un momento para meterme en la cama y miro al reloj antes de apagar las luces (son la 1:30 de la madrugada). Mi cumpleaños ya ha pasado, y estoy segura que ha sido el mejor de mi vida.

En cuanto apago la luz, noto como Drew se mueve y me estira hacia él abrazándome por la espalda cariñosamente. Noto su respiración en mi nuca, y su fuerte torso en mi espalda. Decido girarme para quedarme cara a cara con él y mirarlo una vez más.

Sus ojos relucen en la oscuridad de la habitación. Veo la forma de su despeinado pelo y su cuello. Él dirige su frente hacia la mía y me aprieta más contra él mientras yo también lo rodeo con mis brazos.

-¿Cómo te lo has pasado? – me dice con la voz un poco ronca, la que suele salir una vez estás relajado en la cama.

-Ha sido el mejor cumpleaños de mi vida – digo, con los ojos cerrados y sonriendo (va bien que las luces estén apagadas). Intuyo una pequeña sonrisa de su parte.

-Me alegro de que sea así.

Y dirige sus labios a los míos, suaves, tranquilizadores, harmoniosos. Es un beso de buenas noches… y por primera vez en mucho tiempo no me cuestiono si aquél hombre estará al día siguiente justo ahí, en la misma posición, mañana por la mañana. Durmiendo a mi lado.

*NARRA RACHEL*

Drew y Chloe se acaban de ir, y yo estoy muy cansada como para seguir jugando a las cartas, así que se lo empiezo a hacer saber a Niall.

-Niall… - le digo, estirándole de la manga de la camiseta blanca que lleva puesta.

-Dime – me dice, con los ojos cansados pero con una chispa de emoción todavía reluciente.

-Quiero ir a casa.

-Bien, pues vamos. Yo también estoy cansado…

-Bueno – nos levantamos – nosotros también nos vamos.

-¡¡Que poco aguantáis!! – dice Keaton.

-Es lo que hay… Nos hemos tenido que levantar pronto esta mañana para prepararle las cosas a Chloe.

-Bueno, buenas noches – Wes se acerca a mí y me abraza fuerte, como suele hacer siempre.

-Buenas noches – digo mientras le doy unos golpecitos en la espalda.

-Adiós – nos dicen los demás.

Encuentro que Niall está un poco raro. Ha hablado considerablemente poco durante la noche (sobretodo en el camarote de Emblem3, donde suele hablar mucho) y me está empezando a preocupar. Tiene la mirada ausente, aunque con ese punto de emoción que le he visto antes.

-¿Pasa algo? – digo en el pasillo.

-¿Qué? ¡Ah! No, nada… ¿por qué?

-No sé, te veo raro.

Niall sonríe mucho. Puedo ver sus perfectos blancos dientes bajo sus preciosos labios. Esos que deseo a todas horas.

-Tranquila – dice fijando su vista de nuevo hacia el frente.

Una vez estamos frente a nuestra puerta, Niall toma la iniciativa de abrirla. Saca la llave lentamente y abre la puerta. Todo está oscuro y voy a encender la luz.

-¡No! No la enciendas – Niall me coge del brazo – tan solo espera un momento ahí, por favor. Y no toques nada.

-De… de acuerdo.

Y escucho los pasos de Niall alejándose hacia una habitación cercana (no sabría decir cuál). Después de un minuto aproximado vuelve.

-¿Puedo…

-Sí, cuando quieras preciosa.

Enciendo las luces, lentamente. Delante de mí me encuentro a Niall, con una guitarra en las manos, y encuentro rosas y pétalos escampados por todo el piso.

-¿Qué…?---

-Shhhhht – Niall me guiña el ojo. Cierra los ojos y empieza a tocar la guitarra.

No me lo puedo creer.

Está tocando “A thousand years”, de Christina Perri. Sí, nuestra canción. La canción que cantamos juntos en el The X Factor de hace tan solo un año.

Y no sé por qué, empiezo a cantar con él. Me dejo llevar por lo que quiero, que ahora mismo es él. Quiero estar cantando con él siempre, quiero estar con él siempre. No me merezco alguien tan bueno como él, alguien tan perfecto como Niall Horan. ¡Soy una chica con mucha suerte! Me he ido acostumbrado, pero lo nuestro es algo inusual. No somos una pareja típica. Estamos vigilados constantemente y no podemos hacer todo lo que queremos, pero tras las cámaras, tras las seguras paredes de una casa (o en este caso, de un piso) somos nosotros mismos.

-Te quiero – le digo cuando acabamos con una ancha sonrisa, tan franca como pura.

-Yo también – Niall deja la guitarra sobre el sofá más cercano, se acerca a mí y me abraza muy fuerte.

*NARRA ANNA*

Estoy muy cansada. Demasiado… Tan sólo quiero llegar a casa y tirarme a la cama y dormir durante un día entero.

Cody abre la puerta del piso, y una vez la cierra, me empuja hacia ella; plantándome un gran beso. De esos largos, que te dejan sin respiración y de los que te quedas pensando días enteros.

Luego, me mira a los ojos. Noto los suyos hambrientos, de un azul muy intenso.

Y me doy cuenta de que ya no tengo más sueño.

Dos idiotas a bordo {Emblem 3, One Direction, Cody Simpson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora