Resaca de baile

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*NARRA CHLOE*

Dolor. Noto como el dolor recorre toda mi cabeza, igual que si me estuvieran pegando con un martillo. Después, huelo a algo… ¿tortitas?

Me siento en la cama, poco a poco. Todavía llevo el vestido de ayer puesto.

-Veo que ya te has despertado – me dice Ted, con una sonrisa.

-Ey… ¿Qué ha pasado?

-Ayer fue el baile. Y como siempre, tú te has emborrachado. 

-Solo lo hago en las fiestas de aquí… así que no digas siempre – alzo la vista. Recuerdo algo, unos labios en los míos. Y de repente lo recuerdo todo. Abro los ojos, como platos - ¡ay mi madre! ¡Lo siento mucho Ted! ¡No era mi intención!

-Bah, no pasa nada. Tengo que decirte algo relacionado con ese tema – se sienta en la cama, a mi lado. 

-¿Qué cosa? – me asusto un poco, ya que se ha puesto serio de repente.

-Me da mucha cosa… no sé… - se retuerce las manos.

-No pasa nada, suéltalo. 

-Yo ayer no sentí nada cuando me besaste. Y eso no es normal, siendo tú. Sabes a lo que me refiero… Que estás muy buena – sonríe.

-Ya vale, sabes que no me gusta eso – le digo, golpeándole con la poca fuerza que me queda la nariz.

-Pues eso… - agacha la vista – que no me gustan las chicas.

Al principio me sorprende. Es un chico muy guapo, siempre se arregla. Está atento de cada detalle. Siento una gran alegría dentro de mí. ¿Soy yo la primera persona que lo sabe?

-Me alegra mucho de que me lo hayas dicho – le abrazo, muy fuerte. Era diferente, y era mi mejor y más preciado amigo.

-¡¡Las tortitas!! – dice él, apartándome y sale corriendo hacia la cocina. Yo corro tras de él.

-¡Es mi cocina! ¡Vigila! – cojo la harina y se la tiro toda por encima, riéndome.

-¡¿Qué haces?! – el también ríe, tirándome un huevo a la cara – ¡dicen que van bien porque se te queda el pelo más suave!

-¿Estás insinuando algo? – digo yo, persiguiéndolo por todo el piso.

*NARRA DREW*

Vi en la fiesta a aquella chica. No podía parar de mirarla, estaba espectacular. Después de un rato la perdí de vista. Una hora después la vi, tambaleándose por la sala, dirigiéndose a quien sabe dónde.  Me acerqué a ella, necesitaba un poco de ayuda y la cogí por la espalda.

“-¿Dónde vas? – pregunto.

-A sentarme… - me suelta, hace un amago de sonreír y se va.”

Ni siquiera me reconoció. No paro de darle vueltas al tema todo el rato. 

Después de aquello, la vi en la silla y un tipo se le acercó. Y se besaron. ¿Por qué me sorprendió? ¿Por qué me siento así? ¿Qué es esta angustia?

Tengo ganas de verla. Pero aquel tipo… 

Dos idiotas a bordo {Emblem 3, One Direction, Cody Simpson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora