Victorias

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*NARRA CHLOE*

Pasada una semana de la desastrosa fiesta en Francia, estamos a cuatro días de llegar a la costa de Italia. El optimismo se ha adueñado de mí a pesar de todo lo que ha ocurrido recientemente.

A veces me he cruzado con Drew, pero yo siempre he agachado la mirada. ¿Por miedo? ¿Para ocultar mi estúpida emoción al verlo? No lo sé. Lo único que sé es que todavía, cuando lo veo, parece que mi corazón esté haciendo la carrera de 100 metros lisos. Sin embargo, en esos segundos en los que habíamos cruzado las miradas, sus ojos expresaban un extraño sentimiento. Tristeza, pena. El idiota sentía pena por mí. ¡Encima! ¡Si ha sido él quien ha provocado este extraño sentimiento en mí!

Por otra banda, estoy haciendo muy buenas migas con Rachel, Anna y todos sus amigos, incluyendo a One Direction y Emblem3. Son muy geniales, y no se puede expresar con palabras lo que siento cuando estoy con ellos. Simplemente, me dejo llevar y soy yo; sin miedo a que me juzguen porque ya sé que ellos me aceptarán tal y como soy. Hemos salido de fiesta por el barco, hemos ido a las piscinas, y mis jefes están contentos conmigo ya que hago que se sientan como en casa, por eso me han añadido a mi menú diario una copa de helado (deliciosa, por cierto).

Ahora mismo, estoy comiendo esa copa de helado, sentada en el bar de la piscina. Detrás de mí hay un gran barullo, están todos mis amigos y amigas. Es un momento verdaderamente completo. Junto a mí se encuentra Keaton, que también se está tomando un helado enorme. El chico es muy majo y divertido, a la vez de maduro e inteligente. Sería un mejor amigo perfecto. Además de todo eso, es adorable.

-¡Keaton, Chloe! – grita alguien detrás nuestro. Me parece que ha sido Rachel, ya que ha sido una voz muy aguda. Me giro y efectivamente, ha sido ella. Nos está haciendo un gesto para volver a la piscina, seguramente para jugar con la pelota.

-¡No me apetece mucho! – alzo la voz para que me puedan escuchar. Ella reacciona con un gesto persuasivo, y escucho como Keaton se levanta y luego me coge en volandas hasta la piscina… y me tira al agua junto con él, con nuestras camisetas todavía puestas.

El agua está fría, pero es muy agradable ya que hace mucho calor. Disfruto unos segundos del silencio y la tranquilidad que me produce estar bajo el agua y luego salgo para respirar. Me encuentro con los otros, mirándonos con caras divertidas.

-¡Vamos a jugar! – dice Liam. Todos los demás asentimos y nos ponemos a hacer los equipos. Luego, dejo mi camiseta al borde de la piscina (no me preocupa dejarla sola, ya que estamos solos) y me uno a mi equipo: Wes, Louis, Eleanor, Anna y Cody. Por lo tanto, nuestros enemigos son Liam, Niall, Rachel, Zayn, Perrie, Harry y Keaton.

La pelota entra en juego con Wes, que la lanza hacia el final del campo contrario donde Niall la devuelve con un salto alto. Cody remata y el pobre Zayn no alcanza la pelota, así que nuestro equipo marca.

-¡¡Toma!! – grito mientras choco la mano con los demás integrantes de mi equipo.

Jugamos durante un rato, entre risas y quejas. Hasta que nuestro juego se ve interrumpido.

-Hey, aquí estáis. Llevo un rato buscándoos… - Drew aparece detrás del bar, con el pelo despeinado, una camiseta ancha de tirantes y un bañador largo.

-Pues no haberte quedado dormido – dice Keaton, que sujeta la pelota.

-Bueno… da igual – sonríe - ¿puedo jugar?

Por el rabillo del ojo veo que Keaton me mira. Mi expresión es neutra, ya me he acostumbrado a ella cuando veo a Drew. Así que Keaton asiente.

-Claro, nos irá genial porque somos impares.

Drew se dirige a las tumbonas y se quita la camiseta. Me doy cuenta de que le estoy mirando demasiado y aparto la vista justamente cuando se gira hacia nosotros.

-¿De quién es esta camiseta? ¿La dejo en las tumbonas? – pregunta. Me giro para ver a cuál se refiere y desafortunadamente, es la mía. Debería haberme levantado antes.

-Sí, por favor – son las primeras palabras que le digo a Drew en una semana. He ocultado los nervios en mi tono de voz y he fingido indiferencia, sin embargo, supongo que los que me conocen bien sabrán que ha sido actuado. ¿Lo habrá notado, él?

Me giro y voy a mi posición de antes.

-¿Dónde voy? – pregunta Drew, que ya está en el agua.

-Mmm… al otro equipo les falta un jugador así que ves ahí – Keaton habla por todos.

En cuanto cada uno está en su sitio, volvemos a jugar. Por ese rato, olvido todos mis malestares e incluso algún que otro momento me olvido de que Drew está ahí.

-¡Vale! Creo que el siguiente debería ser punto de partido, estoy muy cansada… - dice Perrie después de un rato.

-Estoy muy de acuerdo – digo, con una sonrisa. Noto un par de ojos analizándome con la mirada. Esos ojos azules preciosos.

Drew actúa como nada, a pesar de todo. Hace lo mismo que yo.

Louis se dispone a sacar. Alza el brazo y rápidamente la pelota y lanza un potente golpe hacia nuestro equipo. Más bien, hacia . Doy un potente salto y devuelvo la pelota, con menos fuerza pero más efecto, y va dirigida hacia Liam, que me la devuelve otra vez, pero demasiado a mi izquierda, demasiado cerca de Drew. Me dirijo allí rápidamente y, justo cuando le voy a dar a la pelota, otra mano se avanza y le da con mucha más fuerza que yo. Es la mano de Drew, y acaba de marcar el punto que sentencia nuestra victoria.

No puedo evitar una gran alegría al ver que hemos ganado el partido y todo nuestro equipo está gritando y dándose abrazos, sin poder evitar que Drew y yo nos miremos el uno al otro. Sus ojos expresan felicidad. Yo también estoy feliz, así que me acerco, y a pesar de todo alzo mi mano.

-¡Buen tiro!

Drew parece desconcertado. No se esperaba que yo hiciera eso. Pero rápidamente, una preciosa y ancha sonrisa sale de sus labios y me choca la mano.

-¡Gracias!

***

En los siguientes tres días, antes de llegar a Italia, paso todo mi tiempo libre con todos ellos. Todos. Mi relación con Drew mejora y parece que volvemos a ser amigos de nuevo. Jugamos a ping pong, vamos al cine, comemos en su piso (a veces también en el mío, y siempre me ayuda a recoger) y ya no se encierra horas y horas en su habitación.

Se le nota más contento y yo también lo estoy. Nunca me ha gustado tener malos rollos con la gente, y Drew no es una excepción.

Cuando le miro, siempre me contesta con una amplia sonrisa, y veo mi cara llena de felicidad reflejada en sus ojazos azules. 

Dos idiotas a bordo {Emblem 3, One Direction, Cody Simpson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora