Debajo de tu piel

Sin fallas, ni errores

Hola hola chic@s. Hace mucho que no escribo pero tengo muchas ideas frescas para ustedes. ¿Alguien de las que leen mi historia es fan de la selección ? Ya están filmando la película y estoy emocionada. La imagen es de una frase del libro.  Sin más el capítulo. Gracias por leer.

Miren la nota de arriba. Cuando era ingenua y me creía todo...

Me desperté con un fuerte dolor de cabeza. Mi visión estaba nublada . Algunas figuras de color oscuro se veían arriba mío. Poco a poco mi vista se fue clara do y pude ver lo que eran esas formas. Eran personas, todas ellas como yo.

Eran alrededor de 10.

-¿Ya despertó? -Preguntó uno.
Me levanté lentamente.

-¿Dónde estoy? - les pregunté mientras sostenía mi cabeza.

-Estas en una fábrica. Trabajarás con nosotros.

¿Fábrica?

-¿Qué? No. Debo volver a casa, mamá estará preocupada. - les dije alarmada.

- Lo siento, pero no volverás a casa. Nadie logra hacerlo. -me dijo un niño un poco más grande que yo.

-No pueden retenerme aquí, el presidente Kennedy...

-Aquí nadie sigue las leyes del presidente, créeme. - dijo una niña de cabello alborotado.

-¿Qué se supone que haga? No puedo vivir así, no... Quiero terminar la escuela, quiero...

-Mira, tienes flores en tu cara. -dijo una pequeña maravillada.

-¡Cómo puedes preocuparte por algo tan insignificante en momentos como estos! - grité enojada. Sin embargo cuando toqué mis mejillas para limpiarme las lágrimas, noté que no había ni una sola gota, solo pequeñas flores blancas.

Qué extraño.

-De..debieron pegarse cuando estaba inconsciente.-dije más calmada. - Lo siento, estoy muy alterada. ¿Saben en dónde nos encontramos?

  -Ya te lo dijimos en una fábrica.

-No, me refiero a que parte de la ciudad.

-Pues a unos 30 minutos si vamos caminando. Pero mejor olvídate de eso, si te sorprenden intentando escapar, te castigarán. - me dijo un chico de unos 5 años.

-¿Castigarme? - dije aterrada. Una chica bajita que parecía de mi edad se acercó.-Mi madre me buscará, ella lo hará y me encontrará.- les dije decidida. Mamá lo haría , estaba segura de ello.

-¿Tú madre? Aquí no servirá de nada. El dueño de la fábrica es el hombre más poderoso del condado, ¿crees ir alguien como tú madre le importará?- me dijo una chica voluptuosa. Tal vez era cierto.

-No tengas miedo, estarás bien siempre y cuando obedezcas. Ten- me dijo dándome un pedazo de pan- Me llamo Lisa, come, quítate el susto y vuelve a dormir. Mañana será un día duro.

*1 semana después

Ya pasó una semana desde que me trajeron aquí. El lugar es horrible, una destartalada fábrica de misiles donde nos obligan a limpiar la mercancía durante la mañana.

Por la tarde,  a mis compañeros los llevan a campos donde los hacen trabajar hasta media noche. Y la rutina se repite de lunes a domingo. Todavía no me llevan al campo, ya que, no necesitan personal por ahora. El tiempo decide cuándo es tiempo de renovar el personal.

Mis manos cada vez están más magulladas.

Extraño mucho a Alice, me gustaría jugar con ella ahora. El único consuelo en mis días era poder hablar con Lisa, era mi única amiga y la única persona que comprendía de verdad laangustia de mi situación.

*
1 mes después

A la mañana siguiente me levanté como siempre y esperé a Lisa en donde siempre nos veíamos para ir a trabajar.  No la había visto desde que se había ido al campo ayer por la tarde.

Sin embargo, no apareció en todo el día, tampoco en la hora de la cena.
Decidí preguntarle a uno de los mejores amigos de Lisa sobre su paradero.

Lo encontré sentado en su cama mirando el infinito.
-Arthur ¿sabes qué pasó con Lisa? - le pregunté. Volteó su mirada y en ella pude ver una profunda tristeza.

-¿Arthur?

-Lo siento May. La...la...- Arthur rompió en llanto.

No.
No.
No.

¿Qué...qué pasaba?

Me negaba a creerlo.

Jamás había sentido tanta angustia, tristeza e impotencia juntas.
Jamás hubiera imaginado pasar por algo por el estilo.

Me recargué en una pared y abrazando mis piernas.
-¿Qué sucede? ¿Por fin te das cuenta de los hechos? - levanté mi mirada encontrándome con un chico delgado y alto. Para mí siempre había sido el líder del grupo de los demás chicos.

-Lárgate.

-Escucha, solo trato de ayudar. Estamos planeando escaparnos de esta miseria. Es todo o nada.

-Pero podemos morir, ustedes me lo dijeron.

-Pues tú dime ¿qué tenemos que perder? ¿Años de tortura trabajando para un viejo que se rasca el trasero en su despacho? - pensé en las palabras del chico y me di cuenta que tenía razón.

-Hecho cuándo y donde.- le dije decidida. El chico me dedicó una sonrisa.

- Será exactamente en un mes, te recomiendo que trabajes y te acoples lo más pronto posible. Mañana comienzas en el campo, recuerda que se ha abierto un puesto. Trata de conservar tus extremidades intactas.

-¿Qué?

-Ya sabes, no te conviene que te mutilen si planeas escapar de aquí.- Me dijo despreocupado. Lo miré espantada. ¿Mutilar?

-¿Qué debo de hacer para que...ya sabes ellos no...?

-¿Te mutilen? - dijo divertido-Oh es muy fácil. Solo no desobedezcas.Bueno será mejor que vayas a dormir si quieres empezar bien la semana mañana.

-Si, Gracias.

-Y May cuando llegué el momento...no confíes en nadie.
*

Por la mañana me levanté muy temprano. El sueño se fue demasiado rápido. ¿Qué pasaría si no lograba completar la semana? Lisa murió ahí, yo también podría. Rayos, ¿cuando mi vida se tornó de esta manera?

La rutina por la mañana de normal, sin embrago , no podía dejar de pensar que por la tarde me llevarían a un lugar aún más horrible del que ya estaba.

Cuando por fin llegó el momento, m encontraba comiendo un trozo de pan semiquemado. Nos llamaron a formarnos , nos dividieron entre hombres y mujeres y nos metieron a unos camiones de carga de metal.
Solo veía oscuridad , hacía mucho calor pero no serviría de nada quejarse.

No puedo negar que estaba emocionada, el por fin salir de la fábrica era una idea espectacular.
Ansiaba ver una simple nube o que un rayo de sol directo cayera sobre mi piel.

Después de aproximadamente 15 minutos, la puerta por fin se abrió, encandilando mi vista.

Nos hicieron bajar y me quedé maravillada por un momento al ver el paisaje. Verdes colinas llenas de trigo se imponían delante mío.

-Muy bien pequeñas plagas, ya saben lo que hay que hacer. Los hombres trabajarán la tierra y las mujeres recogerán lo sembrado. Igual que siempre. No quiero fallas ni errores o sufrirán las consecuencias, plagas inmundas. Ahora vayan.- Aunque ese hombre era desagradable , el sujeto tenía razón,no podía tener ni fallas ni errores y menos ahora.