Debajo de tu piel

¿Ahora la recurdas?

Alice POV
Mi pulso se aceleró  rápidamente mientras asimilaba las palabras del chico. Hace tiempo que había colgado y el tono repetitivo del teléfono inundaba mis oídos,  mas no tenía relevancia alguna comparada con lo que acababa de escuchar.

¿Que se supone que deba hacer?

Lo mas coherente en este tipo de casos es esperar. Pero ¿que diablos significa coherencia en estos momentos?

No pensaba hacer caso omiso ante la advertencia del chico.

No puedes ocultarte de nosotros.

Subí a mi habitación rápidamente y saqué mi maleta de viaje rosa. La abrí en mi cama decidida a llevar  todo lo que sea necesario para... Lo que sea que vayamos a hacer.

Pero ...¿ qué  se supone que deba llevar? ¿A dónde iremos? ¿ Que le diré a mis padres?

Metí toda la ropa posible en la maleta junto con un par de abrigos gruesos de mamá y mi pijama. También me encargué de poner mi manta azul preferida dentro.

No planeaba esperar ni un minuto mas.

Escribí una nota en papel amarillo y lo pegué  en el refrigerador.

Volveré más tarde. O eso espero.
-Alice

Tal vez era algo dramático , pero si todo esto era una broma podía  regresar a casa en cualquier momento con la excusa de tener una pijamada de la cual me había olvidado.

Tomé las llaves del carro de mamá y metí mi equipaje en el maletero. Manejé a toda la velocidad posible de camino al bosque . El tiempo apremia.
Son esos momentos cuando me doy cuenta de lo lista que soy. El chico me dijo que lo vería al amanecer en el mismo sitio, y apenas había pasado como mínimo una hora.

Cuando menos me lo espero me encontraba parada al lado de la carretera en el mismo sitio. Tal vez si esperaba podría ver llegar al chico. Todo estaba tan oscuro que era aterrador. Me encogí en el asiento tratando de pensar en escenarios agradables.

Unos golpes en el cristal del auto me sobresaltan , y cuando volteo me encuentro con el mismo chico del bosque. Abrió la puerta de manera brusca asustándome.

-Max tenía razón , eres tan curiosa que no podías esperar ni un minuto mas. Vamos- Dijo el chico tendiendo su mano hacia mi.

Salimos del coche a la oscuridad del bosque. Los árboles creaban sombras horribles que no hacían mas que empeorar la situación. El muchacho empezó a caminar hacia lo profundo, cuando se dio cuenta de que no me movía de mi lugar debido al miedo.

-¿Piensas quedarte ahí todo el día? - Dijo con una sonrisa apenas visible en la oscuridad.

-¿Po...podríamos esperar a que amanezca?- dije aterrada mirando a mi alrededor.

-Vamos- dijo acercándose a mi- Puedes tomar mi mano.

Tomé su mano algo dudosa y comenzamos a avanzar. Después de unos minutos caminando entre la espesura del bosque, llegamos a una casa que se encontraba junto a un granero extrañamente familiar. Una sombra se encontraba esperando en el pórtico.

-Bienvenidos- dijo una voz masculina- mas les vale que entren, el bosque es peligroso a estas horas. - la sombra se adentró a la casa aparentemente iluminada por dentro. Al subir los escalones para entrar, la madera crujía y el viento sacudía a los árboles haciéndolos silbar.

La casa era pequeña y acogedora por dentro , muy parecida a mi antigua casa. Tenía una cocina, una pequeña sala y escaleras que daban al segundo piso. El chico soltó mi mano para caminar hacia la cocina.

-Ya lo dijo Max, pero bienvenida. - dijo despreocupadamente.

-Hola Alice- dijo una voz detrás mío. Volteé rápidamente y un grito ahogado salió de mi garganta.

-¡¿Max?!- dije mas alto de lo que debería. Ya conocía a Max, desde hace más de 4 años. Había sido mi compañero de clase durante la primaria y parte de la secundaria. Lo recuerdo perfectamente porque había estado enamorada de él durante todo el sexto año. La pregunta era ¿ que hacia aquí?

-Te preguntarás que hago aquí, o más bien ¿que tengo que ver yo en esto?- dijo Max pasándose la mano por el pelo.

Si que era guapo.

-Bien- prosiguió- en primer lugar tendrás que saber que no hay limites. Todo lo que antes podías creer como falso, posiblemente existe. En segundo, tu eres especial Alice por eso estas aquí, y por eso mismo irás con nosotros.

-¿Ir ? ¿A donde?

- A donde puedas desarrollar la magia blanca y expandir tus horizontes. - Max parecía muy fascinado con lo que decía, pero a mi solo me causaba confusión.

-¿Magia?

-¿Qué? ¿ A caso el imbécil de Finn no te ha contado nada? - dijo aparentemente irritado al ver que no comprendía. - Tengo que hacerlo todo yo solo. En primer lugar , debes recordar Alice. Recuerda tu niñez. En tu. niñez está la clave de prácticamente el resto de tu existencia. Recuerda ¿tuviste hermanas? ¿Jugabas con alguien? ¿ Donde vivías?

Las preguntas cayeron como un balde de agua fría sobre mi cabeza. Durante años no había pensado en aspectos tam aparentemente insignificantes. De repente un recuerdo fugaz cruzó por mi cabeza.

Una niña.

Una niña negra.

Jugaba con ella, recuerdo haber pensado que era mi hermana. Iba con ella al colegio y regresaba siempre a tiempo. ¿ Cuál era su nombre?

-¿Ahora la recuerdas Alice? ¿Recuerdas a May.

May.

May.

May.

-¡May!- grité en un momento Eureka mientras sostenía mi cabeza. ¿ Como pude haberla olvidado?

-Si , ahora que la recuerdas, debes saber que tu historia tiene que ver mucho con la de ella. Van ligadas. Ambas descienden de un linaje de brujas antiguo, y ustedes dos son una variación muy rara de la magia.

-May esta muerta. - dije recordando lo que papá me había contado.

-Oh Alice, ella está más viva que nunca. Por lo que veo ya ha desarrollado sus habilidades mágicas, pero tu... Al parecer no lo has hecho. Pero por supuesto son habilidades muy distintas la de la magia oscura y la magia blanca. -dijo hablando mas para si que para mi.

-¿May está viva? ¿Dónde está? ¿Qué pasó con ella? - las preguntas llegaban a mi cabeza sin parar. ¿Magia ? ¿Que rayos...?

-Si, está viva. Lo mas probable es que se esté dirigiendo al instituto para instruirse. Por lo que Finn me ha dicho, han hecho su iniciación apenas ayer, y por lo que dicta la tradición ya debería ....

-¡¿Dónde queda el instituto?!- dije interrumpiéndole- si me doy prisa puedo llegar , tengo mi coche y se que aguantará.

-Me temo que no puedes llegar en coche a donde está May , Alice. - dijo Max cruzándose de brazos.

-¿Pero qué?

-Está en medio del océano May. En una isla olvidada. May esta en Hawai.