Continua.

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Feliz año...besos, besos, besos. Gracias por acompañarme en este 2016.
Las quiere @AnaLpz777 , para los amigos, Karen.

-¿Qué hacen ustedes dos
aquí? - pregunta una voz suave que hace que el chico y yo nos sobresaltemos.

Volteé encontrándome con una pequeña niña rubia que vestía de un color rosa pálido.

-Oh solo dábamos un paseo ¿no es cierto?- digo dándole un codazo al muchacho. El asiente rápidamente.

-Pero la verdadera pregunta aquí sería ¿qué hace una niña tan pequeña como tú en esta parte del bosque? - le preguntó amablemente a lo que ella sonríe inocente mientas se encoge de hombros.

-Doy un paseo por el lugar. - dijo sonriente. De un momento a otro la pequeña niña se puso a llorar.

-¿Qué te sucede? - le preguntó el muchacho suavemente.

-Mi...pelota- Dice señalando el cielo. En la copa de un árbol una pelota rosada se encontraba atorada. Contrataba de manera notoria con todo el panorama.

-¿Alguno de ustedes podría ayudarme a bajarla?-preguntó amablemente.

-Tenemos prisa, lo siento. - Le dije mientras tomaba al muchacho del brazo y lo alejaba de ahí.

-¿Qué haces? ¿No la ayudarás? No podemos dejarla sola en el bosque.

-Lo sé, pero su casa estará cerca, este bosque me da escalofríos. -Dije frotándome los brazos. El sol ya se había metido y un aura tétrica inundaba el ambiente. El silencio a los alrededores era simplemente...aterrador.

-Pues yo la ayudaré no se si tu desees hacerlo.- dijo el muchacho regresando con la niña. De repente un estrépito proveniente del lugar donde la hoguera seguía nos hizo estremecer. Al voltear la mirada, todas las personas que rodeaban las llamas, que ahora habían crecido sobremanera logrando que el calor se propagara, yacían en el suelo excepto las jóvenes con capas.

-Ya han iniciado- Dijo el muchacho atento. -Tal y como el abuelo y Max lo dijeron. Todas las chicas que rodeaban la hoguera sacaron un pergamino de color amarillo de sus capas y una a una fueron arrojándolos al fuego.

-¡AAAAAA!- Gritaron agudamente a mi lado. La pequeña que nos habíamos encontrado en el bosque se encontraba revolcándose en el piso, agarrándose el cuello como si alguien la estrangulara. -¡No respiro!- Gritó fuertemente.

-¿Qué...qué hacemos? - Le dije al chico que la miraba con una ceja levantada. El muchacho rebuscó en su bolsillo y sacó una bolsa extraña, de la cual extrajo una especie de tierra que lanzó a la niña pequeña.

-¿Estás loco?¿Esto de qué servirá?

-¡AJA!- Dijo el muchacho señalando a la niña la cual seguía e el piso revolcándose de dolor. De repente la forma de la pequeña comenzó a cambiar convirtiéndose en un pequeño hombrecillo con la misma estatura de la pequeña.

-¿Qué es esto?- Pregunte alterada.

-No es mas que un enano, una fuerza oscura de primer nivel. Debió afectarles el hechizo...- Repentinamente el muchacho se garró del pecho gritando y se tiró al piso.

-¡¿Qué está pasando?!- Dije arrodillándome junto a él. -¿Qué te sucede?- Lágrimas de desesperación se acumularon en mis ojos cuando comenzó a convulsionarse, no debo llorar, debo pensar. Me limpié las lágrimas con mis manos y tomé por ambos brazos a el chico para inmovilizarlo. Repentinamente dejó de moverse y patalear. Su respiración seguía agitada y cuando por fin se calmó se sentó en el pasto.

-¡Pero que...!

-¿Por qué no me dijiste tenías poderes curativos?- Me dijo como si nada. Lo mire horrorizada.

-¡Tu estas loco de remate!- Me tapó la boca enojado. -Pueden oírnos, ese enano ya hizo demasiado ruido. Hablaremos luego, nos veremos en este mismo punto mañana, ¿está bien?

Sin saber que mas hacer asentí. El chico se levantó con dificultad y salió caminando del lugar dejándome sentada.¿Qué acaba de pasar?

Me escabullí alejándome del espectáculo de la fogata, lo más que necesitaba era volver a casa. El viento comenzó a soplar con fuerza, lo cual no hacía más que empeorar la situación.

Me dispuse a ir a casa, recorriendo el espeso bosque, prometiéndome volver.

NARRA MAY

-Glan, Folláin, Expels-  Arrojé el pergamino al fuego mientras pronunciaba las palabras en coro con las demás.

Sabía que el día llegaría, era momento de empezar a revelarnos, hacer que la situación cambiara de manera drástica.

-Podré hacer que el hechizo llegue al final del pueblo, pero cruzando los límites perderá fuerza. - Dijo Tasha acercándose.

-El viento ha soplado con fuerza últimamente .Eso te ayuda ¿No? - Dije mirando el cielo estrellado. Tasha asintió levemente.

-¿Dónde se ha metido Caspian? - Preguntó acercándose.

-Decidió quedarse en casa.-dije limpiándome una pequeña flor en mi mejilla mejilla. -Él...él no quería ver esto. Ya sabes... María. - Dije mirando su inerte cuerpo. Se había ido hace tiempo.

Tasha se acercó a mí y colocó su mano en mi hombro.
-Ella lo quizo así May. - Me dijo compasiva.

-Ella... Es, era mi mamá. -Más flores fueron cayendo a mis mejillas conforme
pasaba el el tiempo.

-¿Y ahora que? - No noté en ese momento la amplitud de la pregunta que planteé.
¿qué haría de mi vida ahora que ya no tenía a nadie que me instruyera?

-Continúa.

Claro.

Debajo de tu pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora