5 años después

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¿A veda que creía que los dejaría con 300 palabras ?

5 años después
Narra Alice

El despertador sonó de manera estruendosa.

Me levanté a mala gana de mi cama y bajé a mala gana los escalones.
Podía oler los panqueques recién hechos.

Un asco.

Todas las mañanas mamá hacia panqueques mientras bailaba al ritmo de una vieja canción, y papá leía el periódico.

- Buenos días Al. - dijo mamá mientras servía dos panqueques en mi plato.

-Ni tan buenos- dije colocando jarabe en ambos panes.

-Vamos cambia esa cara, y apresúrate . El autobús está por llegar.

Después de desayunar , bañarme y vestirme, salí de casa con un humor de perros. La verdad me importaba poco la escuela a estas alturas.

Entré en el autobús y miré como John me hacía señas.
Me había guardado un lugar al lado suyo. Me acerqué hasta el y me senté a un lado suyo.

-Hola muñeca.

-Hola. ¿Qué tal todo?

-Perfecto. -Dije dándole un beso en los labios.

El beso se prolongó varios segundos y justo cuando se estaba intensificando, alguien chocó contra el hombro de John haciendo que se esfumara el encanto.

-Lo siento. - Murmuró la persona. Era muy extraña, se encontraba tapada con una capa roja que impedía ver su cara, pero al ver que se dirigía a la parte trasera del camión, era obvio que era una persona de color.

-Más cuidado negra. - le dijo John distante.

Había algo en esa persona...
No le tomé importancia y volví a lo mío.
*

-¿Te gustaría salir? - me preguntó John con una sonrisa torso da después de alcanzarme a la salida de la escuela.

-Mis padres me esperan John.- le dije divertida ante su intento de coqueteo.

-Vamos, sé que no te extrañarán. - me dijo agrandando su sonrisa- además tengo nuevo coche.

-Mmmm está bien, pero solo un rato. - le dije mientras colocaba uno de mis mechones rubios detrás de mi oreja.
John me abrió la puerta entusiasmado y me tendió su mano para subir, la cual acepté.

Manejó el auto hacia el campo, alrededor de unos 15 minutos y bajamos en una verde pradera.
John sacó una pequeña manta a cuadros del maletero y la puso sobre el césped para poder sentarnos.

-Vaya que pensaste en todo, ¿tendré que darte algo a cambio por ello? - le dije mientras ponía una mueca pícara.

-Bueno, tal vez...

-Oh ven acá- le dije mientras lo tomaba del cuello y lo atraía a mis labios. Me encantaba su sabor, me encantaba todo de él, era el modelo ideal de hombre que necesitaba.

En ese momento sentí como una brisa azotaba la pradera, lo que era muy extraño pues en estos momentos por lo general el calor me recorría el cuerpo.

John se apartó repentinamente y miró asustado a los alrededores.

-Alice... Hay que salir de aquí. Ahora. - me dijo poniéndose rápidamente de pie y jalando mi mano.

-John, espera ¿qué sucede?

-No es seguro Alice no...

Debajo de tu pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora