Nicholas Walker.
Vi a Ryan hundir el botón del cronómetro y me miro, baje del carro y enarque una ceja.
— ¿Cuánto?— pregunté inmediatamente.
— Dos segundos.
— ¡Mierda! ¿En Serio?— exclamé frustrado y el río al ver mi cara.
—Para la próxima será— dice palmeando mi hombro.
Ryan es decir como mi "Amigo de carreras", me ayuda a correr y me entrena.
En ese momento suena mi teléfono indicando que tengo un mensaje, agarro mi teléfono y me apoyo en el carro.
Ryder:
Ya tenemos a la próxima víctima, la vamos a tirar a la piscina el viernes, preparate, lo harás tu.
Imagen.
sonreí al ver quien era y cerré el teléfono.
Ryder es el hermano de Ryan, claro que Ryan tiene 21 años y Ryder mi edad.
¿Dónde está Ian?
Agarre el telefono y lo llame. Sono tre veces y contestó.
— ¿Alo?
— ¿Ian donde estas?- pregunto
— Estoy en la casa de mi novia- casi me atraganto al escuchar eso.
— Con tu que?- pregunte.
— Con mi novia Dylan, no es muy difícil de entender, dos chicos se gustan, se jun–
—Ok Ok entendí— lo corte y el río— Recuerda tu promesa Ian—dije serio.
— ¡Pero si me gusta! ¡Maldita sea! ¡No la voy a usar!— gritó exasperado— Lo siento bebé, sigue durmiendo— susurra me imagino a su "Novia".
— Ok, solo te llamaba para decirte que ya esta la victima de la piscina, Es Michelle— le digo y lo oigo toser.
— ¿Que?— susurra— ¿La hermana de mi novia?— y esta vez fue mi momento de toser.
— ¡¿Tu novia es Kara!?
Realmente la llamada terminó en risas así que una hora después estaba buscando a Marcie en donde le arreglan las uñas.
La llame y contesto inmediatamente.
— ¿Alo?
—Marcie estoy afuera—le dije y colgué, cinco minutos después de jugar Candy crush apareció.
— hola amor— dice entrando, cierra la puerta y me ve.
— Hola— me un beso e inmediatamente adentra su lengua en mi boca— ¿Donde?
— ¿Donde que?— pregunta.
—Donde vamos a tener sexo— le digo y ella suspira frustrada.
— ¡Cuántas veces te tendré que decir que NO es sexo!- grita y me empiezo a reír— ¡Es AMOR!— dice y me rio.
— ¡Llegué!— exclamó entrando a la casa, eran las cuatro y media de la tarde y estaba hambriento.
—Mamá está de guardia— exclamó Elizabeth, mi hermanita de unos siete años desde el sillón.
— ¿Tienes hambre?— le pregunto sentándome al lado de ella, acaricio su cabeza y ella negó lentamente.
— Noup— dice y sonrío a lo tierna que es.
Realmente las únicas mujeres que he amado en mi vida a sido a mi mamá y por supuesto a mi hermana. A mi hermana es a la que amo más que a mi mismo, y vean que eso es dificil; a mi madre la amo, pero digamos que no tenemos la relación "Madre e hijo" no, pero si, la amo, mucho.
— Por cierto— anuncia— Arriba esta Alex— dice y asiento.
— Dile que baje— ella resopla y me meto a la cocina.
— ¡ALEX MI HERMANO DICE QUE BAJES!— Escucho que grita de repente y ruedo los ojos.
— ¡PARA ESA GRACIA LE DIGO YO!— Grite.
— ¡VOY!— Escucha que grita Alex.
— ¡PERO NO LO DIJISTE TU!— Me responde gritando Elizabeth.
— ¡PORQUE TE LO PEDÍ A TI!
— ¡NO GRITEN!— Grita Alex entrando a la cocina.
— Ok ok—digo riéndome— ¿Quieres tequeños?— le pregunto y ella asiente.
Agarro los dedos de queso con chocolate ya hechos y los paso por harina en polvo, agarro un sartén y prendo la hornilla, pongo el sartén en esta y le hecho aceite mientras Alex habla por teléfono y tararea una canción que solo ella escucha.
— ¿Estan buenos?— le preguntó a las chicas quienes gimen de excitación al comer de estos, Elizabeth se baja de la mesa y sale corriendo a la cocina a lo que Alex y yo reímos, La susodicha recoge sus pies y los pone encima de mis piernas, en ese momento llega Elizabeth con otro tequeño mordisqueado en la mano a lo que me paro rápidamente y Alex se para asustada, me acerco a Elizabeth y le arrebató el tequeño de las manos.
— ¡Elizabeth No!— le grito y ella baja la cabeza, me mira con el labio inferior atrapado entre sus dientitos y sus ojos aguados. — ¡Sabes lo que eso te hace!— digo frustrado de que sea así siempre— ¡Y Aún así lo haces! ¡Osea no te entiendo! ¡¿Eres masoquista o que?!— le grite y pude ver como varias lágrimas se deslizaban por sus mejillas.
— ¡Nicholas ya basta!— grita Alex tras mio.
— Sube a tu habitación— le susurre a Elizabeth quien asintió y subió corriendo las escaleras.
— ¡¿Qué te pasa?!— me grita Alex claramente enojada, me volteé para quedar al frente de ella —¡No la viste! ¡Esta hecha un mar de lágrimas! ¡Eres un idiota!— dice y se voltea para subir.
Recogí los platos que estaban en la mesa y los meti al fregadero, mamá se encargara de eso más tarde, agarre con odio una soda y me lancé al sofá.
Realmente no se si deberia subir y disculparme, aunque no debería, ella sabe lo que le viene y que no puede hacerlo, pero ella de terca ni se le pasa por la cabeza hacerle caso a los médicos.
El problema de Elizabeth es que ella es diabetica tipo I, claro está que no puede comer chocolate ni nada que contenga calorías.
Finalmente subí las escaleras y me asome en la puerta del cuarto de Elizabeth, estaba Alex peinandole el pelo a Elizabeth encima de la cama, las dos dando la espalda a la puerta haciendo que no me pudieran ver, obviamente.
— ¿Que es ser masoquista?— escucho que pregunta Elizabeth, alex se congela y empieza a tartamudear buscando una respuesta.
Soy un monstruo
— Elizabeth— susurre y las dos voltearon a mi.
Podemos decir que finalmente todo terminó en risas y viendo Frozen, elección de Elizabeth, no nuestra.
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Nicholas
Novela JuvenilElla, una chica de dieciséis años recién cumplidos, es como cualquier otra chica, divertida, simpatica, celosa, pulcra, terca, como cualquier otra, pero para él no lo es, para el ella es distinta a las demás y que tiene algo en sus ojos que lo mata;...