20. Emma.

8 0 0
                                    

Nicholas.

Me despierto por un fuerte gritó acompañado de un dolor de cabeza. Me levanto de la cama cuidadosamente, me doy cuenta de que Michelle no está y bajó a la cocina.
Afuera están todos, tirándose globos con agua, excepto Kara y Alex.
Veo a Michelle y ríe cuando Michael casi se cae al agua, sonrío por inercia al verla reír a carcajadas. Escucho un grito agudo y dirigió mi mirada a Lucia, le han tirado una bomba de agua, agarro una pastilla y con agua me la paso.
-Buenos días- susurra Alex entrando a la cocina, no respondí, no tengo ganas de hablar, me duele demasiado la cabeza. Ella se posiciona al lado mío y ve la misma escena que yo veo, Michelle siendo agarrada por Milán y lanzándola al mar.
¡Michelle no sabe nadar!
Cuando estoy a punto de irme a rescatarla Milán se lanza y la agarra.
¿Porque mierda están tan juntos? ¿Se conocen? ¿De dónde?
Me acerco dispuesto a jugar, y como si hubiera sido un plan todos me lanzan al agua, allí abajo está Milán tratando de subir a Michelle, y no se si es mi imaginación pero escucho a Milán decirle algo a Michelle dejándome aturdido.
-Veo que nunca volviste a nadar- susurra lo suficientemente algo para que lo escuche, ella lo mira confundida pero sigue jugando.

-¡Eres una perra!- todos paramos de jugar al escuchar eso. Es Ian dentro de la casa, está saliendo con las llaves de el carro en la mano, tiene las mejillas rojas y dudo que sean de amor.
-¡Ian espera!- los dos están al frente de la casa, Kara y el, haciendo como si nosotros no existiéramos. Ian voltea a mirarla, los dos quedan frente s frente-¡Tú a mí me respetas! ¡¿Se te olvido cuando te acostaste con tu ya sabes quién?! ¡¿O con la otra?! ¡¿Sabes qué?! ¡Olvídalo! ¡Te he perdonado demasiado! ¡Me siento sucia por estar con un hombre como tú!-Grita.
Me acerco sigilosamente.
Ian ha vuelto a su etapa de mujeriego.
-¡Eres una sucia! ¡Pero no por estar con un hombre como yo! ¡No! ¡Por ser una perra!- grita dando un paso hacia adelante, me pongo al frente de él y le agarro un hombro. Lo meto al carro sin problemas y el empieza a conducir con el rumbo que más conozco.
Y se para al frente de una casa, de esa casa. Por fuera se ve algo vieja pero cuando entramos está todo ordenado, limpio, un poco de polvo quizás.
En esta casa murió su padre al frente de nuestros ojos, el susodicho se había arrodillado al frente de nosotros, sacó una pistola y sin más se disparo en la boca, hicimos lo posible pero no pudimos lograr nada, antes de que llegara la ambulancia ya había muerto.
El se arrodilla justamente en el lugar donde se ha suicidado su padre y ve a la terraza.
-¿Puedes creer que se acostó con alguien? ¡¿En esa puta cabaña?!- ¿Qué?

Michelle se sube al carro a regañadientes ya que no se quería montar conmigo ¿Porque? No lo sé.
-¡Michelle que subas!- le grita Kara. Decidimos regresarnos luego de lo sucedido con Kara e Ian, la tensión fue muy palpable.
-¡A mí no me grites!- dice ella riéndose, me miró y dejó de reírse.
Se sube con Doritos en una mano y licor en otra. Pone el termo entre sus piernas, se sienta de indio y se coloca las gafas.
Luego de unas ocho horas porque el tráfico que estaba horrible estoy estacionado con Michelle durmiendo, roncando. Se despierta de golpe, confundida, me mira y luego a la casa.
-¿Me dices?- niega, tiene los ojos llorosos y frunzo el ceño, me desabrochó el cinturón, me acerco hasta quedar nariz con nariz- no quieras caminar sobre el dolor descalza- le di un beso en la nariz y ella salió.
Traía un leggin que se había puesto antes de irnos con un top verde militar.
Las piernas es lo que más le destaca en ese vestuario, me volvería loco pensar que tiene a un hombre en la vida, o dejarla sola con un chico JAMÁS.

-Ian Ojala que para lo que me llames sea importante porque son las tres de la mañana ¿Qué pasó?- conteste bruscamente el celular.
-¿Qué pasho? Naa- rodé los ojos. Esta borracho. Se rió- te amoooo descde el prime momenttto e que te i- empezó a cantar una canción en español y apreté el teléfono tratando de controlarme.
-¿Dónde estás?- le pregunte.
-e a casa- era imposible, se escuchaba mucha gente a lo lejos-¿Es nick?- se escucho a lo lejos, me tense, ella es la única que me llama así.-Nick bar nigromancia - el bar no quedaba a más de dos cuadras del cementerio, por eso el nombre.
Colgué, me puse un jean, una camisa rápidamente y me monté en el auto.
Antes de bajar en el Bar me preparé mentalmente para ver a Emma.
Entre al bar, en realidad un pub, las luces están atenuadas, tanto que marean, en el centro del local hay un tubo y una pista donde hay varias chicas deslizándose y caminando en ella.
La mayoría de las personas están borrachas, drogadas o excitadas, nada fuera de lo común; a lo lejos vi una melena rubia, sin verle la cara aún dirigí mi mirada hacia sus piernas, efectivamente es ella, tiene esos tres lunares que guían a cualquier hombre.
Ella tiene una falda azul oscuro, algo larga y con flecos , de camisa carga una de botones manga larga y una chaqueta encima, perece que viniera de una reunión, si es así, ¿Porque viene a este pub?
Haciendo como si no la hubiera visto empecé a buscar a Ian lo cual no tarde cinco segundos haciéndolo ya que sabía cuál era su lugar preferido de este pub antes de que su novia muriera. Esta sentado en un sofá rojo con un porro en una mano, con las manos acaricia a las dos chicas con solo bragas sentadas en sus piernas.
El me miró y el rostro se descompuso, sin embargo una de las chicas se me acercó, el rostro se me hacía conocido, quizás alguna vez nos acostamos; endurecí mi mirada hacia la chica, esta me miró mal, se volteó mostrando de más su culo y se volvió a sentar en Ian.
-Ian ya- mi voz había salido tan gruesa y fría que hasta me había sorprendido, él se paró sin respingar y boto el porro* en el piso.
El se tambaleó y corrió hasta la mezanina de el licor, agarró una birra* que estaba en la barra, tomó y luego la dejo caer haciendo que todos capten su atención.
-¿¡Quién más odia a las mujeres?!- todos gritan y aplauden, las mujeres que están ahí lo miran mal y me empiezo a reír- excepto a ustedes bellezas- apuntó a las mujeres y sigo riéndome - ¡Tú!- exclama señalando a un hombre que les está prestando atención-¿Porque odias a las mujeres?- el se levanta, da un trago a su birra y la estrella contra la mesa sin que se reventara. Todos están prestándole atención a Ian, todo estaba en silencio, hasta la música ha parado.
-¡Se fue! ¡Me dejo!- todos aplauden y empiezan a decir las razones porque las odian mientras yo disfruto de eso.
Enciendo un cigarrillo e inhalo.
-Creí que había cambiado- no tuve que darme la vuelta para saber quién era, volví a inhalar el cigarro y suelto el aire antes de voltearme para encontrármela, mirándome mal.
-Lo había hecho- ella empezó a inspeccionar mi cara, mis ojos, mi boca, y yo me retuve para no inspeccionarla a ella.
-Prometiste dejar de fumar- y allí niños, la razón de porque me mira mal.
-Tu prometiste no dejarme.
-Volví.
Emma Stone, una chica de mi la edad de Michelle, rubia despampanante, sus piernas largas, sin tacones debe de llevarle una cabeza a Michelle, ojos marrones, y trigueña.
ha vuelto.
-Volví para quedarme.

Birra: cerveza.
Porro: nombre masculino del Puerro*
Puerro: planta hortícola de bulbo comestible, blanco, alargado y sencillo.

NicholasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora