29. ¿Que demonios?

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Nicholas.

— ¡Maldita sea Nicholas!— grita Ian empujándome. Michael no dice nada, solo nos ve, como si me mereciera aquello, y quizás así era— Casi le pegas— masculla hablando entre dientes. Es en este momento donde te das cuenta que tan importante ha empezado ser Michelle en la vida de todos nosotros — ¡Es tu pareja Nicholas! ¡Puta! Tienes que empezar a calmarte Nicholas, porque la próxima vez te daré hasta que no sientas— Masculló esto último empujándome, respira varias veces conteniéndose a no golpearme.

— Pero...— tengo la idea de excusarme, sin embargo Michael se para abruptamente y me estrella contra la pared, pone una mano en el cuello y con la otra me señala.

— Mira— empieza mascullando— sé que nos conocemos desde hace mucho, y que nos tenemos confianza, pero a una mujer, nunca ¡Nunca! Se le alza la mano— irónicamente empieza mascullando y termina exaltado — Y menos a Michelle ¡hermano! ¿Qué te pasa?— se ríe irónicamente tanto que me asusta, él siempre fue así, controlar los pensamientos de una persona en dos palabras o acciones.— Te perdono pero no pienses en Michelle cuando vuelvas a hacer eso, piensa en Elizabeth, piensa que es ella la que no quiere hacer algo y el novio es la que le alza la mano— mis manos se cierran en un puño pero respiro.

«No te conviene alterarte» lentamente Michael se aleja de mí, él e Ian se van dejándome solo en la puerta de mi cuarto.

Suspiro y entro en el cuarto de Elizabeth sabiendo que no estaría. Se supone que le daban de alta hoy, sin embargo no han llegado.

La puerta de la casa se abre, bajo corriendo las escaleras esperando a encontrarme a la hermosa princesa que es Elizabeth, pero no. En cambio entran dos personas besándose, siento que son mis padres y me da impotencia, ¿No deberían de estar con Elizabeth? Cuando la cabellera de mi mamá me da la espalda logró darme cuenta que quien está con ella no es papá.

¿Qué demonios está pasando?

Respiró fuertemente y empujó al chico empujando a mi mamá igualmente.

— ¿Qué demonios te pasa?— le grito a Mi mamá apuntándola.— ¡Maldita sea! ¡Se supone que estás con tu hija quien casi muere por tu puta culpa en el hospital! ¡¿Qué está ocurriendo?!— seguidamente la puerta de la casa se abre empujando al chico que estaba con mi mamá, el chico no pasaba de los 25 años por lo que me sorprendió. Por la puerta de la casa entra mi hermana y papá.

— ¿Qué está pasando aqui?— Elizabeth me mira tratando de descifrar qué pasa y aprieta más las manos de papá para que se calmara.— Nicholas ¿No quieres llevar a la niña a casa de Travis y no regresar hasta que lo pida?— miro a papá indecisamente pero finalmente paso al lado del chico y chocó contra su hombro, agarro la mano de Elizabeth y salimos de la casa.

— ¿Qué pasaba allá dentro?— titubeo Elizabeth.

— Linda que unos amigos de papá pelearon— le acarició la nuca y seguimos caminando mientras me cuenta muchas cosas, casi siempre de Travis.

Mi teléfono suena y contesto antes de entrar a casa de Travis, Elizabeth ya ha entrado, los padres de Nicholas parecen algo tensos, la mama de Michelle tiene los ojos con rastro e lágrimas y me pregunto ¿Qué habrá pasado?

— Habla Michael.

hay una fiesta hoy, ¿Quieres venir con nosotros?— pregunta Michael.

— No puedo, mamá y papá tuvieron una pelea y estoy en casa de los Diaz— le explico.

— ¿están bien?

— si.

Esta aquí, ella está — susurra.

— Cuídala Michael — masculló.

Como a mi vida

Cuelgo insufriblemente insatisfecho. Tenía mala espina de todo esto.

Pasó a la casa y los padres de Michelle me recibieron con mucho gusto cuando les explique lo que pasaba.


Pasadas las horas ya eran las tres de la mañana y mi papá no me avisaba que debía ir, Travis y Elizabeth se han quedado dormidos y la mamá de Michelle ha llorado desde eso. Lo que más me preocupaba era que Michelle no llegaba.

Varios luces de carros pasaron y se pararon frente a la casa, inmediatamente me levante, la puerta de la casa se abrió y por ella entraron: Kara, Ian, Michael, Nathan, Stephanie y Alex.

«Y alex» repetía mi subconsciente una y otra vez.

— ¿Y Michelle?— pregunta el papá de las niñas.

Los chicos se ven a la cara unos a los otros, intentando descifrar quien lo diría.

Empezaron a hablar todos y no se les entendió nada. Un escalofrío recorrió toda mi espalda convirtiéndose en un calor en mi abdomen.

— ¿Qué mierda ha pasado? — pregunto alzado un poco la voz.

—Nicholas— me regaña el papá de Michelle. Agacho la cabeza en signo de disculpas y miro a los chicos.

—Nosotros... lo sentimos...— susurra Nathan tan bajito que pareció ser un espejismo.

—¿Que ha pasado chicos?—pregunta el papá de Michelle aferrándose a su esposa, evitando que se caiga o incluso que él mismo lo haga.

— ¡Dejen el drama y digan!— Exclama Alex agitando los brazos.— Ni que michelle fuera la gran cosa.

—Callate Alex— mascullo entre dientes.

— ¿Quien lo dice? ¿Tu o la parte que estúpidamente gusta de tu puñetera novia?— responde.

— ¡Maldita sea Alexandra que te calles!— grita Ian notablemente harto.

Dirijo mi mirada hacia Stephanie quien está inaudiblemente llorando.

—¡Ella no estaba hablando contigo animal!— Kara empuja a Ian y en dos segundos esa sala parecía una jungla.

Michael trataba de separar a Katherina de Stephanie mientras que Ian agarraba a Alex delicadamente para no hacerle daño, repentinamente veo hacia donde están los padres de Michelle, están peleando y gritando.

— ¡Todo es tu culpa!—gritaba Melanie empujando al Sr. Diaz.

— ¡Yo no fui quien engaño!— Nathan y yo supimos que si no interveniamos eso iba a terminar muy mal.

— ¿Ahora me vas a empezar a sacar todo en cara?

Me pongo detras del Sr. Díaz.

— No fue una maldita vez— le pongo una mano en el hombro, el me ve y se relaja. La mamá de Nicholas empieza a llorar más fuerte abrazada a Nathan.

  — ¡Maldita sea!¡lo diré yo!— todos se callan y Stephanie con lágrimas en los ojos se acerca, Michael se acerca a ella delicadamente y la apoya colocando sus manos en los hombros. — Estábamos en la fiesta, bailando y cantando, tomando obviamente, yo sí me di cuenta que ella había traído un bolso y lo había bajado pero... Pero...— empezó a sollozar.

  — Tranquila— Michael acaricia a Stephanie.— Lo que quiso decir Stephanie es que Michelle ha desaparecido.

—¿Qué demonios?

NicholasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora