Nicholas

26. La niña.

Michelle.
—Michelle, Hey, despierta—¡abro los ojos y está el papa de Nicholas mirándome.

Me levanto del asiento.

¿y nicholas?

—Vamos— el papá sale del carro y yo salgo tras el.

¿qué hacemos en un hospital?

El papá me mira y sonríe con semblante preocupado. Algo no está bien. Y me estoy asustando.

Subimos por un ascensor y noto que estoy sudando, nunca me han gustado los hospitales, sin embargo tuve que asistir varias veces a muchos.

Caminamos por un gran pasillo que al final contiene unas sillas metálicas, en ellas están sentados la mamá de Nicholas y Nicholas. Este último tiene la cabeza agachada y se está tirando del cabello.

¿Qué está pasando aqui?

La mamá de Nicholas nos ve y sale corriendo a el esposo llorando. Nicholas sube la mirada y noto que tiene los ojos rojos. ¿Estaba llorando?

Me acerco a él cautelosamente y siento al lado. Agarro su mano y la apretó. Busco su mirada pero el la evita hasta que finalmente agarro su barbilla haciendo que me mire. Tiene los ojos rojos, un semblante liso, sin expresiones más que solo tristeza.

El me abraza y apoya su barbilla en mi hombro.

—Amor amor- susurro en su oído — ¿Qué ha pasado?— miro a los padres de Nicholas, la Sra. Jennifer está llorando en el hombro de el Sr. Rick, mientras que este trata en lo posible de no llorar.

¿Y...?

Ahhhhh como pude ser tan idiota.

— Oh— susurro— lo siento

El solo se para y se pierde por el pasillo.

Me cuesta asimilarlo y me paro, me acerco a los padres de Nick.

— Yo... Lololo siento mucho— tartamudeo. El papá me mira y sonríe mientras que la mamá no se separa de él.

Bajo por el ascensor y me adentro en la cafetería rogando que estuviera allí, pero no.

Salgo del hospital algo agitada. Nicholas me está asustando.

Y ahí está, recostado a un muro, con su cabello todo alborotado y un cigarro entre los dientes. Me acerco a él y le quitó el cigarro de los labios, el reacciona muy bruscamente pero cuando ve que soy yo se relaja.

— Por favor— susurra.

Dejo que lo agarre, aunque no me gustara que lo hiciese era decisión de el, no mía. El solo le da una calada y lo bota por la mitad.

Me besa ferozmente agarrandome de la cabeza echándomela para atrás, antes de separarse me chupa el labio inferior y suspira.

— ¿Qué ha pasado?

— Mamá dice que estaba empezando a tener ronchas, por la diabetes y eso, luego empezó a estornudar y a toser fuertemente, tosía sangre, luego se desmayó y la trajo. Los doctores no han dicho nada.— lo abrazo y el me abraza de vuelta. Se me aguan los ojos pero respiró, alguno de los dos tendrá que estar bien.

De verdad no tengo palabras, no sé cómo reaccionaría yo sí eso le pasara a Travis.

— Iré a la cafetería, avísale a Ian, que nadie más se entere, te espero allá.— se separa de mi y me abrazo si entiendo la ausencia de calor en mí que dejó.

Marcó el número de Ian, luego de tres pitazos contestó.

— Michelle— susurra y luego bosteza.