¿AMIGOS?... Niall, Mel,Harry

Catorce

Eran las 3 de la tarde pero aún tenía sueño, estar toda la noche en el hospital y parte de la mañana era cansado, ahora junto con su amigo James va a la tienda en busca de un regalo para Niall.

Su amigo el rubio ahora se encuentra en Irlanda con su familia para después volver a los ángeles.

-¿Por qué tengo que acompañarte?

Era la quinta o milésima vez que se quejaba desde que salieron del hospital, no era de esperarse pues los dos se encuentran cansados, desvelados y de mal humor.

-Crees que quería venir con Edward-James negó, pasa su mano por su cabello despeinándolo- además tu eres hombre.

-Vaya que buena observadora eres-Recibe una mirada molesta de Melinda- tengo sueño Mel

-Crees que yo no.

Caminan un poco más por las calles de Inglaterra, evitan hablar por varios minutos saben que no están de buen humor.

-Y.... ¿Qué le compraras?

Encoge los hombros como respuesta, James continua.

-¡Dios! Que comprarle a un hombre que puede tener todo-Vuelve a exagerar otra vez típico de él, por extraño que suene tiene razón.

Se detiene en la mitad del camino, ¿en serio? jamás se había hecho esa pregunta ¿Qué regalo debería comprarle a su amigo?

-No sé...

James la mira confuso, al ver su mirada perdida.

-¿qué?- Pregunta.

-No sé qué diablos regalarle, James.

Suspira y vuelve a caminar.

-Es mi amigo pero desconozco sus gustos- Escucha una risa burlona, le da un golpe en el estomago, sonríe al escucharlo quejar.

-Bueno...- Habla entre voz cortada, siguen caminando- recuerda Mel, a lo mejor te dijo.

¿Por qué era tan difícil? En ese momento deseaba hablarle a Harry, para pedir su ayuda él lo conoce más que nadie 5 años en la misma banda, es para conocerse perfectamente sabe que algo se lo impide.

-¿Música? -Se detiene de golpe, esa era la solución.

-Y... ¿ahora qué?- Ahora se encuentra un poco más fastidiado.

Melinda rodo los ojos, negó la sonreír.

-Vamos James- Toma a mano de su amigo- creo que ya que regalarle- Dice.

Sin decirle una palabra salen corriendo en busca de aquel regalo perfecto.

##

Mira sorprendida aquella guitarra que tiene en la mano su amiga.

-¿en serio?-Pregunta Melinda asiente- Le vas a regalar una guitarra- Una vez más vuelve a sentir.

Él maldice James pasa su mano por su cabello despeinándolo.

-Es lo único que se ocurre James.

- Y... ¿a mí porque no me regalaste nada?- Su amiga mira un par de guitarra más.

-Porque cuando fue tu cumpleaños, aún no te conocía.

Le ofrece una sonrisa rápido y vuelve a mirar las guitarras que se encuentran en aquellas vitrinas, James sabe que su amiga aun sigue confusa con sus sentimientos.

Además por lo que le ha contado AÚN TIENE SENTIMIENTOS POR LOS DOS.