Análisis - The Killing Joke

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Si de algo podemos estar seguros, es que el universo cinematográfico de Marvel ha superado al de DC, y desde hace mucho tiempo ya. Quizá podría hacer una crítica a Batman v Superman pero, escuchando lo que tenían que decir algunas personas con más experiencia en el séptimo arte, creo que un artículo no quedaría muy revelador.

Ahora bien, los fans de DC conservamos un poco de fe en las adaptaciones animadas de sus comics, como The Flashpoint, The Dark Knight returns y la nueva The Killing Joke, que se estrenó hace poco y de la que vengo a comentar en esta oportunidad.

Para empezar hay que dejar algo bien claro:

Las adaptaciones, por lo general, tienden a usar al comic como un storyboard y copian viñeta a viñeta para hacer la animación; apenas agregando una que otra escena para rellenar o dar un mejor contexto.

La película rescata muy bien la esencia del comic y escuchar las voces de Kevin Conroy (actor de voz de Batman) y Mark Hamill (actor de voz del Joker) es un placer para un friki que gusta de los comics del hombre murciélago. La única queja que tengo sobre el apartado gráfico es que, por momentos, siento que el Joker estaba dibujado de forma desganada y le quitaba un poco de presencia.

Sin embargo, hay más que solo el disparo a Bárbara Gordon, el secuestro del comisionado Jim Gordon y la muerte de Schrödinger del Joker (sí, aún hay debate de si Batman mató o no al Joker al final).

¿De qué hablas, Danuve?

Hablo de la primera parte de la película, de cómo DC me hizo perderle el respeto a Bárbara Gordon.

Yo soy un gran fan del caballero de la noche, se podría decir que es mi héroe favorito ¿por qué? pues porque es un detective. Más allá de que sea uno de los Gary Stu's más Gary Stu de la industria junto con Superman, Batman era ese personaje que todo niño quería ser (millonario, ligón y un vigilante nocturno capaz de humillar a Chuck Norris). Eso sí, cuando tenía siete años no leía comics, solo veía la serie animada de Batman y así pasaba mis tardes antes de hacer mis tareas, viendo como Batman pateaba traseros con la sutileza de un león hambriento y cómo esmantelaba planes criminales como si fuera cosa del día a día.

Esa serie es muy importante pues fue ahí donde nació Harley Quinn, un personaje muy interesante para analizar debido a sus problemas y como pasa de ser una psicóloga que solo intenta hacer su trabajo a ser víctima de maltrato por parte del hombre al que ella ama, o dice amar. Pero no quiero hablar de Harley Quinn sino de Batgirl o Batichica, una heroína fuerte, ágil, inteligente y guapa que en la última película dejó de lado esa faceta para convertirse en una adolescente hormonada con ganas de batisexo.

Yo no sé si esto fue un intento de reivindicación de parte de DC (que, en caso de serlo, lo hicieron pésimo) o si fue un ataque directo a todas las feministas que el año pasado criticaron la portada del cómic por el aniversario de The Killing Joke. Pero es que no me cabe en la cabeza que se haya hecho esto.

A ver, un poco de contexto.

Al iniciar la película, Batgirl nos da la bienvenida con un monólogo y nos presenta el último caso en el que trabajo como heroína. Unos criminales roban un camión blindado con un cargamento de dinero, el líder de la operación es un tal Paris France.

El tipo escapa pero sin el botín y Batgirl empieza a mostrar sus sentimientos hacia Batman. ¿Cómo lo hace? Simplemente mandando indirectas sobre seguir trabajando juntos esa noche pero al ser rechazada, de cierto modo, se marcha un poco decepcionada.

Tras una conversación con un amigo en la biblioteca donde trabaja Bárbara se deja en claro que no siente interés en empezar relaciones románticas con otros chicos y si antes no se captaba la pista de que la chica murciélago quería algo con su jefe, con la frase «estoy saliendo con alguien, o eso creo» uno empieza a sospechar.

Batman investiga al criminal que termina obsesionándose con ella, debido a que Bárbara es guapa y usa una máscara que la hace tan misteriosa, lo deja excitado. Batman reconoce algunos patrones de su personalidad, algo parecidos al Joker y eso nunca es bueno. Es por eso que Batman le dice que Batgirl tiene prohibido acercarse a Paris France, sola.

Las emociones de Bárbara empiezan a nublar su juicio. Piensa que la controlan porque la ven como una niña. La ira se mezcla con la terquedad que tiene por el caso de Paris France y eso termina en una emboscada en la mansión de un jefe de la mafia de Gotham City.

Si no es por Batman, quien tiene más experiencia en combate y mejor equipo para lidiar contra las balas, Batgirl hubiera muerto pues su especialidad es el combate cuerpo a cuerpo y el sigilo. Y es aquí donde todo se tuerce, Batgirl no acepta sus errores y pone excusas. Batman, le explica que hay más que solo luchar contra el crimen, un riesgo latente es perder el control y terminar matando por un impulso, algo con lo que Batman lucha todo el tiempo pero que Batgirl aún no y por eso la protegía.

Sin embargo, no hace caso y lucha contra su mentor solo para acabar cediendo a sus hormonas alborotadas y haciéndolo con Batsy en la azotea de un edificio. Esta historia termina con Bárbara entiendo lo del abismo del que le habló Batman, cuando casi mata a Paris France a punta de puñetazos y culpándolo de que ahora ella y Batman están distanciados (en realidad Batman toma distancia porque siente culpa por tener sexo con Bárbara, dejándose llevar por el momento). Bárbara decide dejar de combatir el crimen.

Sí, esta parte tiene un desarrollo y un mensaje pero ¿era necesario?

Obviamente no era necesario, The Killing Joke ya tiene un mensaje sobre los límites y la locura. Vemos esto a través de la historia del Joker y del intento de Batman por razonar con él antes de que uno de los dos termine muerto.

La historia de Bárbara es relleno y además algo que no se esperaría de ella. Esa terquedad y la necesidad de probar su fuerza me lo esperaría de Robin (de Tim Drake, de Jason Todd, de Damian Wayne, incluso de Dick Grayson) pero no de ella, sin contar que la subtrama de querer que Batman senpai se meta en sus braguitas queda forzada. Y, a ver, que de Batman se puede esperar cualquier cosa porque Bruce es el playboy de DC de la misma forma que Tony Stark lo es de Marvel, pero aun así.

Queda redundante y es hasta incómodo tomando en cuenta de la personalidad que tenía Batgirl hasta ese momento. Más aun cuando al final de The Killing Joke vemos el nacimiento de Oráculo, zurrándose en la renuncia de Bárbara Gordon.

Por esta razón, si vas a ver la película de The Killing Joke, y no te gusta el contenido machista puedes saltarte los primeros veintiocho minutos. En serio, no te pierdes nada importante y puede que te ahorres un mal momento.

Eso es todo. Como siempre les deseo buen vicio y dulces sueños.

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